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Alemania

¿Cómo será la vida después de Merkel? Los alemanes se disponen a decidirlo en unas reñidas elecciones

Por Rob Picheta

(CNN) -- Los alemanes acudirán el próximo domingo a los centros de votación para participar en unas impredecibles elecciones federales, en las que por primera vez en casi dos décadas la canciller Angela Merkel no será el factor determinante.

Merkel ha sido un símbolo de estabilidad en Europa desde que asumió el cargo en 2005; la química convertida en pilar político ha resistido una ola de populismo, una crisis financiera, una pandemia y el Brexit para labrarse un impresionante legado como la líder mujer más exitosa del mundo.

Pero Merkel, de 67 años, dejará el cargo una vez que se aclaren las repercusiones de la votación del domingo, una medida que ha arrojado una sensación de incertidumbre sobre estas elecciones.

En comparación con las anteriores votaciones de 2017 y 2013, hay "muchas más posibilidades de que se produzca un cambio significativo en la política alemana y en las normas después de las elecciones", según Pepijn Bergsen, investigador que vigila la política alemana para el think tank internacional Chatham House.

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La carrera para convertirse en sucesor de Merkel está muy reñida, y es posible que el vencedor final no se conozca hasta días o incluso semanas después del cierre de las urnas.

Pero por primera vez en una generación, los alemanes decidirán cómo será la Alemania posterior a Merkel. Quienquiera que sea se enfrentará a un catálogo de retos, tanto en casa como en el extranjero.

¿Cuál es la posición de Merkel?

La salida de Merkel de la primera línea de la política mundial se ha hecho esperar; lo anunció en 2018, cuando dijo que no se presentaría a la reelección al final de su mandato, tras una serie de reveses en las elecciones regionales.

Durante su largo tiempo como canciller de Alemania, ha tratado con cinco primeros ministros del Reino Unido, cuatro presidentes de Francia, siete primeros ministros de Italia y cuatro presidentes de Estados Unidos. Su mandato ha sido muy agitado, y la presencia imperturbable de Merkel en todo momento le ha dado una reputación internacional de estabilidad y sensatez.

"Eso le ha funcionado muy bien políticamente en Alemania y en la escena mundial", dijo Bergsen a CNN. "A Alemania le ha ido muy bien en los últimos 15 años desde el punto de vista económico... (y) a Alemania no le fue tan mal durante la crisis financiera, pero se ha dado cuenta de que eso no va a durar".

Angela Merkel

Angela Merkel ha sido canciller de Alemania desde 2005, pero dejará ahora el cargo.

La crisis europea de los refugiados de mediados de la década de 2010 supuso un gran desafío para el partido de Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán), y también se ha ganado detractores por su estrecha relación con China.

Pero tras una pandemia en la que Alemania salió mejor parada que muchos de sus vecinos, los analistas y las encuestas sugieren que Merkel dejará su cargo con el respeto de la mayoría de los alemanes.

"En Alemania se la considera en forma muy positiva, porque se la asocia con la estabilidad: la gente sabe lo que está recibiendo", dijo Ben Schreer, de la oficina para Europa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), con sede en Berlín.

¿Quién podría sustituirla?

La política alemana está dominada por dos partidos -la CDU, de centro-derecha, y el Partido Socialdemócrata (SPD, por sus siglas en alemán), de centroizquierda- que han gobernado juntos en coalición durante los últimos ocho años.

Pero otros partidos han ganado popularidad en la última década mientras la CDU y el SPD perdían terreno. Estas elecciones son especialmente reñidas; la CDU y el SPD han mantenido ventajas en las encuestas, y el Partido Verde también ha surgido como un serio aspirante.

Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata, es uno de los principles candidatos para convertirse en el nuevo canciller de Alemania. (Crédito: Sean Gallup/Getty Images)

El sucesor de Merkel al frente de la CDU es Armin Laschet, de 60 años, un viejo aliado de la canciller y líder adjunto del partido desde 2012. Católico devoto, cuyo padre fue en su día ingeniero de minas de carbón, fue seleccionado como candidato del partido tras una tortuosa lucha por el liderazgo.

Laschet tiene formación en derecho y periodismo, y fue elegido al Bundestag alemán en 1994.

Merkel ha expresado su apoyo a Laschet, pero a pesar de sus esfuerzos por persuadir a los alemanes de que se queden con la CDU, los sondeos sugieren que su sustituto como líder del partido tiene dificultades para ganarse el apoto de los alemanes.

Su principal oponente es Olaf Scholz, del SPD, que ha tomado una sorprendente ventaja en las encuestas en las últimas semanas, dejándolo como el favorito, por un estrecho margen, de cara a la votación del domingo.

Al igual que Laschet, Scholz tiene un largo historial como actor político en Alemania. Ha sido ministro de Finanzas y vicecanciller de Merkel desde 2018, lo que le sitúa posiblemente en mejor posición para presentarse como su sucesor natural que el candidato de su propio partido.

Armin Laschet, del prtido CDU de Merkel, es candidate a sucederal. (Crédito: Sean Gallup/Getty Images)

Scholz se ha ganado una mayor visibilidad al navegar por la respuesta económica de Alemania a la pandemia, y superó el último obstáculo electoral con una actuación segura en el último debate televisivo.

Sin embargo, las encuestas apuntan a un gran número de votantes indecisos al final de la campaña, lo que aumenta la imprevisibilidad del voto.

