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Sociedad

Una mujer grabó en un avión a otro pasajero que le empujó repetidamente su asiento reclinado: ¿quién tiene la razón?

Por Scottie Andrew

(CNN) – Se suponía que el vuelo debía durar menos de dos horas: ser rápido y sin problemas. Pero se convirtió en lo que una pasajera describió como una agresión dolorosa… y en últimas en el motivo de discusión acerca de lo que es la etiqueta adecuada dentro de los aviones.

Wendi Williams, quien se identifica a sí misma como una maestra en Virginia Beach, tuiteó sobre la experiencia que tuvo en un vuelo de American Airlines en enero.

En el video que publicó en Twitter, el cual se ha compartido ampliamente y ha sido reproducido miles de veces en línea, se observa cómo el hombre sentado detrás ella empuja repetidamente el respaldo de su silla con el puño. Según Williams, antes de que comenzara a grabar, él en realidad estaba golpeando con fuerza su asiento.

¿Por qué? Porque ella lo reclinó.

La acción del hombre y la decisión de Williams de reclinar el asiento sobre una fila en la que no se puede hacer lo mismo han provocado una acalorada conversación sobre la etiqueta a 9.000 metros de altura.

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Lo que ocurrió

Williams viajaba de una convención de maestros en Nueva Orleans hacia una conexión en Charlotte, Carolina del Norte, según escribió en Twitter. Las imágenes parecen mostrar que estaba sentada en la penúltima fila del avión.

Y entonces decidió reclinar su silla.

En algún momento del vuelo, el hombre sentado detrás de ella le pidió a Williams que enderezara su asiento a la posición vertical para poder comer en la bandeja del espaldar, dijo.

Y así lo hizo Williams, pero cuando él terminó de comer, ella reclinó su asiento una vez más, relató.
Fue entonces cuando él empezó a “martillar” la silla con su puño, indicó la pasajera. “Él estaba molesto porque yo había reclinado mi silla y la golpeó unas 9 veces - FUERTE”, escribió Williams.

En ese momento, Williams empezó a grabarlo.

En el video, el hombre, quien no ha sido identificado, mira a su teléfono ubicado sobre la mesa de bandeja y continúa empujando el asiento de Williams para que se mueva. Él parece estar sentado contra un pared y sin la posibilidad de reclinar su propio asiento.

Williams posteriormente catalogó el incidente de agresión.

“Me queda 1 disco cervical que no está fusionado”, escribió ella en Twitter. “Es escalofriante porque este es el tipo de lesión que podría provocarlo”, añadió.

Williams no respondió las múltiples solicitudes de CNN para obtener sus comentarios.

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La pasajera acusa a una azafata de ignorar sus súplicas

Williams no compartió detalles de su vuelo del pasado 31 de enero hasta este mes. Según explicó en su cuenta de Twitter, ella trató de manejarlo en privado con la aerolínea a través de mensajes directos, pero no estaba conforme con resolver las cosas en silencio.

“Tengo dolor”, escribió. “Perdí tiempo en el trabajo, tuve que ir a un médico, me hicieron radiografías y tuve dolores de cabeza horribles durante una semana”, añadió.

También dijo que alertó a una azafata tan pronto como comenzó el incidente de los golpes. Pero la mujer “puso los ojos en blanco” frente a Williams y le ofreció al hombre que ella acusa de golpear su asiento un poco de ron como cortesía, relató la mujer en un tuit.

“Ella me dio una advertencia de perturbación de pasajeros y amenazó con que me sacaran del avión”, dijo Williams. “Mi crimen fue reclinar mi asiento”, completó.

Después de transmitir sus quejas a American Airlines, Williams sostuvo que la aerolínea le respondió que se pusiera en contacto con el FBI para investigar sus reclamos. Ella no buscó la ayuda de la agencia.

En un comunicado enviado a CNN, American Airlines indicó que estaba al tanto de la “disputa del cliente”.

