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Asia

La comunidad LGBT de Brunei huye de las 'inhumanas' leyes de lapidación

Por Rebecca Wright, Alexandra Field

(CNN) -- Cuando el pequeño reino de Brunei, rico en petróleo, anunció por primera vez en 2013 que adoptaría estrictas leyes islámicas, incluida la muerte por lapidación por las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, muchos de los miembros de la comunidad LGBT del país consideraron huir.

Pero algunos se quedaron con la esperanza de que la ley, que está programada para ser promulgada formalmente el 3 de abril, nunca se cumpla.

"Da mucho miedo", dice Khairul, un joven gay que está en Brunei que habló con CNN por teléfono.

Él y otras personas entrevistadas por CNN para esta historia pidieron que sus identidades reales se ocultaran debido a las preocupaciones por su seguridad y la de sus familias.

Vista de la mezquita del sultán de Brunei en Bandar Seri Begawan, el 4 de octubre de 2017.

"Pensé que no me aceptarían. (Pensé que) mi familia me rechazaría, (pensé que) me enviarían a un asesoramiento religioso para que me ayude a cambiar", dice Khairul. "Pero fue peor de lo que pensé debido a la lapidación. Me hizo sentir que, si eso se hace realidad, es mejor que me vaya", agrega.

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"(Las leyes son) inhumanas. Es un castigo muy agresivo. No es algo que un humano deba sufrir ... solo por ser un homosexual", dice

Zain, una mujer transgénero, huyó de Brunei a fines de 2018 y ahora está buscando asilo en Canadá.

"Quería vivir mi vida en mis propios términos, en el sentido de que quería ser mujer. Quería vivir una vida sin fundamentalismo religioso, conservadurismo, así que acabo de dejar el país", dice Zain. "Bajo la ley de la Sharia, sería multada, castigada y encarcelada".

Zain dice que su comprensión de la ley Sharia aumentó sus preocupaciones sobre lo que vendría.

"Había estado viviendo con miedo probablemente desde 2013", dice Zain. "Fui adoctrinada con la escuela religiosa, así que conocía estas leyes un poco más que mis amigos que no son tan religiosos, y estaba un poco asustada de que se implementara la ley Sharia".

Zain dice que no solo la comunidad LGBT está amenazada por estas leyes.

"Todos se ven afectados. Simplemente será una vida horrible vivir allí, incluso si no eres LGBT", dice Zain. "Las mujeres especialmente estarían en una gran desventaja allí".

La nueva ley también castiga el adulterio entre parejas heterosexuales con muerte por lapidación.

Zain está animando a otros a salir del país. "Solo quiero que mis amigos LGBT estén seguros y, si es posible, que salgan de Brunei", dice ella. "No es un buen lugar para que te quiten tu libertad, tus derechos humanos. Es una manera terrible de vivir".

Brunei, un sultanato de unos 450.000 personas en la isla de Borneo, está cerca de las naciones islámicas más moderadas como Indonesia y Malasia. En comparación con sus vecinos, Brunei se ha vuelto conservador en los últimos años, incluida la prohibición de la venta de alcohol.

El sultán Hassanal Bolkiah y la reina Saleha de Brunei durante su jubileo de oro en Bandar Seri Begawan el 5 de octubre de 2017.

El nuevo código penal fue implementado por el sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, quien también actúa como primer ministro del país.

Al anunciar el cambio, el sitio web del gobierno citó al sultán diciendo que su gobierno "no espera que otras personas lo acepten y estén de acuerdo, pero que sería suficiente si solo respetan a la nación de la misma manera que también él los respeta".

Shahiran S. Shahrani huyó de Brunei en octubre mientras esperaba un veredicto en su juicio por sedición, del que fue acusado luego de hacer una publicación crítica sobre el gobierno en Facebook.

Shahrani ahora vive en Vancouver, Columbia Británica. Fue solo cuando llegó a Canadá que pudo decir que era gay. "Nunca le conté a mi familia, nunca les dije. Siempre lo escondí, siempre vivía con el temor de que la gente lo supiera".

Shahrani observa desde lejos mientras las leyes que él llama "horrendas" entran en vigencia.

