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Empleo

OPINIÓN | Nueva ola migratoria, el efecto mariposa del trabajo remoto

Por Silvina Moschini

Nota del editor: Silvina Moschini es emprendedora especializada en la transformación digital del mundo del trabajo. Es fundadora y presidenta de TransparentBusiness, una plataforma que permite gestionar equipos remotos de forma transparente. Además, es fundadora y presidenta ejecutiva de SheWorks!, una tienda virtual para contratar mujeres profesionales con modelos flexibles. Las opiniones expresadas en este comentario pertenecen exclusivamente a la autora. Mira más artículos de opinión en CNNE.com/opinion

(CNN Español) -- Los emprendedores sabemos que a partir de los hechos críticos, surgen las oportunidades. La tecnología ha sido un gran aliado para contener parcialmente el impacto de la pandemia. Al acelerar el trabajo remoto, muchas organizaciones mantuvieron la continuidad del negocio y a su gente segura. Ahora, esto replantea la adopción de nuevos modelos laborales y la geografía de la fuerza laboral.

Tradicionalmente, la búsqueda de mejores oportunidades laborales ha sido uno de los principales motivos por el que las personas migran; y el ejemplo más conocido había sido el trabajo estacional en la época de cosecha; sin embargo, con el tiempo hemos visto que los conflictos, la violencia, inestabilidad económico-política, y ahora la pandemia, han contribuido a incrementar estos movimientos.

En el caso específico de la pandemia, esta detonó el trabajo remoto y, con ello, una aceleración tanto de una transformación tecnológica con el mayor uso de sistemas y herramientas digitales, que se prevé aumente tres o cuatro veces en el corto plazo; así como a nuevas dinámicas de trabajo. Ahora es evidente que el trabajo es lo que se hace y no necesariamente el lugar al que se va.

Con el trabajo virtual, la fuerza laboral sabe que tiene la posibilidad de alcanzar los resultados esperados desde cualquier ubicación geográfica. Según un análisis de Economist Report, se estima que entre 14 y 23 millones de estadounidenses evalúan mudarse a lugares más económicos al interior del país y continuar su trabajo de manera remota.

El covid-19 llegó en un momento donde la tecnología ya hacía posible que las personas tuvieran acceso a más información, bienes y servicios desde cualquier lugar del mundo, según un informe de la ONU. La transformación que conlleva el trabajo remoto marca un hito en la historia de los movimientos migratorios, comparable a lo que pasó después de la Gran Depresión o de la Segunda Guerra Mundial.

La aceleración en la implementación de tecnología digital y modelos de trabajo remoto forman parte de un cambio sin precedente, aunque pronosticado, con múltiples retos y beneficios.

Talento laboral sin fronteras

En el último año, la mayor adopción del trabajo remoto ha impulsado que la tasa de deserción de las grandes ciudades haya aumentado. Así, los nómadas digitales están abandonando los centros urbanos en busca de rentas más económicas y destinos más atractivos; ya sea por motivos geográficos o personales.

Un 20,6% de los encuestados que viven en alguna de las ciudades más importantes de Estados Unidos declaró que planea mudarse, y 52,5% quiere hacerlo a una vivienda que sea, al menos, 10% más económica que la actual. Las altas rentas que se pagan en ciudades como San Francisco o Nueva York explican el surgimiento de nuevos enclaves. Por ejemplo, Miami está consolidándose como nuevo hub digital y base de operaciones de varias de las compañías más prometedoras de Estados Unidos y América Latina.

Aún no podemos aseverar cuál será el alcance que esta migración de trabajo y las tecnologías asociadas tendrán en el mundo de los negocios, pero su consecuencia más obvia es una distribución menos hegemónica de la fuerza laboral en ciertos lugares, lo que puede ayudar a los trabajadores a calibrar mejor su ingreso con su renta.

En este contexto, el lado empresarial también se beneficia, pues tiene acceso a contratar talento ubicado en cualquier parte del mundo. De hecho, se pronostica que 2021 será el año de la consolidación de la contratación virtual, una tendencia que surgió el año pasado con la adaptación de los departamentos de Recursos Humanos a nuevas plataformas tecnológicas que permiten concretar la contratación y gestión de equipos virtuales.

Esto favorece también a los segmentos que enfrentan desafíos de empleabilidad por motivos de tiempo y espacio como las personas con capacidades diferentes, los veteranos, las mujeres y las personas que viven en áreas rurales.

Otro aspecto relevante del trabajo a distancia es el impacto a la productividad, ya que se prevé que esta se duplique en 2021, según Enterprise Technology Research. Adicionalmente, la capacidad de adaptación también tiene un efecto en las ocupaciones en sí mismas ya que se estima que al menos 25% de los trabajadores va a cambiar de profesión a raíz de esta oportunidad.

Conectividad, factor clave y democratizante

Si bien en varias regiones la transformación tecnológica, trabajo remoto y migración se mueve con mayor velocidad, en América Latina el panorama es un poco diferente por varias razones.

Un factor que se observó al inicio de la pandemia fue un movimiento de latinoamericanos que regresaron a sus países de origen, aun cuando ya tuvieran una vida construida en otro lugar. Aunque las restricciones fronterizas mermaron en cierta forma los movimientos migratorios en la región, el flujo hacia las grandes ciudades, que son las que tradicionalmente concentran las oportunidades laborales, se ha mantenido.

En material digital, según la Cepal, 67% de la población en la región tiene acceso a internet. Sin embargo, el promedio de trabajos que pueden hacerse desde casa es solo del 20%, inferior al de otras economías de similar ingreso; según datos del National Bureau of Economic Research.

Esto es un llamado a la reflexión y acción. Sin conectividad, no hay continuidad de trabajo. Y esto tiene un impacto en la parte laboral, de salud y educación. Tener una conectividad adecuada se convierte en un factor incluyente y democratizante que brinda oportunidades para todos, independientemente del lugar o país en que se encuentren.

Es verdad que, con el trabajo remoto, la gestión a distancia de los empleados se ha convertido en un desafío y ha sido necesario redefinir el liderazgo en tiempos disruptivos. El mayor reto es mantener la confianza y tener la habilidad de colaborar de manera unificada en equipos distribuidos. Los supervisores deben replantearse cómo llevar un seguimiento sin controlar o asfixiar a la gente.

¿Prefieres seguir trabajando desde casa o regresarías a la oficina? 1:06

Estos supervisores necesitan herramientas digitales que les permitan llevar una administración basada en expectativas claras y enfocada en rendición de cuentas. Para ello, la transformación tecnológica y digital es fundamental. Es necesario eliminar las barreras que impiden el trabajo remoto, implementar planes innovadores y de largo plazo; y no reaccionar solo en situaciones de crisis.

Sin duda, para acelerar la transformación tecnológica que despliegue todo el potencial que ofrece el trabajo a distancia, es necesario que la iniciativa privada y gobiernos trabajen de manera más coordinada y visionaria; así como la adopción de políticas que apoyen la eficiencia y transparencia.

En conjunto, es una fórmula ganar-ganar pues los empleados tienen acceso a una mayor calidad de vida, condiciones laborales y desarrollo profesional atractivo independientemente de su ubicación; lo cual tiene un impacto directo y positivo en el desarrollo de los negocios y, a su vez, de la comunidad.

Como planteamos al inicio, a partir de los hechos críticos, surgen las oportunidades, y esta es una que debemos aprovechar para crear más empleos y darle a las personas la posibilidad de mejorar su calidad de vida.