“La seguridad y la comodidad de nuestros clientes y miembros de equipo es nuestra principal prioridad, y nuestro equipo está investigando el problema”, señaló la compañía.

American Airlines confirmó el vuelo de Williams número 4392 de American Eagle el 31 de enero, operado por Republic Airways, pero no confirmó si ella había presentado cargos.

En Twitter, la mujer ha pedido repetidamente a la aerolínea que divulgue la identidad del hombre sentado detrás de ella.

¿Reclinar o no el asiento? Es un asunto que divide

Los pasajeros de aerolíneas tienen ciertos “derechos de vuelo”, descritos por el Departamento de Transporte de Estados Unidos, cuando compran un boleto de avión. Esos derechos aseguran que las compañías aéreas cumplan cosas como proporcionar agua a los pasajeros cuando se retrasen en la pista o, si están sobrevendidos pedirán a pasajeros voluntarios irse en otro vuelo antes de tomar esta decisión por otros que quizás no estén de acuerdo.

Pero la comodidad y el espacio personal no están entre esos derechos.

Lo que se debe y no se debe hacer en los viajes aéreos es un asunto que genera mucha división y se incumple con regularidad: ¿se aplican en el avión las mismas leyes que cumplimos en tierra? Todo, desde quién tiene la propiedad sobre el reposabrazos (expertos en etiqueta le dijeron a CNN en 2014 que el pasajero del asiento central obtiene ambos) hasta los que los animales que califican como mascotas de “apoyo emocional” (una nueva propuesta federal prohibiría que en esta categoría a criaturas como pavos reales, cerdos barrigones e iguanas a los vuelos) han encendido un feroz debate.

Aún así, existe la expectativa de que cuando vueles, respetarás a otros pasajeros y harás lo mejor frente a tu entorno estrecho. Golpear el respaldo del asiento de un pasajero es descortés, según muchas de las personas que respondieron en en los tuits de Williams. Pero, ¿estaba Williams equivocada también por invadir el espacio personal ya limitado del hombre?

Lilit Marcus, editora de CNN Travel con sede en Hong Kong, escribió en noviembre que reclinar las sillas debería reservarse para “ocasiones especiales”.

“Reclinar la silla es una forma de afirmar que tus necesidades de viaje, y solo las tuyas, son importantes”, escribió. “La gente está bien con hacerlo, pero a nadie le gusta cuando es quien está detrás”.

Los lectores de CNN estuvieron de acuerdo en gran medida.

Varios de ellos le dijeron a CNN en diciembre pasado que reclinarse es algo grosero, especialmente para los pasajeros sentados en clase económica que ya tienen un espacio limitado para sus piernas. Una lectora dijo que debido a su tipo de cuerpo, si el pasajero en frente de ella reclina su asiento, pierde la capacidad de usar la mesa de la bandeja para trabajar mientras vuela.

Incluso las aerolíneas están tomando partido

En abril de 2019, Delta reacondicionó muchos de sus aviones para reducir la distancia a la que la clase turista y los asientos de primera clase podían reclinarse. Una portavoz dijo a CNN que era parte de los “continuos esfuerzos de la aerolínea para hacer que la experiencia en vuelo sea más agradable”.

“Se trata de proteger el espacio personal de los clientes y minimizar las interrupciones de múltiples tareas en vuelo”, explicó el portavoz en ese momento.

El presidente ejecutivo de Delta también intervino. En una aparición el viernes en CNBC, Ed Bastian dijo que aunque no reclina su asiento en el avión, las personas deberían tener derecho a hacerlo, siempre y cuando pidan permiso.

“Si vas a recostarte en el espacio personal de alguien, primero preguntas si está bien”, indicó Bastian. “Nunca me reclino, porque no creo que como presidente ejecutivo deba hacerlo, y tampoco nunca digo nada si alguien reclina su asiento sobre mí”.