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Una “burbuja de viajes” entre Australia y Nueva Zelandia podría ser un modelo para el futuro

Por Julia Hollingsworth

(CNN) – Puede pasar algún tiempo antes de que los turistas vuelvan a viajar por el mundo. Pero, ¿qué pasaría si pudieras desplazarte a través de partes designadas y aprobadas?

Los políticos de Australia y Nueva Zelandia están discutiendo la posibilidad de abrir fronteras entre los dos países, creando un corredor o una “burbuja de viajes” en sus territorios.

Las dos naciones cerraron casi por completo sus fronteras a ciudadanos extranjeros en marzo, lo que implicó un gran golpe para sus respectivas industrias turísticas. Pero ahora, que estos países al parecer lograron controlar sus brotes de coronavirus, los políticos están discutiendo cuándo se podrían abrir las fronteras entre ellos.

“Si hay algún país con el que pudiéramos reconectarnos primero, sin duda es Nueva Zelandia”, aseguró el primer ministro de Australia Scott Morrison el mes pasado.

“Esa es una situación en la que a todos nos gustaría estar. Pero, por supuesto, nuestro enfoque número uno en este momento es asegurarnos de que los dos países están en la posición de manejar el covid-19 a nivel nacional hasta el punto en que podamos abrir las fronteras con confianza”, señaló la primera ministra de Nueva Zelandia, Jacinda Ardern, el pasado 27 de abril.

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“Una cosa que no estoy dispuesta a hacer es perjudicar la posición en la que se encuentra Nueva Zelandia por apresurarnos a abrir nuestras fronteras, incluso a Australia”.

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No está claro cuándo esta “burbuja” podría ser una realidad: actualmente los dos países mantienen restricciones de viajes nacionales y todas las llegadas internacionales están sujetas a una cuarentena de 14 días.

Los expertos de la industria de viajes indican que en agosto podría ser la implementación de este corredor, posiblemente a tiempo para la temporada de esquí en Nueva Zelandia y las vacaciones escolares en septiembre.

Una relación especial

Existen algunas razones por las que Nueva Zelandia y Australia serían la primera elección del otro para abrir sus fronteras.

Aunque los dos países están separados por unos 2.000 kilómetros (cerca de 1.243 millas) de mar, mantienen una de las relaciones bilaterales más cercanas del mundo. Las personas con pasaporte australiano pueden viajar y trabajar en Nueva Zelandia indefinidamente sin una visa, y viceversa.

Los dos países también contribuyen en gran medida a la industria turística del otro.

Los australianos representan casi el 40% de las llegadas internacionales a Nueva Zelandia, y alrededor del 24% del gasto de visitantes extranjeros en el país. Eso es especialmente significativo en Nueva Zelandia, donde el turismo es la industria de exportación más grande del país. (El turismo se considera una industria de exportación porque implica el uso de efectivo extranjero para comprar bienes y servicios).

En cuanto a Australia, los neozelandeses representan alrededor del 15% de los visitantes internacionales del país, y alrededor del 6% del gasto de los extranjeros. El turismo representa miles de millones para Australia, pese a que es la cuarta industria de exportación más grande del país.

En las dos naciones, las industrias turísticas han recibido un gran golpe a raíz del brote de coronavirus, así que no es de extrañar que los representantes de la industria estén de acuerdo con la perspectiva de una “burbuja de viajes”.

“El mensaje del lado de la industria es que la burbuja es un proyecto con posibilidades”, dijo Simon Westaway, director ejecutivo del Consejo Australiano de la Industria del Turismo, y agregó que esta era la única forma de llevar turismo internacional a Australia en un futuro cercano.

“Si podemos añadir a los australianos, eso sería enormemente beneficioso para la supervivencia de las empresas de turismo y miles de empleos”, destacó Chris Roberts, presidente ejecutivo de Tourism Industry Aotearoa, que representa a la industria del turismo en Nueva Zelandia. Roberts añadió que la cantidad de dinero que los visitantes gastan en el país se redujo en al menos 2.000 millones de dólares neozelandeses (1.220 millones de dólares) al mes.

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Pero Roberts no espera que se alcancen los mismos niveles de turistas australianos en Nueva Zelandia antes del covid-19: él cree que muchos optarían por viajar solo a nivel nacional.

En Australia, algunos operadores turísticos centraron su atención en China, que representa aproximadamente el 15% de los visitantes que llegan Australia y el 27% del gasto turístico total. Westaway sostuvo que esas empresas tendrían que adaptarse y descubrir cómo atraer a más viajeros neozelandeses.

¿Cómo funcionaría?

