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Hong Kong / Sydney (CNN Business) – El director ejecutivo de la empresa minera Rio Tinto, Jean-Sébastien Jacques, dimitió debido a la presión de los inversores por la destrucción perpetrada por la empresa de un sitio indígena sagrado de 46.000 años en Australia para ampliar una mina de hierro.

Jacques se irá una vez que se elija a su sucesor o a finales del próximo mes de marzo, lo que ocurra primero, según la empresa.

Otros dos ejecutivos también se van: Chris Salisbury, director del negocio de mineral de hierro, y Simone Niven, ejecutiva del grupo de relaciones corporativas. Salisbury dejará su cargo inmediatamente y abandonará la empresa a finales de año.

Niven también saldrá a finales de diciembre.

Las acciones de Rio Tinto bajaron casi un 1% en Sydney el viernes.

“Estuvo mal”

“Lo que sucedió en Juukan estuvo mal”, dijo el presidente de Rio Tinto, Simon Thompson, en un comunicado, refiriéndose a la destrucción de dos refugios rocosos en Australia Occidental que contenían artefactos que indican decenas de miles de años de ocupación humana continua.

“Estamos decididos a asegurar que la destrucción de un sitio patrimonial de tan excepcional importancia arqueológica y cultural nunca vuelva a ocurrir en una operación de Rio Tinto”, agregó Thompson.

Los tres ejecutivos seguirán recibiendo algún pago como parte de los términos de sus contratos, incluidas las recompensas de incentivos a largo plazo.

Ya han sido penalizados con un total de 3,8 millones de libras (aproximadamente US$ 5 millones) en bonificaciones por recorte.

Destrucción de cuevas milenarias

La destrucción de las cuevas de Juukan Gorge se llevó a cabo el 24 de mayo a pesar de una batalla de siete años por parte de los custodios locales de la tierra, el pueblo Puutu Kunti Kurrama y Pinikura, para proteger el sitio. Rio Tinto se disculpó en junio.

En un informe publicado el mes pasado, la empresa dijo que no cumplió con algunos de sus propios estándares “en relación con la gestión responsable y la protección del patrimonio cultural”.

Pero no despidió a ningún ejecutivo, una decisión que generó críticas de grupos de inversores que acusaron a la empresa de no asumir la plena responsabilidad de la demolición de las cuevas.

Las cuevas tenían un valor arqueológico significativo y un profundo significado cultural para el pueblo aborigen.

En la declaración del viernes, Rio Tinto reconoció que “las partes interesadas importantes han expresado su preocupación sobre la responsabilidad ejecutiva por las fallas identificadas”.

“Solo es el primer paso”

Algunos grupos de defensa en Australia acogieron con satisfacción la decisión de Rio Tinto.

“Este es solo el primer paso en un largo camino hacia la restauración de las buenas prácticas y la reputación de Rio Tinto en sus relaciones con los pueblos indígenas”, dijo en un comunicado James Fitzgerald, jefe de asesoría legal y estrategia del Centro Australasia para la Responsabilidad Corporativa.

“El daño es irreparable”, agregó. “Necesitaremos escuchar al pueblo [de Puutu Kunti Kurrama y Pinikura] si están satisfechos con las reparaciones que Rio Tinto ha ofrecido”.

El Consejo Nacional de Títulos Nativos, una organización que representa los derechos e intereses de los grupos de custodia indígenas, también dio la bienvenida a las salidas.

“Pero este no es el final”, tuiteó el director ejecutivo Jamie Lowe. “Rio debe ahora emprender una revisión dirigida por aborígenes y un cambio cultural a gran escala”.