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Análisis

ANÁLISIS | Elon Musk nos muestra cómo la decencia se está muriendo

Por análisis de Chris Cillizza

(CNN) -- A pocos días de haber sido nombrado persona del año de Time, Elon Musk recurrió a Twitter para desatar una letanía de ataques personales contra la senadora Elizabeth Warren porque dijo que él "realmente debería pagar impuestos".

"Me recuerdas cuando era un niño y la mamá enojada de mi amigo simplemente gritaba al azar a todos sin ninguna razón", tuiteó Musk a la demócrata de Massachusetts. "Por favor, no llame al gerente por mi culpa, senadora Karen".

Elon Musk Elizabeth Warren

Elon Musk y Elizabeth Warren

Esta no es la primera vez que Musk recurre a los insultos cuando no está de acuerdo con un senador de EE.UU.

El mes pasado, luego de un tuit del senador de Vermont Bernie Sanders argumentando que los "extremadamente ricos paguen su parte justa", Musk respondió: "Sigo olvidando que todavía estás vivo".

Musk fue, como era de esperar, aplaudido por sus acólitos por trolear a dos senadores. ¡A este tipo no le importa a quién ofende! ¡Le dirá cualquier cosa a quien sea!

¿Suena como un "elogio" para alguien más que conoces?

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Ahora, para ser claros, Donald Trump no es el único responsable de la tosquedad de nuestro discurso y nuestra cultura. La gente era grosera entre sí mucho antes de que Trump se postulara para presidente.

Pero, lo que Trump sí hizo absolutamente fue bajar drásticamente el listón de lo que esperamos de nuestras figuras públicas. En lugar de al menos intentar ser un modelo a seguir, las figuras públicas siguieron el ejemplo de Trump: priorizar la rudeza y la crueldad sobre la decencia y el respeto.

Los modelos a seguir alguna vez fueron algo real. Una persona que, debido al éxito en los deportes, la política o los negocios, otros, especialmente los niños, admiraban. Y que comprendía las expectativas que transmitía tal estatus en la sociedad.

Un comportamiento como el de Musk sugiere que la idea de un modelo a seguir se ha reducido y en su lugar ha surgido el trol de Internet.

Sé cuál prefiero.

El punto: la rudeza engendra rudeza. La falta de respeto engendra falta de respeto. Y cuando alguien como Musk ignora la obligación social que su riqueza y éxito le han otorgado, sienta un terrible ejemplo para quienes lo admiran.