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Donald Trump

Coronavirus

Opinión | Trump está jugando con fuego con su manejo de la crisis del coronavirus

Por Frida Ghitis

Nota del editor: Frida Ghitis, exproductora y corresponsal de CNN, escribe sobre temas internacionales. Es colaboradora frecuente de opinión de CNN, columnista colaboradora del Washington Post y columnista de World Politics Review. Síguela en Twitter @fridaghitis. Las opiniones expresadas en este comentario son propias de la autora. Más opinión en CNNE.com/opinión.

(CNN) -- El presidente Donald Trump está jugando con fuego. Apenas 24 horas después de que les dijo a los gobernadores de la nación: “Van a tomar sus propias decisiones”, cuando se trata de reabrir la economía, el presidente publicó una serie de mensajes incendiarios en Twitter que parecían incitar a sus seguidores a rebelarse contra las órdenes de quedarse en casa.

“LIBEREN MICHIGAN!” gritó en un tuit. Emitió tuits similares que pedían la liberación de Minnesota y Virginia, incluido un inquietante adendum a los leales para “salvar su gran segunda enmienda”, y agregó: “¡Está asediada!” No está claro por qué Trump mencionó el derecho a portar armas en referencia a las medidas para mitigar la pandemia, pero el lenguaje es familiar. ¿Quién puede olvidar sus comentarios en un mitin en 2016, cuando consideró la posibilidad de que Hillary Clinton pudiera ganar las elecciones presidenciales? “Si ella elige a sus jueces, no hay nada que puedan hacer amigos”, dijo Trump antes de agregar, “aunque la gente de la Segunda Enmienda, tal vez sí, no lo sé“.

Cuando habla de “liberar” un estado, está pidiendo una repetición de lo que ocurrió en Michigan el miércoles, cuando miles de manifestantes, muchos de ellos con carteles de Trump, con sombreros MAGA y cantando “¡Ciérrenla!“, protestaron contra las órdenes de quedarse en casa emitidas por la gobernadora Gretchen Whitmer en un esfuerzo de vida o muerte por frenar una pandemia que ya acabado con la vida de miles en su estado, uno de los más afectados del país.

¿Qué es exactamente lo que Trump está tratando de hacer? Esta no es una señal sonora que está fuera de rango. Todos podemos escucharlo. Trump está pidiendo una revuelta abierta en tres estados, potencialmente competitivos en 2020 y administrados por gobernadores demócratas. Los tres estados también albergan a miles de personas diagnosticadas con covid-19, una enfermedad que ha matado a decenas de miles de estadounidenses, con el potencial de matar a millones en Estados Unidos si se le permite seguir libremente su curso en la población.

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Incluso si se le juzga según su propio historial, estos mensajes incendiarios de Trump, están más allá del límite por muchas razones.

Primero, el presidente está socavando las pautas que anunció personalmente un día antes. Ninguno de los estados cumple con los requisitos que describió desde el podio el jueves para comenzar a reabrir la economía. El enfoque paso a paso requiere una cuidadosa consideración antes de que se relajen las restricciones, para evitar el resurgimiento del implacable coronavirus. Al contradecir su propia guía, elaborada con la ayuda de expertos en salud pública, el presidente socava la credibilidad de todo el esfuerzo de mitigación. Las protestas masivas pueden propagar el virus al enviar el mensaje de que es seguro ignorar las órdenes de quedarse en casa. Los tuits de Trump, si se tienen en cuenta, es probable que causen más muertes.

Segundo, Trump está llamando a la desobediencia durante el momento más inestable. Es comprensible que la gente se sienta tensa e inquieta; para muchos, sus ingresos están desapareciendo. La ira y la frustración se encuentran justo debajo de la superficie. No tomaría mucho para que las protestas pacíficas se volvieran violentas. La alusión de Trump al derecho a portar armas hace que el prospecto deviolencia sea más ominoso.

En tercer lugar, Trump puede descubrir que una vez que incita a sus seguidores, es posible que no pueda controlarlos si deciden actuar. Estos son tiempos diferentes a todos los que hemos experimentado. Las emociones están a flor de piel. Ese es un lienzo tentador para un demagogo que busca diseñar su propia versión de la realidad, pero no hay garantía de que Trump pueda controlar lo que desata.

El gobernador de Washington Jay Inslee acusó al presidente de “fomentar la rebelión nacional”. Él no fue el único que vio eso como el mensaje. Después de la serie de tuits de Trump, los extremistas de derecha cuestionaron si el presidente pedía un “boogaloo”, un término creado por 4chan -foro online- que los extremistas usan para describir una insurrección armada.

Trump: Hicimos más pruebas de covid-19 que ningún otro país 1:43

¿Por qué Trump está socavando su propio mensaje solo 24 horas después de emitirlo? ¿Por qué está arriesgando un resurgimiento del virus que podría amenazar su reelección?

Trump, comprensiblemente, está ansioso por el impacto del cierre en la economía y en su futuro político. Odia que los expertos le estén diciendo que reabrir demasiado pronto conduciría a un desastre aún mayor. Los expertos le dicen una cosa, pero algunos ejecutivos corporativos, junto con los anfitriones de Fox News, tienen un mensaje diferente: reabrir y no creer en los científicos.

Las protestas de Michigan fueron organizadas por un grupo político pro Trump y elogiaron a Fox. Los anfitriones de horario estelar, incluidos Tucker Carlson, Sean Hannity, Jeanine Pirro y otros, comentaron el amor de los manifestantes por la libertad. Laura Ingraham se regocijó: “¡Es hora de recuperar tu libertad!” Pirro le dijo a Hannity que “el espíritu estadounidense es demasiado fuerte y los estadounidenses no lo van a permitir”, prediciendo que las protestas se extenderían por todo el país.Trump parece estar desgarrado. En la Casa Blanca, escucha al Dr. Anthony Fauci y a la Dra. Deborah Birx decirle que vaya poco a poco, en la reapertura. En televisión, sus masajistas del ego le dicen que es un error.

Pero hay más. Trump tiene el sexto sentido de un populista para explotar las frustraciones de las masas. El cierre ya ha destruido decenas de millones de empleos, dejando a innumerables estadounidenses privados de ingresos y temiendo el futuro. Trump no quiere que lo consideren responsable de nada de eso. Al incitar a los disturbios en los campos de batalla con los gobernadores demócratas, le está diciendo a la gente a quién responsabilizar de sus problemas, mientras se abre camino para su reelección.

Es una estratagema astuta, pero condenada al fracaso. Él sigue siendo presidente. Será responsable. Su desesperado esfuerzo por cambiar la responsabilidad podría empeorar la situación. Al agitar una antorcha encendida en medio de un desastre, puede comenzar un incendio en los escombros.