Nueva York (CNN Business) – Probablemente te hayas dado cuenta de que comprar alimentos y artículos básicos del hogar es más caro por estos días. Y espera seguir pagando más por la comida en 2022.
Los precios que los compradores pagaron por los comestibles subieron un 1% en octubre con respecto a septiembre y fueron un 5,4% más altos que en el mismo período del año pasado, según datos publicados el miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales.
En general, los precios, que también incluyen cosas como el alquiler, los automóviles y la energía, subieron un 6,2% en los últimos 12 meses, el mayor aumento desde 1990.
Dentro de los supermercados, los filetes han experimentado el aumento de precio más alto anualmente, con un costo de 24,9% más en octubre que hace un año. Los huevos eran un 11,6% más caros en octubre que hace un año, el pollo costaba un 8,8% más, los cereales un 5% más, y los precios de los alimentos para bebés crecieron un 7,9% anual.
¿Por qué están subiendo los precios y cuánto más durará?
Los precios de los comestibles se estancaron desde 2015 hasta 2019, pero han aumentado durante la pandemia. En 2020, los precios de los comestibles aumentaron un 3,7% con respecto al año anterior.
Los fabricantes de alimentos y los supermercados se han enfrentado a mayores costos de productos básicos, mano de obra, transporte y otros gastos durante la pandemia. Esos costos se han incrementado en los últimos meses, lo que ha llevado a los fabricantes a traspasar algunos de estos costos a sus clientes minoristas, quienes a su vez han transferido una parte a los consumidores.
El índice de precios al productor, que mide el precio que los fabricantes reciben por sus bienes y servicios, subió un 0,6% el mes pasado con respecto a septiembre y subió un 8,6% anual.
Las presiones persistentes de la cadena de suministro significan que los precios más altos en la tienda de comestibles probablemente se mantendrán por un tiempo. Los grandes fabricantes de marcas familiares de alimentos y productos básicos para el hogar como Kraft Heinz, Mondelez, Procter & Gamble, Clorox y Tyson Foods dicen que planean subir los precios de los refrigerios, artículos de tocador, carne y más para sus clientes minoristas a principios de 2022 para combatir el aumento de los costos.
Las empresas también están reduciendo los descuentos en muchos artículos en las tiendas porque la demanda está fuerte y no quieren quedarse sin sus limitados suministros de bienes.
“Seguimos enfrentándonos a niveles acelerados de inflación extraordinaria”, dijo Tyson en una carta a los clientes minoristas el mes pasado en la que anunció que aumentaría los precios el próximo año en marcas como los hot dogs Ball Park y el desayuno congelado Jimmy Dean. “La duración sostenida y el impacto significativo de la inflación requieren una acción de precios adicional”.
“Hemos estado aumentando los precios y planeamos aumentar los precios más de lo que lo hemos hecho… durante bastante tiempo como empresa”, dijo el CEO de Mondelez, Dirk Van de Put, en una conferencia telefónica sobre resultados con analistas la semana pasada. Mondelez fabrica marcas como Oreo y Chips Ahoy. Van de Put dijo que un aumento de precio del 6% al 7% entrará en vigencia en sus productos estadounidenses en enero.
La firma de investigación de mercado IRI proyecta que la inflación en alimentos, bebidas y artículos básicos del hogar aumentará al 8% durante la primera mitad de 2022 antes de establecerse en 4% durante la segunda mitad del año. IRI rastrea precios, puntos de venta y datos de volumen, promociones y tendencias en grandes superficies, clubes mayoristas, supermercados, farmacias y otros canales. La firma también consulta con algunos de los minoristas y fabricantes de marcas más grandes de Estados Unidos y realiza encuestas a los consumidores.
Exprimir a los clientes de bajos ingresos
Si bien los precios más altos de los alimentos están afectando a las familias de todo el país, los compradores de bajos ingresos son los más afectados cuando los productos básicos se vuelven más caros. Estos consumidores tienen menos ingresos disponibles y ya gastan una mayor parte de su billetera en productos básicos que los consumidores más ricos.