La líder del Partido Verde, Annalena Baerbock, causó una breve sensación en la política alemana cuando subió en las encuestas a principios de la campaña, lo que llevó a los votantes a preguntarse si podría convertirse en la primera canciller verde del país.

Ex trampolinista profesional de 40 años, Baerbock destaca en un campo de líderes políticos mayoritariamente masculinos. Y aunque su estrella se ha desvanecido un poco en la recta final, ha aprovechado la preocupación de los votantes por el clima para establecer su grupo como tercer partido en la carrera.

El partido de ultraderecha AfD sigue siendo una presencia obstinada en la escena política, luchando con el liberal Partido Democrático Libre por el cuarto puesto.

Annalena Baerbock, líder del Partido Verde, es también candidata a suceder a Merkel. (Crédito: Sean Gallup/Getty Images)

La crisis de los refugiados, que provocó la irrupción de la AfD en la política alemana, ha dejado de ser un problema político acuciante, pero el partido sigue siendo una válvula de escape para los votantes enfadados por los problemas de la inmigración. En marzo, se convirtieron en el primer partido alemán desde la época nazi en ser vigilado por el gobierno.

¿Cómo funciona la votación en Alemania?

Las elecciones alemanas al Bundestag se celebran mediante un sistema de representación proporcional, lo que significa que el porcentaje de votos de cada partido está directamente relacionado con el número de escaños que obtiene en el Parlamento.

Este principio hace prácticamente imposible que un partido lidere un gobierno en solitario; en su lugar, deben formarse coaliciones después de la votación, y éstas suelen contener más de dos grupos.

Muchos alemanes ya han emitido sus votos; la pandemia ha incrementado el número de votos por correo que tuvieron lugar antes del día de la votación.

Independientemente de cómo decidan votar, los alemanes deben elegir a su legislador local, y también a su partido preferido en general. Una vez que lleguen los resultados, se iniciará una carrera para reunir los suficientes escaños para gobernar, lo que significa que los partidos más pequeños pueden convertirse en hacedores de reyes.

Inundaciones devastan comunidades en Alemania 1:38

"Quien gane sobre el papel el domingo por la noche probablemente no puede estar seguro de que vaya a liderar realmente el gobierno, porque va a haber muchas permutaciones", explicó Schreer, y añadió: "Puede que no lo sepamos hasta noviembre, si tenemos suerte".

¿Cuáles son los principales problemas?

Todos los candidatos están atrapados en un acertijo del tamaño de Merkel, ya que intentan definir sus propias agendas al tiempo que disipan los temores de los alemanes sobre un cambio de liderazgo.

El cambio climático ha sido un factor importante en el debate nacional, especialmente después de las devastadoras inundaciones que afectaron al país en julio.

El impulso de Merkel ha colocado las cuestiones medioambientales en el centro de la política alemana, y prácticamente todos los partidos han promovido sus credenciales ecológicas.

En esta campaña, el Partido Verde ha pedido una reducción del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a los niveles de 1990 para 2030, frente al objetivo actual del gobierno de una reducción del 55%.

Las preocupaciones económicas también han pasado a primer plano; en un último intento de dirigirse a los votantes, Laschet dijo el lunes que una coalición de izquierda liderada por el SPD provocaría una "grave crisis económica", según informó Reuters.

Laschet también ha seguido la línea de Merkel con respecto a la Unión Europea; en el último debate preelectoral, destacó la cohesión europea como una de sus políticas principales.

Pero la campaña se ha definido sobre todo por los asuntos internos; una subida del salario mínimo y las reformas de las pensiones son el núcleo de la campaña de Scholz, y volvió a insistir en esos planes en el debate.

¿Una Alemania sin Merkel seguirá siendo líder en la escena mundial?

Las consecuencias globales de la votación del domingo son claras; la longevidad de Merkel la convirtió en la líder de facto de Europa, y no está claro si su sucesor desempeñará el mismo papel.

"Alemania se va a enfrentar a algunos retos importantes en materia de política exterior que el nuevo gobierno tiene que asumir", dijo Schreer.

"La cuestión es quién va a sustituirla (a Merkel), y si esa persona tendrá el mismo carisma y capacidad que ella", añadió. "Los aliados son escépticos, y también los alemanes son bastante cautelosos en ese sentido".

Base aérea alemana es usada como campo de refugiados 2:05

Una parte fundamental del papel de Merkel fue su firme determinación de mantener la cohesión europea y tapar las grietas entre los Estados miembros de la UE.

"Macron intentará usurpar la posición de Merkel en Europa", predijo Bergsen, señalando un posible cambio en el equilibrio de poder hacia Francia, vecino occidental de Alemania. "La posición alemana no cambiará necesariamente, pero quien llegue ahora al poder tendrá que lidiar con una coalición (interna) más amplia, por lo que le resultará algo más difícil liderar en la escena internacional".

Mirando más allá, el nuevo líder de Alemania también tendrá que equilibrar las relaciones del país con Estados Unidos y China, dos naciones con las que Merkel intentó forjar estrechos lazos.

Y mantener cerca al Reino Unido tras su salida de la UE es clave. "El Reino Unido sigue siendo un socio importante en términos estratégicos, y Alemania sabe que si el Reino Unido no se compromete con el continente europeo, entonces dividirá a los europeos", dijo Schreer.

"(Alemania) es un país muy respetado en la escena internacional, eso es indudable", añadió. "La cuestión es: ¿permitrá eso ahora a Alemania superar esas tormentas internacionales que sin duda se avecinan?".