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Rusia

ANÁLISIS | El partido gobernante de Rusia ganó unas elecciones empañadas por maniobras sucias, pero el costo de asegurar la victoria aumentó

Por Matthew Chance

(CNN) -- Incluso antes de que se emitieran los primeros votos, el resultado de las elecciones de Rusia no ofrecía ninguna duda.

En medio de las acusaciones de fraude generalizado, el partido gobernante del país, totalmente leal al presidente Vladimir Putin, se aseguró otra victoria: una nueva mayoría de dos tercios en el Parlamento, a prueba de veto, para el partido Rusia Unida.

Pero el costo de asegurarse la victoria aumentó, y el margen de victoria del partido parece menor esta vez.

Con el 98% de las boletas escrutadas, la comisión electoral dijo este lunes que Rusia Unida había obtenido casi el 50% de los votos. El partido obtuvo el 54% de los votos en 2016.

En todo el país, se denunciaron múltiples casos de urnas llenas de votos, a veces captados por las cámaras de seguridad de la comisión electoral.

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Un video, de la región de Kemerovo, muestra a un funcionario electoral con camisa negra de pie frente a una urna mientras una mano aparece detrás de una bandera rusa y mete repetidamente papeles dentro.

En otro video, se escucha a dos mujeres riendo mientras rellenan una urna en lo que parece ser un burdo intento de alterar los resultados.

La comisión electoral rusa afirma que se anularon todos los votos fraudulentos. Pero los críticos dicen que parece que se ignoraron miles de incidentes, como el relleno de urnas y la votación forzada.

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Preocupación por la votación electrónica en Rusia

Una de las principales preocupaciones de los observadores fue el hecho de que las elecciones se prolongaran durante tres días completos, aparentemente para permitir a los votantes distanciarse socialmente por la pandemia de covid-19. Los críticos dicen que esto dificulta mucho el seguimiento de la votación.

También se puso en marcha un sistema de voto electrónico en varias regiones, que permite a los ciudadanos emitir su voto por internet. Incluso el propio presidente Putin –en cuarentena después de que miembros de su círculo íntimo dieran positivo por coronavirus– se mostró votando de esta manera.

Sin embargo, hay dudas sobre cómo fue posible, ya que Putin ha insistido anteriormente en que no utiliza un teléfono móvil. Según el sistema de voto electrónico ruso, los votos en línea deben verificarse con un teléfono móvil.

Y lo que es más importante, los críticos han expresado su preocupación porque los votos en línea sean más fáciles de manipular. El hecho de que los resultados en línea parezcan haber tardado más en contarse que los votos en papel no hizo más que alimentar las sospechas.

No está claro por qué se han empleado métodos tan burdos de manipulación de los votos, teniendo en cuenta las medidas que han tomado las autoridades rusas para asegurarse de que la mayoría de los grupos de la oposición no pudieran presentar ningún candidato.

Presión extraordinaria para la oposición

Mientras que el crítico más destacado del Kremlin, Alexey Navalny, languidece en un campo de prisioneros, su organización anticorrupción ha sido calificada de "extremista" y la prohibieron. La ley impidió que sus partidarios y asociados se presentaran a las elecciones. Algunos de ellos se exiliaron.

Los políticos de la oposición que consiguieron presentarse a las elecciones informaron que sufrieron una presión extraordinaria.

Un candidato del partido político Yabloko, en la ciudad rusa de San Petersburgo, se encontró con que dos rivales habían asumido su nombre y se habían dejado crecer la barba para parecerse a él en la papeleta electoral, en un aparente esfuerzo por confundir a los votantes.

Partidos detrás de Rusia Unida

Para eludir las restricciones y tratar de hacer mella en los resultados del partido gobernante, el equipo de Navalny promovió el "voto inteligente", animando a los rusos a votar a los candidatos con más posibilidades de desbancar a los diputados del partido gobernante.

El principal beneficiario de esa campaña, y quizás de un voto de protesta nacional, parece haber sido  Comunistas, que durante mucho tiempo fue el segundo partido más importante del país, y que ahora recibe un importante impulso a costa de Rusia Unida.

Sin embargo, Comunistas, antes muy poderoso en Rusia, se mantiene fiel al presidente Putin desde hace años y no hay indicios de que esto vaya a cambiar pronto. Los dos partidos que se prevé que queden por detrás de Comunistas –el nacionalista Partido Liberal Democrático de Rusia y Una Rusia Justa– también suelen apoyar al Kremlin.

Al final de unas elecciones maratónicas, la oposición rusa ha sido marginada, incluso expulsada de la esfera política. Este vasto país sigue firmemente en manos del presidente que lo ha dirigido durante los últimos 22 años.