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Vida

Los estadounidenses pesan más en esta década, pero menos adultos quieren bajar de peso

Por Scottie Andrew

(CNN) -- Los estadounidenses pesan más esta década que la pasada, pero menos adultos dicen que quieren perder peso.

Según una nueva encuesta de Gallup, 28% de los estadounidenses dijeron que pesaron 90 kilos o más entre 2010 y 2019, un salto de cuatro puntos desde 2001 hasta 2009. Aun así, menos estadounidenses se consideran ahora con sobrepeso u obesidad.

Eso podría reflejar cambios en la actitud hacia el peso, pero los encuestadores dijeron que no es un buen augurio para la salud. Los programas locales y estatales para abordar la obesidad no han sido suficientes para detener su propagación en Estados Unidos, a pesar del mayor riesgo de enfermedades mortales que acompañan al aumento de peso excesivo.

Los participantes autoinformaron su peso y su deseo (o falta de él) de perderlo. Menos adultos estadounidenses quieren perder peso en comparación con la última década: 54%. Casi el 40% de los hombres y las mujeres están contentos con su peso actual.

Quizá, como era de esperar, el 60% de las mujeres dijeron que todavía quieren perder peso, a pesar de que los hombres tienen más probabilidades de pesar 90 kilos o más (el 42% de los hombres encuestados en comparación con solo el 14% de las mujeres).

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El peso autoinformado del estadounidense promedio ha aumentado 1,8 kilos, subiendo a 80,7 kilos. En la década anterior, más de la mitad de los adultos encuestados pesaron dentro o por debajo de ese rango.

El IMC sigue subiendo

La obesidad se define típicamente como tener un índice de masa corporal de 30 o más, mientras que un IMC con sobrepeso comienza alrededor de 25.

Si bien 90 kilos no es un peso poco saludable para personas de 1,90 metros o más, para la mayoría de los estadounidenses que son más bajos, ese peso puede considerarse sobrepeso o incluso obesidad, según la calculadora de IMC para adultos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.

Los resultados de Gallup son autoinformados, por lo que los encuestados pueden no saber su peso exacto o dónde cae en el rango de IMC.

Pero estudios más profundos muestran resultados similares. Un informe de 2018 del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (CDC, por sus siglas en inglés), encontró que el peso promedio de hombres y mujeres está subiendo, a pesar de que su altura promedio se ha estancado.

El IMC estadounidense promedio calculado en ese estudio se situó en algún lugar alrededor de 30.

La obesidad como epidemia

La obesidad se considera una epidemia nacional en Estados Unidos. Más del 70% de los adultos tienen sobrepeso u obesidad, según una reciente Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición.

El aumento excesivo de peso está relacionado con una peor salud mental y varias causas principales de muerte en los EE.UU., incluidas enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes y algunos tipos de cáncer, según los CDC.

Los efectos secundarios de la obesidad pueden estar relacionados con una esperanza de vida continuamente más baja en Estados Unidos. Un estudio del Journal of the American Medical Association (JAMA) publicado esta semana encontró que las tasas de mortalidad en la mediana edad aumentaron más del 114% en las personas obesas.

Las causas de la obesidad complican su tratamiento. Los CDC dicen que algunas personas pueden estar genéticamente predispuestas a tener un mayor hambre, lo que las hace más propensas a ser obesas o aprender comportamientos que afectan la forma en que comen y ven los alimentos a lo largo de sus vidas.

La cultura también puede ser un culpable. Los alimentos baratos y altamente procesados están disponibles en EE.UU., donde las áreas urbanas están diseñadas alrededor de los conductores en lugar de los peatones o ciclistas, según le dijo el investigador de la Organización Mundial de la Salud Temo Waqanivalu a CNN en 2017.

Como tal, el tratamiento de la obesidad también es amplio y variado. El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón recomienda comer más alimentos saludables con menos calorías en lugar de sacrificar los alimentos por completo. Si la obesidad no es lo suficientemente extensa como para requerir medicamentos recetados o cirugía, los programas de control de peso pueden ayudar a facilitar cambios difíciles en el estilo de vida.

La encuesta de Gallup señala que el aumento se produjo simultáneamente con un nuevo lote de dietas de moda, que prometen resultados rápidos, a menudo a costa de eliminar nutrientes importantes. Debido a que muchas de ellas han surgido recientemente, los efectos a largo plazo de estas dietas para no perder peso todavía no se han estudiado a fondo.