Algo para tener en cuenta: Australia se compone de estados y territorios, y algunos de ellos actualmente tienen reglas adicionales de cuarentena vigentes. Por ejemplo, una persona que viaja desde Sydney (en Nueva Gales del Sur) a Brisbane (en Queensland) necesitaría someterse a un período de aislamiento de 14 días.

Los aeropuertos también tendrían que implementar nuevos procedimientos.

Roberts imagina un futuro en el que los turistas puedan llegar al aeropuerto, hacerse la prueba de detección de covid-19 y solo se les permita subir al avión si el resultado es negativo. Una vez que llegan a su destino, se les puede medir la temperatura. También es posible que los viajeros necesiten proporcionar más información de lo habitual para poder localizarlos fácilmente, en caso de ser necesario.

Ahora, tanto Roberts como Westaway creen que la burbuja solo funcionaría si se elimina el actual período de cuarentena de 14 días para cualquier persona que ingrese al país.

Una vez que la “burbuja de viajes” se ponga a prueba, Nueva Zelandia podría incluir a otros territorios en la medida, tal vez Taiwán y Hong Kong, dijo Roberts.

“Creo que será país por país”, indicó. “Una apertura general de las fronteras podría estar muy lejos”, aclaró.

¿Podría la “burbuja de viajes” hacerse más grande?

También hay algunas discusiones sobre la ampliación de la burbuja para incluir las islas del Pacífico.

Desde el punto de vista de salud, las naciones de las islas del Pacífico parecen haber escapado del brote de coronavirus en gran medida ilesas. Fiji, la nación de las islas del Pacífico más afectada, ha reportado solo 18 casos de coronavirus y ninguna muerte. Guam, que es un territorio estadounidense y no una nación, ha informado de más de 140 casos de coronavirus y cinco muertes.

Muchas naciones insulares del Pacífico cerraron sus fronteras bastante rápido para protegerse contra la posible propagación.

Pero la pandemia ha afectado el turismo de esta zona, una de las regiones más dependientes de la ayuda en el mundo.

Ardern ha pedido precaución al incluir el Pacífico: “Nuestros vecinos del Pacífico en gran parte no han sido afectados por el covid-19, y lo último que queremos es arriesgar eso”.

Pero ampliar la “burbuja de viajes” entre Australia y Nueva Zelandia –al menos a algunas islas del Pacífico– ayudaría a impulsar la industria turística de las islas, sostuvo Stephen Howes, director del Centro de Políticas de Desarrollo de la Universidad Nacional de Australia, en Canberra.

“Para muchas personas es muy difícil”, dijo acerca del efecto sobre el turismo en el Pacífico. “Algunos han regresado a su pueblo... la gente simplemente está luchando por sobrevivir”, mencionó.

“Obviamente, ningún país se vería obligado a hacer esto”, advirtió, y agregó que el corredor de viaje siempre se puede detener si no funciona. “Sería una tarea compleja... pero ciertamente vale la pena intentarlo”, acotó.

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Además, incluir a las islas del Pacífico también ayudaría a Australia y Nueva Zelandia, permitiendo que los trabajadores migrantes ingresen a ambos países. La medida podría tener un gran impacto de poder en la región, que es de importancia estratégica para Nueva Zelandia, Australia y China.

“Esta es una prueba real”, sostuvo Howes. “Si Australia y Nueva Zelandia continúan y solo tienen una asociación trans-Tasman, realmente podrían antagonizar con el Pacífico. Sería como ‘bueno, realmente no importa’”.

Roberts coincidió en que la burbuja beneficiaría al Pacífico, y dijo que sin turismo, sus economías están en serios problemas.

“En términos de ayuda económica para nuestros vecinos del Pacífico, eso sería lo mejor que podríamos hacer por ellos, siempre que podamos realizarlo de manera segura”, manifestó.

¿Es este el futuro de los viajes?

Una posible burbuja de viajes entre Australia y Nueva Zelandia podría terminar siendo un modelo para el resto del mundo, según Roberts y Westaway.

Al igual que otros países, Nueva Zelandia y Australia deberán tener cuidado de no apresurarse y causar una segunda ola de covid-19.

Implementar acciones demasiado rápido también podría poner en peligro su imagen ante los turistas internacionales, que consideran a los países como lugares limpios y confiables.

Pero en general, Roberts y Westaway están optimistas.

“Si (el detalle) se puede resolver entre Nueva Zelandia y Australia, también se pueden aplicar a otros lugares”, aseguró Roberts.

“Ahora se presta mucha atención a esta parte del mundo debido al aparente éxito de Nueva Zelandia y Australia en contener el brote del virus. Si también podemos encontrar una forma de reanudar los viajes entre países, estoy seguro el resto del mundo resultará muy interesado en ver cómo funciona eso”, agregó.