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Venezuela

Así llegan los representantes de Maduro y Guaidó a las negociaciones lideradas por Noruega

Por CNN Español

(CNN Español) -- Oposición y Gobierno de Venezuela están ad portas del inicio de un nuevo ciclo de negociaciones para buscar una salida a la crisis política que atraviesa el país desde hace años.

Este sería un nuevo intento de diálogo entre las partes en conflicto en Venezuela, luego de iniciativas similares en 2014, 2016, 2017 y 2018 que no llegaron a buen puerto.

Ahora, con Noruega como mediador, un país que tiene amplia experiencia en diálogos de paz en el mundo, se abre una nueva oportunidad para que el país pueda resolver pacíficamente esta crisis.

¿Cómo llegaron hasta aquí?

Gobierno y oposición han intentado varias veces desde 2014 sentarse a negociar sus diferencias.

La primera vez ocurrió en abril de 2014, cuando el presidente de Venezuela Nicolás Maduro se reunió con representantes de la oposición, pero estos diálogos no dieron frutos.

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El 30 de octubre de 2016 se dio en Caracas un nuevo intento de negociación entre Maduro y líderes de la oposición. Allí se acordó establecer subcomités para abordar algunos de los grandes problemas del país, como la economía, derechos humanos y la agenda electoral. Los grupos de trabajo estuvieron liderados por los observadores internacionales que mediaron en el diálogo.

Al año siguiente, la oposición anunció un nuevo intento de proceso de diálogo con el gobierno de Maduro en República Dominicana. Sin embargo, en noviembre de 2017 la oposición dijo que los diálogos estaban en suspenso pues el gobierno de Maduro no autorizó la presencia de los cancilleres de países latinoamericanos que serían garantes del proceso.

El 7 de febrero de 2018 los diálogos entraron en un receso indefinido, luego de que representantes de la oposición rechazaran las declaraciones del entonces ministro del Interior de Venezuela, Néstor Reverol, que dijo que en el marco del diálogo la oposición aportó información sobre el paradero del Óscar Pérez, el expolicía sublevado que fue abatido por esos días en un operativo de las fuerzas de seguridad.

Los países garantes expresaron su voluntad de que las partes regresaran a la mesa de diálogo, pero desde entonces no había ocurrido nada hasta que en mayo de 2019 Noruega entró en escena y el 17 de mayo, en un comunicado, Noruega informó haber tenido “contactos preliminares” con representantes de los principales actores políticos de Venezuela, a fin de “apoyar la búsqueda de una solución a la situación del país”.

El proceso, precisó, se encuentra en una fase exploratoria.

Los diálogos en Noruega

El 25 de mayo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega dijo que el gobierno venezolano y la oposición acordaron enviar representantes para continuar el diálogo destinado a resolver las crisis políticas que enfrenta el país.

Noruega dijo que facilitará las discusiones en Oslo. Ine Eriksen Soreide, ministra de Asuntos Exteriores de Noruega, también elogió a ambas partes por sus esfuerzos.

¿Qué dicen las partes?

El presidente Nicolás Maduro agradeció a Noruega por "por sus esfuerzos para avanzar en los diálogos por la paz y la estabilidad de Venezuela" y dijo que la delegación oficial iría a Noruega "a continuar el diálogo" y a "buscar la paz".

Por otra parte, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, que es reconocido por más de 50 países como el presidente interino del país, dijo que atendió la invitación de Noruega para explorar una "posible salida negociada de la dictadura y de esta grave crisis".

Guaidó dijo que "todas las opciones siguen estando sobre la mesa".

¿Quiénes son los representantes?

Maduro dijo que la "buena delegación que lleva la voz de Venezuela" a Noruega está presidida por Jorge Rodríguez, ministro para la Comunicación y la Información de Venezuela; y está compuesta por Héctor Rodríguez, gobernador del estado Miranda y por el canciller Jorge Arreaza.

