Nota del editor: Peter Bergen es analista de seguridad nacional de CNN, vicepresidente de New America y profesor en la Universidad Estatal de Arizona. Es autor del libro de próxima aparición “The Rise and Fall of Osama bin Laden”. Las opiniones expresadas aquí le pertenecen. Ver más opiniones aquí.
(CNN) – El jueves, el presidente Joe Biden habló en defensa de su mal pensada y precipitada salida de Afganistán, en unas declaraciones plagadas de hombres de paja y cargadas de afirmaciones falsas.
En primer lugar, Biden sostuvo que estaba obligado por un acuerdo del gobierno de Donald Trump de 2020 con los talibanes para retirar todas las tropas de Estados Unidos para mayo de 2021. Pero ese fue un acuerdo llevado a cabo por una administración anterior, por lo que carece de obligatoriedad, y se basaba en que los talibanes rompieran con al Qaeda.
No lo hicieron, según la ONU en un informe publicado el mes pasado.
También se basaba en que los talibanes se comprometieran con el gobierno de Afganistán en verdaderas negociaciones de paz.
No lo han hecho, según Abdullah Abdullah, un funcionario de Afganistán que dirige el Alto Consejo para la Reconciliación Nacional. Hace una semana declaró a CNN que ha habido “muy pocos avances” en esas negociaciones.
Cabe hacer una comparación con el acuerdo nuclear con Irán, el Plan de Acción Integral Conjunto. Fue negociado por el gobierno de Obama con un gobierno soberano y fue un acuerdo que, tras consumarse en 2015, estaba siendo observado por los iraníes: no estaban enriqueciendo combustible nuclear, según los inspectores internacionales y la comunidad de inteligencia estadounidense.
Ese acuerdo también fue negociado, conjuntamente, con tres de los aliados más cercanos de Estados Unidos: Gran Bretaña, Francia y Alemania.
Sin embargo, el gobierno de Trump se retiró del acuerdo nuclear de Irán, mientras que Biden ahora está honrando un acuerdo con un grupo insurgente/terrorista que no está cumpliendo con los términos del acuerdo que fue negociado el año pasado por el equipo de Trump.
En segundo lugar, Biden afirmó en su discurso que el representante especial de EE.UU. para la reconciliación en Afganistán, Zalmay Khalilzad, “trabajaría enérgicamente” para una solución negociada entre los talibanes y el gobierno de Afganistán.
Se trata de una noción extravagante, ya que es el mismo Zalmay Khalilzad que, mientras trabajaba bajo el gobierno de Trump, cedió gran parte de Afganistán a los talibanes con las negociaciones de “paz” que encabezó, basándose en la farsa de que los talibanes renunciarían a al Qaeda y también entablarían verdaderas conversaciones de paz con el gobierno de Afganistán. En todo caso, los líderes de Afganistán acusaron a Khalilzad de dejarlos fuera de sus negociaciones con los talibanes. Los funcionarios de la administración de Trump negaron las acusaciones.
El proceso de paz dirigido por Khalilzad no ha funcionado en los últimos tres años. ¿Por qué habría de funcionar ahora?
En tercer lugar, Biden dijo que Estados Unidos no puede estar en Afganistán “indefinidamente”, aunque existen unas 28.000 tropas de Estados Unidos en Corea del Sur tres cuartos de siglo después del final de la Guerra de Corea, porque Estados Unidos tiene un interés estratégico en defender al país contra el déspota norcoreano provisto de armas nucleares, Kim Jong Un.
De la misma manera, Estados Unidos podría haber dejado sus 2.500 soldados en Afganistán, una fuerza que es menos del 10% del personal de servicio estadounidense en Corea del Sur, para permitir al gobierno de Afganistán luchar contra los talibanes y sus aliados yihadistas, como al Qaeda.
En cuarto lugar, Biden insinuó engañosamente que si Estados Unidos tiene tropas en Afganistán, de alguna manera no será lo suficientemente fuerte para “hacer frente a la competencia estratégica con China y otras naciones”.
El ejército de Estados Unidos está formado por 1,3 millones de personas en servicio activo y, sin embargo, ¿no puede dejar 2.500 soldados en Afganistán? Para usar una expresión característica de Biden: ¡Vamos hombre!
Después de su discurso, Biden dijo a los periodistas que es “muy poco probable” que los talibanes tomen el control de Afganistán, lo que no es lo que advierte su propia comunidad de inteligencia.
Biden también afirmó que Afganistán nunca ha estado unificado, una afirmación extraña cuando un Afganistán unido existe desde 1747, lo que lo hace más antiguo que Estados Unidos.
En respuesta a una pregunta sobre si veía algún paralelismo entre esta retirada y la salida de Estados Unidos de Vietnam en 1975, el presidente afirmó que “ninguno”. Continuó diciendo que “no va a haber ninguna circunstancia en la que se vea a la gente siendo levantada del techo de una embajada de Estados Unidos de Afganistán”, sin embargo, una evacuación urgente es exactamente una de las contingencias para las que se están preparando los planificadores militares de Estados Unidos, dijo a CNN un alto funcionario de defensa con conocimiento del proceso de planificación.
Para utilizar otra expresión característica de Biden, su discurso sobre Afganistán fue una sarta de tonterías.