CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Perú

Perú, la tormenta perfecta

Por Carlos A. Montaner

Nota del editor: Carlos Alberto Montaner es escritor y analista político de CNN. Sus columnas se publican en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina. Montaner es, además, vicepresidente de la Internacional Liberal.

(CNN Español) -- Perú era una de las naciones que más crecía en América Latina en 2012 y 2013, según cifras del Banco Mundial. Es muy probable que ese fenómeno se esfume, dada la crisis institucional que vemos en Lima. Porque el crecimiento depende, en gran medida, de las inversiones, y la incertidumbre afectará muy negativamente al país en ese capítulo. 

Mientras estallaba la crisis institucional más reciente en Perú, el señor Jorge Barata revelaba en Curitiba, Brasil, los nombres de decenas de personas sospechosas de actos de corrupción instigados por la empresa Odebrecht en Perú.

El señor Barata era un alto ejecutivo de la compañía brasileña a cargo de la operación peruana.

Si hay un gran villano en este conflicto es la corrupción. Según el índice de percepción de la corrupción de 2018 compilado por Transparencia Internacional, Perú es el país 105 de 180 censados, y apenas alcanza 35 puntos de un total de 100 de los mejor valorados.

La corrupción y el cinismo con que se violan las leyes, explica que el conjunto de la sociedad peruana tenga muy mala opinión de los políticos y de las instituciones democráticas.

publicidad

Según varias encuestas, en abril de 1992, cuando Alberto Fujimori se dio un autogolpe y disolvió al Congreso, tuvo un 82% de apoyo popular. Los peruanos de entonces, como los de ahora, no confiaban en las instituciones. Preferían a los “hombres fuertes”.

MIRA: Ciudadanos en Perú: El Congreso y sus miembros han demostrado falta de interés

El problema es que los caudillos iluminados son también corruptos, y tanto Fujimori como Vladimiro Montesinos incurrieron en diversos delitos que acabaron llevándolos a la cárcel. 

Es decir, pese a las dificultades, no hay mejor modelo que las instituciones de la democracia, incluido el mercado, pero siempre que estén protegidas por un poder judicial independiente que cumpla y haga cumplir las leyes.

Mientras no contemos con ese factor, cada cierto tiempo nuestros países caerán en crisis.