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Donald Trump

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Trump pierde la paciencia con el director de los CDC, tras varios mensajes contradictorios

Por Jeremy Diamond, Nick Valencia, Sara Murray

(CNN) –– El presidente Donald Trump perdió la paciencia con el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), Dr. Robert Redfield, así como con otros expertos de salud pública en su equipo de respuesta al coronavirus. Esto debido a que sus mensajes austeros sobre el futuro de la pandemia chocan con las evaluaciones optimistas del presidente.

Trump cree que los avances no ocurren lo suficientemente rápido, según personas cercanas a sus consideraciones. Las frustraciones del presidente han hecho que algunos se cuestionen si Redfield peligra en el cargo. Sin embargo, un asesor del presidente dijo que no se esperaban cambios importantes en el personal por parte de Trump antes de las elecciones.

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Empleados han señalado que varios factores están afectando a los CDC, desde arriba abajo. Entre esos asuntos están la amenaza siempre inminente y las desautorizaciones públicas de Trump al director de los CDC. También, la tendencia de Redfield a plegarse a la Casa Blanca. Algunos funcionarios se han cuestionado si su trabajo en realidad hace una diferencia. Mientras, otros han considerado incluso renunciar. Además, si los ánimos caído pueden estar obstaculizando la respuesta a la pandemia.

Ocho funcionarios y exfuncionarios de salud pública describieron a CNN que en las agencias encargadas de la respuesta al coronavirus hay un ambiente demoledor. El cual ha sido provocado por un presidente que intenta contradecir mensajes críticos de salud pública y restar importancia a la amenaza del virus. A eso se suma la presión políticamente motivada de la Casa Blanca. También las acusaciones sin fundamento de designados políticos que señalan a los científicos del gobierno de participar un "estado profundo" desleal.

"La moral está más baja que nunca y no tenemos confianza en nuestro liderazgo", dijo un funcionario de los CDC. "La gente se siente miserable y es una vergüenza porque esta pandemia todavía está en curso y necesitamos una respuesta sólida de salud pública".

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Dentro de la Casa Blanca, los doctores Deborah Birx y Anthony Fauci han luchado contra la creciente influencia del Dr. Scott Atlas. Se trata, justamente, del nuevo asesor de coronavirus favorito de Trump: un neurorradiólogo, sin experiencia en salud pública o enfermedades infecciosas, cuyas opiniones se alejan bastante de los principales expertos en salud pública. Birx ha dicho a las personas cerca de ella que está "angustiada" con la dirección del grupo de trabajo de coronavirus. Incluso, ha mencionado no está segura de cuánto tiempo más podrá continuar sirviendo como coordinadora de ese esfuerzo.

El testimonio de Redfield en el Congreso

Y en la Administración de Medicinas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) las cosas no están mejor. Los principales funcionarios de carrera de la agencia escribieron un artículo de opinión en The Washington Post a principios de este mes, en el que reafirmaron la independencia y el compromiso de la agencia con la ciencia. Esto en medio de la presión política de la Casa Blanca y las acusaciones de "estado profundo" del presidente.

En un guiño al bajo estado de ánimo que envuelve a su agencia, Redfield expresó su decepción durante una audiencia en el Senado este miércoles. En su intervención, se refirió a las extremas acusaciones del portavoz del Departamento de Salud (HHS, por sus siglas en inglés) Michael Caputo, quien ya no está en el cargo. Caputo aseguró que los científicos de los CDC son parte de un "estado profundo" en "sedición".

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"Quiero agregar, ya saben, lo decepcionado que he estado personalmente luego de que personas del HHS hicieran comentarios sobre que sentían que había un estado profundo en los CDC", dijo Redfield. Luego, calificó los comentarios de "ofensivos".

"Obviamente, la gente no entiende la capacidad de absorber la energía de personas que trabajan 24/7 cuando son criticadas o caracterizadas injustamente", continuó. "Y realmente ese es el verdadero daño de todo esto", añadió. Sin embargo, el director de los CDC no mencionó que Trump también calumnió a algunos científicos del gobierno como parte de un "estado profundo".

"Una frustración creciente"

La presión y desilusión que viven funcionarios de los CDC no son aisladas. Expertos en salud y funcionarios de carrera que trabajan en la respuesta a la pandemia en todo el gobierno comparten los mismos sentimientos.