La delegación de la oposición está conformada por el vicepresidente de la Asamblea, Stalin González; el exministro de Transporte y Comunicaciones del gobierno de Carlos Andrés Pérez, Fernando Martínez Mottola; el abogado Gerardo Blyde, que actualmente es presidente del comando de campaña de la Mesa de la Unidad Democrática, y la asesoría técnica del exrector del Consejo Nacional Electoral, Vicente Díaz.

¿Cuáles son las condiciones para el diálogo?

Maduro dijo que está dispuesto a trabajar en la agenda integral que ya se acordó en el pasado y avanzar en "buenos acuerdos" por la paz de Venezuela. En 2016, se estableció una agenda sobre economía, derechos humanos y la agenda electoral.

En enero de 2019, cuando México y Uruguay se ofrecieron como mediadores en un posible diálogo entre las partes, que fue rechazado por la oposición. En febrero de 2019 Maduro propuso una agenda de tres puntos para discutir:

- Recuperación Económica con el cese de las llamadas “sanciones” contra el país y el robo por parte de EE.UU del dinero de Venezuela en el exterior
- Fortalecimiento de la paz y el respeto a la justicia
- Diálogo de entendimiento, encuentro para acuerdos en paz y armonía nacional

Pero según Guaidó, los diálogos en Noruega deben tener como fin lo que él llama "el cese de la usurpación", es decir, la salida del poder de Maduro; un gobierno de transición y elecciones libres.

En el pasado, los opositores han señalado que las conversaciones con Maduro son "un diálogo falso” y Guaidó en enero de este año, con la invitación de los países latinoamericanos, dijo que "pa’ falso diálogo aquí nadie se presta”.

¿Cuál es el papel de Noruega y por qué este país logró lo que México y Uruguay no?

México y Uruguay presentaron la propuesta luego de que la mayoría de países de América Latina que están reunidos bajo el Grupo de Lima — un grupo que ha manifestado su oposición al gobierno de Maduro— reconociera a Juan Guaidó como presidente de Venezuela. México y Uruguay se mantuvieron al margen e hicieron un llamado al diálogo.

Pero aunque el gobierno de Maduro aceptó sentarse a negociar, la oposición dijo que se trataba de un falso diálogo y que no se prestaría para eso.

Tras meses de tensiones, en los que incluso se llegó a un fallido levantamiento cívico militar liderado por Guaidó y el líder opositor Leopoldo López, y que soplaran vientos de una posible intervención militar por parte de Estados Unidos, la frase de Guaidó de "todas las opciones están sobre la mesa" se materializó y la oposición accedió a encontrarse en Noruega.

Este es un país que tiene una larga experiencia en procesos de paz internacionales, asistiendo procesos de paz en Asia, América Latina, África y Medio Oriente, más recientemente apoyó el diálogo en Colombia que terminó con la firma de un acuerdo de paz para terminar una guerra de décadas entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC.

La política interna de Noruega, su neutralidad y el reconocimiento internacional que tiene en estos procesos ha permitido que pueda tener un papel clave en este país que ha estado sumida en una crisis política, económica y humanitaria desde hace años.

"Noruega ha demostrado consistentemente que está dispuesta a hablar con todas las partes en un conflicto”, dice el Ministerio de Relaciones Exteriores, que agrega que este país tiene una relación “estable y estrecha” con países como Estados Unidos y “buenas relaciones” con otros actores mundiales como la Unión Europea, Rusia y la India”.

Y a diferencia de países europeos como Reino Unido, Bélgica, España, entre otros, no tiene un pasado colonial: “Los esfuerzos de paz y reconciliación de Noruega se consideran sinceros, ya que no están motivados por el interés político o económico”, dice la Cancillería noruega.

Desde mediados de la década de 1990, este país ha acompañado procesos de paz en Colombia, Guatemala, Palestina e Israel, Sudán y Sudán del Sur, así como en Afganistán, Myanmar, Nepal, Filipinas; Somalia, Sri Lanka. También ha proporcionado apoyo financiero y técnico en procesos de paz en Aceh, Indonesia; Burindí, República Democrática del Congo, Kenya, Siria, Uguanda. Y ha “participado en diálogos” en otros países como Haití, República Dominicana y Timor Oriental, según la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores.