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Política

Agosto se convierte en un mes de crisis mientras Biden se enfrenta a un momento crucial de su presidencia

Por Betsy Klein

(CNN) - El presidente Joe Biden enfrenta múltiples crisis en agosto, con Afganistán al borde del colapso, los pacientes de covid-19 que colapsan los hospitales en algunos estados, las persistentes preocupaciones por la inflación, un camino incierto para su amplia agenda de infraestructura y los crecientes intentos de cruces de frontera.

La situación está muy lejos de las celebraciones de julio, donde la Casa Blanca intentó declarar su independencia del virus y Biden anunció formalmente que las tropas estadounidenses se retirarían por completo de Afganistán para el 31 de agosto.

La forma en que el presidente responda a este momento podría ser fundamental para su legado. Y, a corto plazo, para las esperanzas de su partido en las elecciones intermedias.

Agosto es un mes históricamente desafiante para el primer año de cualquier administración. Es un momento en el que los presidentes a menudo experimentan una disminución en los números de las encuestas.

Biden no es una excepción, ya que experimenta una ligera caída en su índice de aprobación, a medida que surgen preguntas sobre cómo los estadounidenses percibirán su manejo de estos problemas en los próximos meses.

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Los numerosos desafíos que enfrenta la Casa Blanca destacan la presión sobre el presidente para responder y comunicarse de manera efectiva, particularmente en los próximos meses, cuando la carrera por el control del Congreso en las elecciones intermedias de 2022 comenzará en serio.

Biden: El plan de infraestructura transformará a EE.UU. 0:59

Biden interrumpe sus vacaciones

En una señal que muestra cuán crítico ve la Casa Blanca este momento, Biden interrumpió unas vacaciones planeadas en Delaware esta semana y optó por regresar a la Casa Blanca de martes a jueves.

El presidente reanudó las vacaciones programadas pasando la noche del jueves en Delaware antes de tomarse un fin de semana en la residencia de retiro presidencial en Camp David.

Pero Biden recibió información adicional sobre Afganistán durante todo el día viernes de su equipo de seguridad nacional, confirmó un funcionario de la Casa Blanca a CNN este sábado. Ante esta situación, el tradicional tiempo de relajación de agosto se intercalará con sesiones informativas periódicas sobre la situación allí.

El futuro de Afganistán está en juego

La situación de seguridad en Afganistán se ha deteriorado rápidamente en los últimos días, a medida que los talibanes lograron importantes avances. Los funcionarios de la administración quedaron desconcertados por el ritmo de la ofensiva.

Durante la noche del jueves, los talibanes tomaron el control de la ciudad de Kandahar, la segunda ciudad más grande de Afganistán. Los talibanes han tomado el control de 17 capitales de provincia en la última semana.

El plan de los talibanes para tomarse Afganistán 2:56

Estados Unidos comenzó a enviar 3.000 soldados a Afganistán este viernes para ayudar a retirar personal de la embajada estadounidense en Kabul, un plan formado por altos miembros del equipo de Seguridad Nacional de Biden y firmado por el presidente este jueves temprano.

Después de sus comentarios en el East Room el 8 de julio, en los que exponía una defensa vehemente de su decisión de retirar las tropas estadounidenses, se le preguntó a Biden si era inevitable una toma de poder de los talibanes.

"No, no lo es", dijo. "Porque tienes las tropas de Afganistán: 300.000 (soldados) bien equipadas. Tan bien equipadas como cualquier ejército del mundo. Y una fuerza aérea contra unos 75.000 talibanes. No es inevitable".

Más tarde agregó: "El jurado aún está deliberando. Pero la probabilidad de que los talibanes invadan todo y tomen todo el país es muy poco probable".

Biden y una decisión difícil

Desde entonces, Biden se ha mantenido firme en su decisión de retirarse. Y les dijo a los periodistas a principios de esta semana que no se arrepintió de su decisión y que era hora de que los afganos "luchen por sí mismos".

El deterioro ha reforzado el pensamiento de Biden de muchas maneras, y su equipo de situación de seguridad nacional lo seguirá informando durante el fin de semana en Camp David.

Boris Johnson habla sobre situación en Afganistán 5:19

Pero si bien la retirada de Estados Unidos es en gran medida una decisión popular en casa, el ritmo de la toma de poder de los talibanes y el inminente colapso de un gobierno afgano que tardó dos décadas en construirse, con el respaldo de miles de tropas estadounidenses, se está volviendo un dolor de cabeza cada vez más grande para la administración.

La crisis podría moldear el legado de política exterior de Biden, en particular las implicaciones de derechos humanos para las mujeres y niñas afganas en caso de que los talibanes vuelvan a tomar el control de la nación.

Biden ante una nueva ola de covid-19 en el país

La administración también ha tenido que enfrentarse a una nueva situación alarmante en la batalla contra el covid-19, con un aumento de casos, hospitalizaciones y muertes provocadas por la variante delta.

Hace un mes, solo el 19% de los estadounidenses vivían en un área de riesgo "alto" o "sustancial" de transmisión comunitaria de covid-19.

Ese número está ahora por encima del 98%, con inquietudes sobre lo que la situación podría traer para la propagación de la pandemia, a medida que los estadounidenses vuelven a compartir espacios puertas adentro.

Más de 15.000 personas hospitalizadas en Florida 2:22

Solo en la última semana, el promedio de siete días de nuevos casos aumentó un 26% y las nuevas muertes aumentaron un 18%, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.

El aumento ha obligado a Biden y su equipo a renovar su enfoque en la respuesta a la pandemia, algo que pensaban que habían puesto en gran medida y con éxito en el espejo retrovisor.

Apenas unas semanas después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. proporcionaran una guía más relajada para el uso de mascarillas, la feroz propagación de la variante delta obligó a los CDC a recomendar que las personas vacunadas volvieran a usar tapabocas a fines de julio.

El covid-19 y los desacuerdos con gobernadores

En los últimos días, la administración ha tratado de generar impulso para las órdenes de vacunación en el gobierno federal, los estados y localidades, y el sector privado.

La Casa Blanca ha librado una batalla cada vez mayor con algunos funcionarios estatales sobre la orientación del uso de mascarillas en las escuelas, a medida que surge la variante delta.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha estado en el centro de esos debates. El gobernador republicano ha emitido un decreto que ordena al Departamento de Educación de Florida y al Departamento de Salud de Florida que emitan reglas de emergencia que otorguen a los padres el poder de elegir si sus hijos usan o no mascarillas en clase, algo que el presidente describió como "malas políticas de salud pública".

Debate sobre uso de mascarillas en escuelas acaba tenso 1:47

Biden pareció hacerse eco de ese sentimiento el viernes mientras hablaba con los superintendentes escolares de Florida y Arizona, cuyo gobernador también ha prohibido a los distritos escolares exigir mascarillas.

El presidente "elogió su liderazgo y coraje para hacer lo correcto" a pesar de las "malas medidas de salud pública" tomadas por los gobernadores de esos estados ante el regreso de los estudiantes a las aulas, según un funcionario de la Casa Blanca.

Biden y los principales funcionarios de salud pública han calificado repetidamente los últimos desarrollos como una "pandemia de no vacunados". Y la administración se encuentra en una carrera urgente para vacunar a la mayor cantidad de personas lo más rápido posible, en medio de la amenaza de otras variantes y casos importantes.

La carrera por la vacunación

La administración no cumplió con su objetivo de tener el 70% de los estadounidenses al menos parcialmente vacunados para el 4 de julio. Recién alcanzó ese hito el 3 de agosto.

A partir de esta semana, poco más del 50% de los estadounidenses están completamente vacunados, según los CDC.

En un desarrollo positivo, el ritmo de la vacunación ha vuelto a aumentar, con cerca de medio millón de personas que se vacunan cada día, "por primera vez desde mediados de junio", según el coordinador de respuesta al covid-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients.

¿Quienes recibirán la vacuna de refuerzo en EE.UU.? 0:29

Zients dijo a los periodistas esta semana que el progreso más significativo en vacunación está ocurriendo "en los estados con las tasas de casos más altas".

El jueves por la noche, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. autorizó las vacunas de refuerzo para algunos estadounidenses inmunodeprimidos, y se espera que se pronuncie en septiembre sobre el resto de los estadounidenses vacunados.

En las próximas semanas, la Casa Blanca tendrá que afrontar desafíos de clave de logística, implementación y distribución de las inyecciones de refuerzo.

La 'Semana de la Infraestructura' se prolongará durante meses

La semana de Biden comenzó con una importante victoria legislativa para su agenda nacional, cuando el Senado aprobó un paquete de infraestructura bipartidista de US$ 1 billón, una hazaña bipartidista poco común que fue producto de meses de negociaciones entre la Casa Blanca y el Capitolio.

Los demócratas del Senado también se mantuvieron unidos para adoptar la resolución presupuestaria de 3,5 billones de dólares este miércoles por la mañana, un paso crítico en el impulso de la segunda parte de la amplia agenda de Biden.

El segundo proyecto de ley, sobre el que los demócratas pasarán las próximas semanas perfeccionando los detalles, está repleto de prioridades progresistas y algunas de las propuestas económicas más transformadoras de Biden.

Los detalles del plan de infraestructura de EE.UU. 0:59

Pero el progreso hacia adelante también puso al descubierto cuán tenso será el contexto legislativo que se avecina para Biden y los demócratas.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tiene un delicado acto de equilibrio para mantener a raya a las alas moderada y progresista de su grupo legislativo, llamando a la Cámara a que vuelva a sesionar tras el receso la semana del 23 de agosto para abordar la resolución presupuestaria.

Pero por el momento, dicen los asistentes, simplemente no tiene los votos para avanzar. Los moderados la están presionando para que cambie de rumbo y permita que la Cámara vote primero sobre la parte bipartidista de la agenda de infraestructura, con nueve demócratas amenazando con retener el apoyo a la resolución presupuestaria en una carta a Pelosi este viernes.

