Noticias de EE.UU.

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Los casos de covid-19 vuelven a aumentar en EE.UU., impulsados por la propagación de la subvariante BA.2

(CNN) -- El número de casos de covid-19 empezó a aumentar en Estados Unidos, y casi todos son causados por la subvariante de ómicron BA.2.

Según las últimas estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU., la BA.2 causó el 86% de los nuevos casos de covid-19 en todo el país la semana pasada.

En cierto modo, esto nos resulta familiar. Los casos vuelven a aumentar. Al menos una de las principales ciudades está restableciendo su mandato de uso de mascarillas. Los espectáculos de Broadway han cancelado algunas actuaciones.

Pero sigue habiendo razones para el optimismo.

A pesar de que la BA.2 se ha impuesto casi por completo a las otras dos subvariantes de ómicron en circulación, la BA.1 y la BA 1.1, las hospitalizaciones en EE.UU. están en niveles mínimos históricos, y siguen bajando. Las muertes también continúan disminuyendo.

Aunque estas cifras tienden a ir a la par del recuento de casos, en EE.UU. no se ha producido un aumento pronunciado de las infecciones. La probabilidad de que eso ocurra sigue siendo una incógnita.

Incluso el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, no sabe qué hará la BA.2. Como nación, la transmisión tiene que bajar a un nivel "lo suficientemente bajo como para que no perturbe nuestra población o la economía, nuestra vida económica, laboral y social cotidiana, lo que significa que tiene que ser lo suficientemente bajo como para que no sea una amenaza grave para la salud de la nación", dice. No sabe si estamos fuera de peligro.

"Ciertamente estamos viendo el comienzo de un aumento de nuevas infecciones", dijo Fauci. "Depende de lo alto que subamos en la oleada, y depende de si la oleada se asocia con un aumento de la enfermedad grave".

"No puedo decir dónde estamos ahora mismo, porque estamos en transición", dijo.

Los casos de covid-19 aumentan a nivel regional

En todo el país, los casos de covid-19 han aumentado un 24% con respecto a hace dos semanas, y EE.UU. registra ahora un promedio de 38.000 casos al día. Se trata de un aumento con respecto a la semana pasada, probablemente porque Florida informó recientemente de un retraso de dos semanas. Aun así, es una de las tasas diarias más bajas desde julio.

Sin embargo, el panorama por estados es más variado. Los casos están aumentando en 25 estados, disminuyendo en 16 y manteniéndose en otros nueve.

Los casos aumentan con mayor rapidez en el noreste, la región de EE.UU. con más transmisiones causadas por la BA.2.

El lunes, Filadelfia se convirtió en la primera ciudad importante de EE.UU. en anunciar la vuelta a los requisitos de mascarilla en interiores. Los casos han aumentado en un 50% en los últimos 10 días, lo que ha hecho que la ciudad supere el umbral que desencadena la obligación de utilizar mascarillas.

"Sospecho que esta oleada será menor que la que vimos en enero", dijo el lunes la doctora Cheryl Bettigole, comisionada de Salud Pública de Filadelfia.

"Pero si esperamos a saberlo y a volver a ponernos las mascarillas, habremos perdido la oportunidad de detener la ola".

Varias universidades, como Johns Hopkins, American, George Washington y Georgetown, también restablecieron las mascarillas en interiores.

La ciudad de Nueva York había estado reconsiderando sus requisitos de mascarilla para los niños en edad preescolar, pero con el aumento de los casos en la ciudad, el alcalde Eric Adams dijo recientemente que las mascarillas seguirían siendo necesarias para los niños más pequeños, que tuvieron mayores tasas de hospitalización durante la ola por la variante ómicron que en las olas anteriores.

Más allá del recuento de casos, que puede ser una métrica menos fiable de la pandemia porque el número de pruebas ha disminuido, los niveles de coronavirus en las aguas residuales están contando una historia en gran medida tranquilizadora.

El control de las aguas residuales se considera una advertencia fiable de lo que se avecina. Las cifras de EE.UU. tienden a aumentar ligeramente, pero siguen estando en uno de los niveles más bajos observados desde julio, según Biobot Analytics, una empresa que analiza muestras de aguas residuales de todo el país.

Países diferentes, historias diferentes

La situación por la BA.2 aquí parece alejarse de la observada en el Reino Unido y Europa.

Según el sitio web de seguimiento de variantes Covariants.org, los Países Bajos estaban cerca del pico de su ola de BA.2 cuando la subvariante alcanzó el 83% de las infecciones, en la segunda semana de marzo. Suiza también estaba cerca de su punto máximo de la BA.2 cuando la subvariante alcanzó el 80% de las infecciones a mediados de marzo. Tras descender durante semanas, los casos en el Reino Unido se habían duplicado desde el punto más bajo del 25 de febrero y pronto alcanzarían el punto álgido de la ola de BA.2 cuando la subvariante causó el 88% de los casos allí, entre el 7 y el 21 de marzo.

