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Medicina

Esta bacteria podría ayudar a personas con obesidad a llevar una vida más saludable, según un estudio

Por Arman Azad

(CNN) -- La bacteria recibió su nombre, Akkermansia muciniphila, hace apenas 15 años. Pero la especie, que descompone las proteínas tipo gel en los intestinos, pronto ofrecerá esperanza a las personas con trastornos relacionados con la obesidad.

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Según un estudio publicado este lunes en la revista Nature Medicine, las personas con sobrepeso que tomaron suplementos de la bacteria intestinal (que ocurre naturalmente en el sistema digestivo) mostraron una sensibilidad mejorada a la insulina, una hormona que le permite al cuerpo usar el azúcar en la sangre y tiene implicaciones en la diabetes.

En comparación con aquellos que recibieron un placebo, los pacientes que consumieron la bacteria también tuvieron niveles más bajos de colesterol y perdieron 5 libras (2,26 kg) en promedio durante tres meses, aunque la pérdida de peso no fue estadísticamente significativa.

Treinta y dos personas con sobrepeso u obesas participaron en el estudio, y todas ellas tenían algunos síntomas de síndrome metabólico, un grupo de factores de riesgo, como circunferencia de cintura alta o presión arterial alta, que aumenta la probabilidad de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes.

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El pequeño tamaño de la muestra puede explicar por qué los investigadores no pudieron informar definitivamente que las bacterias, y no otros factores, llevaron a la pérdida de peso. Los investigadores escribieron que su estudio "no tuvo el poder de entregar conclusiones definitivas" sobre métricas como el Índice de Masa Corporal (IMC) o la grasa corporal, pero fue un "comienzo prometedor" para las personas obesas que son resistentes a la insulina.

"No esperábamos realmente efectos sobre el peso corporal [y las medidas de cintura y cadera], pero aún observamos tendencias interesantes", dijo Patrice Cani, autora principal del estudio y profesora de la Universidad Católica de Lovaina de Bélgica.

Hizo hincapié en que "este enfoque nunca reemplazará los hábitos dietéticos y la actividad física apropiados", pero dijo que las bacterias podrían complementar la dieta y el ejercicio para "estimular el metabolismo y ayudar a mejorar los factores metabólicos".

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El estudio fue el primer ejemplo conocido de científicos que administran la bacteria a los humanos, y la investigación fue diseñada en parte para evaluar su seguridad. "No hubo efectos secundarios", dijo Cani.

Las bacterias muertas fueron más efectivas

La resistencia a la insulina ocurre cuando las células del músculo, la grasa o el hígado no responden bien a la insulina, lo que generalmente indica que las células absorben el azúcar de la sangre. Luego, el páncreas produce más insulina para compensar la resistencia, lo que puede provocar prediabetes o niveles de azúcar en la sangre más altos que los normales.

Los que son obesos tienden a tener niveles más bajos de Akkermansia muciniphila en sus entrañas, y las dietas para mejorar la resistencia a la insulina tienden a funcionar mejor en las personas que tienen más bacterias, según un estudio de 2016.

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En el nuevo estudio, la bacteria "previno el deterioro del estado de salud de los sujetos al atacar varios factores de riesgo cardiovascular", dijo Cani. Los microorganismos vivos con beneficios para la salud se conocen como probióticos, pero Cani descubrió que la Akkermansia muciniphila era más eficaz cuando se pasteurizaba o se mataba por calor.

En un estudio de 2007, su equipo de investigación planteó la hipótesis de que la pasteurización podría ofrecer al cuerpo un acceso más fácil a las partes beneficiosas de las bacterias, como las proteínas en la membrana del organismo, o podría impedir que las células vivas produzcan sustancias que limitan sus beneficios para la salud.

"Aunque la bacteria está muerta", dijo Cani, "su actividad es muy fuerte. Esto también puede aumentar el perfil de seguridad para futuros enfoques".

Pueden pasar un par de años hasta que las bacterias muertas estén disponibles para los consumidores.

"Lo principal que debe suceder antes de que esto se convierta en una verdadera intervención clínica es un gran ensayo clínico con más personas y por un período de tiempo más prolongado", dijo Ken Cadwell, profesor asociado del Instituto Skirball de Medicina Biomolecular de NYU Langone Health. "Dados los resultados emocionantes de este estudio, estoy seguro de que esto sucederá pronto".