"Creo que esto ha sido una frustración creciente durante meses. Y ahora está empeorando", aseguró Olivia Troye. Ella renunció el mes pasado como asesora de seguridad nacional del vicepresidente Mike Pence. Lo hizo después de meses de colaborar con el grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca.

Troye señaló que muchos de los expertos en salud pública con los que trabajó se han desmoralizado. Según dijo, esto se debe al trabajo interminable que enfrentan, combinado con las acciones del presidente y la Casa Blanca por socavar la situación.

"Es increíblemente difícil dedicar el trabajo de toda su vida a una misión mayor en nombre del pueblo estadounidense, y que la Casa Blanca y la gente en altos cargos lo ignoren por completo", dijo Troye. "Y no ha pasado solo una vez, ha ocurrido sin cesar.

Los comentarios de Redfield en su testimonio ante el Congreso solo tocaron la superficie del profundo malestar dentro de su propia agencia. Un sentimiento alimentado, en parte, por cómo ha dirigido los CDC y se ha sometido a la presión de Trump. Además de los errores que ocurrieron bajo su supervisión.

Varios golpes a los CDC, en medio de las críticas de Trump

Recientemente, los golpes contra los CDC han ocurrido a un ritmo vertiginoso.

El mes pasado, bajo la dirección del zar de pruebas de la Casa Blanca, los CDC modificaron las pautas para las prueba de coronavirus. La guía actualizada para disuadía a algunas personas asintomáticas de realizarse la prueba a pesar de la creciente evidencia de que estos individuos propagan el virus. La decisión fue duramente criticada por expertos en salud pública, tanto dentro como fuera del gobierno.

En medio de la polémica, los CDC revirtieron la pauta la semana pasada.

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Redfield también perdió la confianza de algunos miembros de su agencia. En parte, porque ha cedido repetidamente a la presión de la Casa Blanca y por las amonestaciones públicas del propio presidente.

El mismo miércoles, horas más tarde y desde el podio de la Casa Blanca, se volvió a contradecir a Redfield. Esta vez fue Atlas. Un funcionario federal de salud dijo que Redfield "exteriormente" no expresó "ninguna frustración".

Apenas la semana pasada, Redfield se retractó sobre sus comentarios contundentes y fundamentados en la ciencia, sobre dos asuntos clave: la importancia de las máscaras y el tiempo para tener una vacuna. Su rectificación llegó después de que Trump contradijera al director de los CDC públicamente y asegurara que había cometido un error. Algunas fuentes de los CDC dijeron que el director ha tenido cuidado de seguir la línea política de la Casa Blanca. Mientras, dos altos funcionarios lo llamaron un "comunicador ineficaz".

De vuelta al Capitolio esta semana, Redfield enfrentó preguntas sobre una nueva controversia. Esta vez fue la eliminación de una nueva guía sobre la transmisión aérea del virus que, según la agencia, se publicó sin ser revisada adecuadamente.

Una moral afectada

"Creo que el personal se siente bastante deprimido", dijo a CNN un funcionario veterano de los CDC. "Nos enorgullecemos de servir al pueblo estadounidense y ser acusados ​​de sedición o de desconfianza nos afecta".

Si bien la moral en la agencia está golpeada, añadió este funcionario, no han escuchado a nadie expresar un menor compromiso de hacer lo correcto y continuar tratando de salvar vidas.

Pero los errores, las desautorizaciones de la Casa Blanca y lo que algunos denominaron el liderazgo "ineficaz" de Redfield está cobrando un precio práctico. Lo que hace que algunos funcionarios de los CDC se muestren reacios a rotar en la estructura de gestión de incidentes para la respuesta al coronavirus. Un área de rotación anteriormente codiciada en la agencia. La situación se debe a preocupaciones sobre cómo se está manejando la respuesta y una sensación de inutilidad entre algunos, dijo un funcionario.

"¿Por qué pasar tanto tiempo tratando de hacer algo que el gobierno no va a escuchar ni a prestar atención?", sostuvo este funcionario.

Una profesional de salud pública con 14 años de experiencia le dijo a CNN que se sentía ansiosa de ir a trabajar todos los días. Añadió que eso la ha llevado a buscar ayuda para su salud mental. La empleada, que estaba visiblemente disgustada durante su entrevista con CNN, dijo que a veces se sentía avergonzada de trabajar en los CDC y que piensa con frecuencia en renunciar.

"No hay compasión, no hay comprensión. Es una cultura de 'no te quejes'", dijo la funcionaria de salud pública.

Jim Acosta, de CNN, contribuyó a este informe.