Un callejón sin salida

Pero está claro, y lo ha estado durante meses, que mover primero la ley de infraestructura también es un callejón sin salida. Un asistente demócrata de alto rango subrayó ese punto y le dijo a CNN: "No hay suficientes votos para aprobar el proyecto de ley de infraestructura bipartidista este mes. Son nueve. Hay decenas y decenas que votarán en contra del BIF (marco de infraestructura bipartidista) a menos que sea después de que el Senado apruebe la reconciliación".

Conoce detalles del paquete de infraestructura de EE.UU. 3:11

Los funcionarios de la Casa Blanca siguen confiando en las perspectivas y planean mantener la postura que han tenido durante meses: mantener la cabeza baja y seguir adelante, según un alto funcionario de la Casa Blanca.

El propio Biden tiene la mayor fe en las habilidades de Pelosi, señaló el funcionario.

Aún así, el aumento de los moderados subraya el acto de equilibrio que enfrenta Pelosi, quien tiene un margen de error muy estrecho y solo puede permitirse perder tres votos demócratas en las dos piezas de legislación de infraestructura emblemáticas.

Abordar las preocupaciones sobre la inflación

Las nuevas cifras de empleo publicadas a principios de agosto muestran que la economía ha mejorado, pero persisten las preocupaciones sobre la inflación.

Un informe clave de la Oficina de Estadísticas Laborales publicado este miércoles encontró que los precios al consumidor aumentaron un 4,3% en los 12 meses que terminaron en julio, con un aumento de los precios del 0,5% de junio a julio.

Los funcionarios de Biden han argumentado que las preocupaciones por la inflación son a corto plazo, y que las cifras de julio, aunque siguen siendo altas, mostraron una desaceleración en comparación con los meses anteriores.

La inflación en EE.UU. es pasajera, según Biden 1:25

Pero ha habido un cambio concertado del mensaje entre los principales funcionarios de la Casa Blanca, incluido el presidente, en las últimas semanas para abordar el tema de frente.

Los funcionarios reconocen que los temores a la inflación han aparecido cada vez más en las encuestas como algo que los estadounidenses ven como una preocupación creciente. Esto se ha convertido en un arma política potente para los republicanos, dicen los funcionarios de campaña del Partido Republicano, que han dejado en claro que debe ser un mensaje de crítica a los demócratas en los meses previos a las elecciones intermedias.

El techo de la deuda

Biden ahora ha utilizado varios discursos para abordar el problema. En ese sentido dejó en claro que, en opinión de su equipo económico, su amplia agenda de infraestructura y red de seguridad social creará condiciones para reducir los aumentos de precios, no exacerbarlos.

También hay grandes preocupaciones sobre el límite de la deuda que se avecina. Se trata de un juego de alto riesgo que se producirá este otoño, ya que la Oficina de Presupuesto del Congreso, que no es partidista, pronostica que el gobierno federal podría quedarse sin efectivo en octubre o noviembre a menos que el Congreso aumente el techo de la deuda.

El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, ha prometido que cero republicanos votarán para aumentar el límite de la deuda, un voto políticamente tóxico. Y los demócratas no incluyeron disposiciones para hacerlo en el paquete de reconciliación, que podría haberse aprobado por mayoría simple.

Por ahora, Biden está desestimando a McConnell.

"No, no nos dejarán incumplir", dijo Biden. Pero todas las señales apuntan a un gran enfrentamiento cuando el Congreso regrese del receso.

Una oleada fronteriza

La administración Biden también se enfrenta a una crisis en la frontera entre Estados Unidos y México. En el mes de julio hubo un gran aumento de migrantes, algo inusual en un momento en que el ritmo generalmente se desacelera debido al calor peligroso en la región.

"Nos enfrentamos a un serio desafío en nuestra frontera sur y, por supuesto, el desafío se hace más agudo y difícil debido a la pandemia de covid-19", dijo el jueves el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en Brownsville, Texas.

Las estadísticas publicadas el jueves muestran que 212.672 migrantes fueron detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. en el mes de julio, un 12% más que en junio. Es el número mensual más alto de migrantes detenidos en la frontera entre EE.UU. y México en dos décadas.

Si bien las autoridades han expulsado rápidamente a más de 95.000 de las personas halladas en la frontera en julio, el aumento de los arrestos ha agotado los recursos federales y locales.

La administración está tomando medidas para abordar las causas fundamentales de la migración. A fines de julio presentó un plan para abordar la inseguridad económica y la desigualdad en Centroamérica, entre otros problemas que contribuyen a la migración.

Pero esos esfuerzos solo mostrarán resultados a largo plazo, y el último aumento planteará un problema más urgente.

Esta historia se ha actualizado con informes adicionales este sábado.

Jason Hoffman, Jeremy Diamond, Jasmine Wright, Phil Mattingly, Priscilla Alvarez, Natasha Bertrand, Kevin Liptak y Harry Enten contribuyeron con este reporte