“Las familias que tienen que gastar una mayor proporción de sus ingresos en necesidades básicas se ven más exprimidas cuando aumentan los precios de las necesidades básicas”, dijo Diane Whitmore Schanzenbach, directora del Instituto de Investigación de Políticas de la Universidad Northwestern, en un correo electrónico reciente.
Según los datos de 2019, los últimos disponibles, los hogares del grupo de ingresos más bajos gastaron un promedio de US$ 4.400 en alimentos, lo que representa el 36% de sus ingresos, mientras que los hogares del segmento de ingresos más altos gastaron un promedio de US$ 13.987 en alimentos, lo que representa 8 % de ingresos, según el Departamento de Agricultura.
A pesar de los aumentos de precios, un aumento reciente en los beneficios federales, como cupones de alimentos, así como el crédito tributario por hijos, junto con salarios más altos, puede ayudar a los compradores de bajos ingresos a manejar las alzas.
Un aumento en los cupones de alimentos federales puede ayudar a aliviar algunas presiones de costos para los compradores en el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria Suplementaria (SNAP). Más de 41 millones de personas se inscribieron en el programa en julio, según los datos más recientes del Departamento de Agricultura.
Los beneficios a partir de octubre aumentaron 27% por encima de los niveles prepandémicos, en promedio, el mayor aumento en la historia del programa. El cambio se debe a una revisión del Thrifty Food Plan, que determina los montos de los beneficios de los beneficiarios de SNAP. La actualización es parte de una revisión del Departamento de Agricultura de EE.UU. del programa de cupones para alimentos requerido por la Ley Agrícola de 2018.
El beneficio mensual promedio aumentará a US$ 169 por persona bajo la revisión, según la agencia, en comparación con US$ 121 por persona antes de la pandemia de coronavirus.
Los trabajadores con salarios bajos también se están beneficiando de aumentos “asombrosos” en el mercado laboral ajustado, según Goldman Sachs. El pago de los trabajadores con salarios bajos aumentó un 5,3% anual durante el segundo trimestre del año, dijo el banco en un informe el mes pasado. Y el crédito tributario por hijos mejorado, que brinda a las familias hasta US$ 3.600 al año por cada hijo hasta los 6 años y US$ 3.000 por cada hijo de los 6 a los 17 años, ha ayudado a las familias a pagar precios más altos.
¿Qué significa para los compradores y las tiendas?
Los consumidores han mostrado una disposición a aceptar precios más altos para los alimentos y los artículos básicos del hogar sin una gran disminución en el gasto.
Eso puede que no dure mucho más.
En 2007, 2008 y 2011, los precios aumentaron más del 5% en los comestibles, lo que resultó en una disminución del volumen (los compradores compraron menos de un producto o cambiaron a una versión más barata), según IRI. La firma proyecta que esto sucederá en 2022, con una caída del volumen de hasta un 5% en comparación con este año.
IRI dice que los clientes están comenzando a bajar en las áreas de la tienda donde los precios han subido más.
“Los compradores están pagando más por algunas categorías, como la carne, y están comenzando a optar por alternativas más baratas”, dijo Krishnakumar Davey, presidente de la práctica de análisis estratégico de IRI. Algunos compradores están cambiando de cortes premium como rib-eye, solomillo y lomo de res a carne molida, pavo molido y cordero molido, según los datos del punto de venta de IRI y las conversaciones con los tenderos y fabricantes.
Las facturas de comestibles más altas pueden beneficiar a las tiendas de descuento a expensas de los supermercados de precio completo.
Cuando los precios en las tiendas habituales de los clientes se vuelven inasequibles, están más dispuestos a buscar otros más baratos. Eso puede impulsar a empresas como Walmart, Dollar General, Aldi y otras cadenas de descuento que atienden en parte a compradores de bajos ingresos, dicen los analistas.
Grocery Outlet, un supermercado de descuento, espera que la inflación empuje a más compradores a sus tiendas económicas.
Los consumidores “notan mucho los precios más altos” y “cada vez más son algo que los hará cambiar patrones o buscar formas de ahorrar dinero”, dijo el martes el CEO, Eric Lindberg, en una conferencia telefónica sobre ganancias con analistas. “Creemos que, en última instancia, esto se vuelve a nuestro favor”.
Tami Luhby de CNN contribuyó a este artículo.