"Nunca esperé que esto llegara tan lejos. Sabía que Brunei siempre quiso que se promulgara la ley Sharia en el país; lo he estado esperando desde que era niño", dice Shahrani. "Pero simplemente no puedo imaginar vivir bajo la ley Sharia. Ser gay en Brunei era bastante difícil sin la ley Sharia".

"Es difícil pensar que el hecho de ser quien eres puede hacer que te maten", dice Shahrani.

Condena internacional

Gobiernos y activistas de todo el mundo están instando a Brunei a revertir su decisión.

"Hago un llamamiento al Gobierno para que detenga la entrada en vigor de este nuevo código penal draconiano, que supondría un serio revés para las protecciones de derechos humanos para la gente de Brunei si se implementara", dijo la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en un comunicado este lunes.

Una coalición asiática de derechos LGBT, ASEAN SOGIE Caucus, también pidió que se "detenga" la ley, y agregó que "ya había enviado un efecto escalofriante a las personas LGBTI, ya que las hizo vulnerables al hostigamiento, la intimidación y la vigilancia por parte de los encargados de hacer cumplir la ley".

La semana pasada, el actor George Clooney llamó a un boicot de nueve hoteles de lujo en todo el mundo controlados por la Agencia de Inversión de Brunei, propiedad del gobierno.

"En la avalancha de noticias donde vemos que el mundo está retrocediendo hacia el autoritarismo, esto es único", dijo Clooney en el artículo de opinión para Deadline.

El cantante Elton John también agregó su apoyo a la campaña, emitiendo un comunicado que dice que "la discriminación basada en la sexualidad es claramente errónea y no tiene lugar en ninguna sociedad".

El actor George Clooney (izquierda), el sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, y el cantante británico Elton John. (Crédito: VALERIE MACON,KAREN BLEIER/AFP/Getty Images).

A pesar de la presión internacional, la oficina del primer ministro de Brunei emitió una declaración el sábado en defensa de sus nuevas leyes.

"Brunei Darussalam es un país soberano islámico y totalmente independiente y, como todos los demás países independientes, hace cumplir su propio estado de derecho", dice la declaración.

Matthew Woolfe, fundador de The Brunei Project, una organización de derechos humanos, dice que las razones de las leyes que se están implementando no están claras, pero la economía podría ser una de ellas.

"En Brunei, la economía está empezando a declinar y ha estado declinando desde hace algún tiempo, por lo que posiblemente podría ser una forma de fortalecer aún más el control del gobierno", dice.

Y aunque es probable que este movimiento dañe aún más la economía debilitada, Woolfe dice que podría ser parte de una estrategia para alejarse de los países occidentales hacia el mundo islámico.

"Hay un impulso para atraer más inversiones islámicas en el país y también el turismo islámico, por lo que ciertamente se puede considerar como un atractivo para esos mercados de inversión en el país", dice Woolfe.

Nueva vida en Canadá

En Canadá, los exiliados Shahrani y Zain se están acomodando rápidamente en su nueva vida y su sexualidad ahora abierta.

Zain dice que ella estaba "siempre enojada" en Brunei, porque "siempre estuve rodeada de religiosos conservadores". Pero las cosas son diferentes ahora.

"En realidad es muy refrescante, he estado mucho más feliz viviendo estos tres o cuatro meses aquí, de lo que he estado en mi vida", dice Zain. "Tenía miedo de ser mi verdadero yo allí, el miedo no es un problema aquí".

Shahrani también dice que Vancouver ha sido reveladora para alguien acostumbrado a ocultar su sexualidad.

"Vancouver es muy, muy diferente de otras ciudades occidentales en las que he estado", dice Shahrani. "Los hombres homosexuales simplemente se dan la mano en el supermercado, se besan, está bien. Por eso no necesitan bares gay; todos los bares son gay. Es genial".

Shahrani ahora espera inspirar a otros bruneianos que están pensando en irse.

"Si sientes que estás en peligro, lo logré, tú también puedes", dice. "No creo que Brunei pueda cambiar a corto plazo, y no quiero que esperen a que eso suceda, no quiero que mi país sea responsable de la muerte de mis amigos".

 

-- AnneClaire Stapleton y Ben Westcott de CNN contribuyeron este informe.