(CNN) – El asesinato de esta “buena samaritana” indignó a la gente en Baltimore y más allá.
El marido de Jacquelyn Smith llamó al 911 el 1 de diciembre, según la policía, y dijo que ella había detenido su automóvil para darle dinero a una mujer necesitada con un bebé en brazos cuando un hombre se acercó. Dijo que el hombre alcanzó la billetera de Smith, la apuñaló fatalmente y huyó con la mujer y el bebé.
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Pero el domingo, la investigación dio un giro cuando el esposo, Keith Smith, de 52 años, y su hija, Valeria Smith, de 28, fueron detenidos por la Policía Estatal de Texas en Harlingen, cerca de la frontera con México, dijo el comisionado de la Policía de Baltimore en funciones Michael Harrison en una conferencia de prensa.
Solicitudes de arresto contra Keith Smith y Valeria Smith por asesinato en primer grado ya fueron emitidas, dijo.
“Durante el curso de nuestra investigación, encontramos evidencia de que el señor Smith se iba de Maryland, por lo que hicimos las notificaciones nacionales correspondientes y la policía del estado de Texas lo arrestó esta mañana”, dijo Harrison.
“Todos nuestros investigadores prepararon órdenes de arresto tanto para Keith (Smith) como para Valeria Smith y explicaron la evidencia en este caso a un juez que revisó y firmó las órdenes de asesinato en primer grado”.
Harrison se negó a proporcionar detalles sobre las pruebas que condujeron a los cargos o cuál fue el motivo y se negó a decir si se acusará a otras personas.
Hasta el domingo por la noche no había sido identificado un abogado de los Smith.
La versión del esposo
Inmediatamente después de la muerte de Smith, la policía de Baltimore dijo en un comunicado que ella se había detenido para dar dinero a una mujer con un bebé. Un hombre se acercó, dijo la policía, agradeció a la familia por el dinero y luego trató de tomar la billetera de Smith.
“Hubo un forcejeo”, dijo la policía, y el hombre apuñaló a Smith en el torso antes de huir con la mujer que llevaba al bebé.
Smith murió poco después de llegar al hospital, dijo la policía a CNN.
La policía buscó en ese momento a dos personas, la mujer y un hombre de unos 30 años con una perilla, pero la búsqueda resultó infructuosa.
Los residentes de Baltimore quedaron impactados por las circunstancias del asesinato y se realizaron varias vigilias.
“Una buena samaritana, alguien que hace todo lo posible por ayudar a alguien, le cortaron la vida”, dijo Clayton Guyton en una ceremonia el 6 de diciembre, según la afiliada de CNN, WBAL.
Keith Smith detalló su versión de los hechos a los reporteros en ese momento.
Le dijo a WJZ, afiliada de CNN, que el hombre “le arrebató el collar, y antes de que se diera cuenta, la chica tomó el pequeño bolsillo del asiento y ambos corrieron … Salté del auto para correr tras ellos, pero escuché a mi esposa gritando, así que volví al coche”.
Dijo que él y su esposa habían bailado la canción de su boda la noche anterior en una fiesta.
“Ella era todo para mí”, dijo. “Mi todo. Decíamos que eramos almas gemelas”, le dijo a WJZ.
Y advirtió sobre los peligros de los mendigos.
“Para cualquiera que esté en Baltimore, tenga cuidado cuando veamos a estos mendigos por aquí”, dijo Smith. “Acércate a tu auto. Porque como yo, soy de Baltimore, lo último que pensé era que iban a quitarle la vida a mi esposa. Y ahora debo vivir con eso. Tengo que vivir con eso todos los días”.
El domingo por la noche, la alcaldesa de Baltimore, Catherine Pugh, emitió un comunicado sobre el caso.
“Como todos en nuestra ciudad, estado y en toda esta nación, lamentamos el asesinato sin sentido de Jacquelyn Smith. Saber ahora que los miembros de la familia organizaron este asesinato brutal es increíble y representa una doble tragedia”, dijo Pugh en Twitter. “Fueron responsables de quitarle la vida a Jacquelyn con una crueldad inconcebible y se las ingeniaron para hacerlo en nuestra ciudad bajo el disfraz de que se trató de violencia al azar, explotando los miedos legítimos de nuestros residentes”.