(CNN) – Evo Morales dijo este domingo después de renunciar a su cargo de presdiente que no planeaba abandonar el país. “No necesito escapar. Quiero que la gente de Bolivia sepa que no le he robado a nadie, nada. Si alguien piensa que estamos robando, dígamelo. Presente la prueba”.
Morales renunció solo horas después de que prometió que se celebrarían nuevas elecciones y que el consejo electoral del país sería reemplazado luego de un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA). Una serie de presuntas irregularidades, que incluyen fallas en la cadena de custodia de boletas, alteración y falsificación de material electoral, redirección de datos a servidores no autorizados y manipulación de datos, impactaron el conteo oficial de votos, dijo la OEA.
En las horas posteriores al cierre de las urnas, los resultados preliminares mostraron que Morales estaba ligeramente por delante de su oponente, el expresidente Carlos Mesa. El estrecho margen habría provocado una segunda vuelta en diciembre.
Pero la oposición y los observadores internacionales comenzaron a sospechar después de que los funcionarios electorales detuvieron el conteo durante aproximadamente 24 horas sin una explicación. Cuando se reanudó el conteo, el liderazgo de Morales había aumentado significativamente. “Las manipulaciones al sistema informático (utilizado en las elecciones) son de tal magnitud que el Estado boliviano debe investigarlas profundamente para llegar al fondo (de este tema)”, dijo la OEA, en parte.
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La organización recomendó nuevas elecciones bajo el paraguas de “nuevas autoridades electorales para ofrecer un proceso confiable”.
El sábado, varias unidades policiales se unieron a esas llamadas, mientras que el jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, Williams Kaliman, dijo que sus unidades no enfrentarían a los manifestantes.
Otros funcionarios gubernamentales renunciaron el domingo, incluido el presidente y el vicepresidente del consejo electoral, conocido como el Tribunal Supremo Electoral.
Para el domingo por la noche, ambos habían sido arrestados por “crímenes electorales”, según la agencia estatal de noticias ABI de Bolivia.
La oficina del fiscal abrió una investigación sobre denuncias de falsificación de documentos, manipulación de datos y resultados alternativos, entre otros, informó la agencia de noticias.
En su carta, María Eugenia Choque, presidenta del tribunal electoral, dijo que renunciaba con la “firme convicción de que no he tomado ninguna medida para alterar la voluntad soberana del pueblo boliviano”.