La experiencia de la BA.2 en EE.UU. se parece mucho más a lo ocurrido en Sudáfrica. En la segunda y tercera semanas de febrero, cuando esa subvariante era responsable de cerca del 88% de la transmisión allí, los casos dieron un ligero repunte, pero luego siguieron bajando durante el mes de marzo.

"He sido cautelosamente optimista con respecto a la BA.2 debido a la tendencia de que no ha habido un aumento tan exponencial de los casos, como vimos cuando surgió [la variante] ómicron", dijo Pavitra Roychoudhury, quien estudia la propagación de las enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.

Según ella, la oleada de la variante ómicron, que azotó a Estados Unidos durante el invierno, dejó mucha inmunidad a su paso. También estamos más vacunados y reforzados como país de lo que nunca hemos estado, aunque las autoridades sanitarias dicen que podríamos mejorar mucho los refuerzos.

Algunos están haciendo caso a esa advertencia. El ritmo de vacunación se ha duplicado aproximadamente en las últimas dos semanas, ya que más personas buscan un segundo refuerzo.

Según los datos de los CDC, en la última semana se administró un promedio de 502.000 dosis de vacunas al día. Esta cifra es superior a las 219.000 dosis diarias que se administraron el 29 de marzo, cuando los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. autorizaron una segunda dosis de refuerzo para las personas mayores de 50 años, aunque los CDC no cuentan específicamente las segundas dosis de refuerzo.

"Eso podría explicar nuestra perspectiva algo más optimista en comparación con lugares como el Reino Unido, donde hubo un aumento significativo y se asoció a la BA.2", dijo Roychoudhury.

BA.2 en el Reino Unido

En general, durante la pandemia, los funcionarios de salud han señalado al Reino Unido como un presagio de lo que vendrá en Estados Unidos, pero ese tipo de extrapolación puede ser cada vez más difícil de hacer a medida que las poblaciones desarrollan diferentes tipos y grados de inmunidad.

Después de una oleada de casos causados por la subvariante BA.1 de ómicron, que alcanzó su punto máximo en enero y luego disminuyó, el Reino Unido vio un segundo aumento de casos y hospitalizaciones con la BA.2. Esa oleada alcanzó su punto máximo a finales de marzo y, desde entonces, los casos han experimentado un fuerte descenso.

Adam Kucharski, epidemiólogo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que hace un seguimiento de los brotes de enfermedades infecciosas, cree que la ola de la BA.2 en el Reino Unido se debió, al menos en parte, al momento de su campaña de refuerzo.

El Reino Unido comenzó a ofrecer vacunas de refuerzo, o terceras dosis de la vacuna, a mediados de septiembre, solo unos días antes que en Estados Unidos. Pero hubo más personas que las recibieron: en el Reino Unido, el 68% de las personas mayores de 12 años que cumplen los requisitos para recibir una dosis de refuerzo la han recibido; en EE.UU., esa cifra es únicamente del 45%, según los CDC.

Muchas personas en el Reino Unido que recibieron una dosis de refuerzo en septiembre u octubre todavía tenían una alta protección de anticuerpos cuando llegó la variante ómicron.

Los anticuerpos son la primera línea de defensa en una infección. Actúan rápidamente para contener la propagación de un virus por el organismo. Los anticuerpos son más altos en los primeros meses después de la vacunación y disminuyen con el tiempo. Pero incluso después de que hayan disminuido, el cuerpo conserva su memoria inmunitaria a las vacunas y puede prepararse rápidamente para fabricar más si se infecta.

Ómicron se identificó a finales de noviembre, cuando muchos en el Reino Unido estaban todavía dentro de la ventana de máxima protección de sus dosis de refuerzo.

"Creo que tuvimos la suerte de que las dosis de refuerzo, al menos a corto plazo, proporcionaron bastante protección", dijo Kucharski.

Las personas que habían recibido las últimas dosis de refuerzo tenían una inmunidad tan buena que, aunque se infectaran con el virus BA.1, es posible que no lo supieran porque sus síntomas eran muy leves. Es probable que no estuvieran contribuyendo a la transmisión, cree Kucharski, por lo que los refuerzos hicieron un buen trabajo al contener la propagación desenfrenada de ómicron por el Reino Unido durante el invierno.

Sin embargo, si avanzamos tres meses, muchas personas que habían recibido las vacunas recomendadas llevaban seis meses sin vacunar. Los estudios demuestran que los niveles de anticuerpos disminuyen cuatro o cinco meses después de la tercera dosis, por lo que su protección contra la infección era probablemente mucho menor justo cuando la BA.2 llegó a escena.

Y ahora, dice Kucharski, con la BA.2, incluso el grupo reforzado empezó a tener "síntomas leves, o lo suficiente como para detectarlo y dar positivo" y ser contado como un caso.

A medida que la inmunidad disminuía, la BA.2 se infiltraba

Según Kucharski, el hecho de que en EE.UU. se produzca una nueva oleada de casos de BA.2 dependerá en gran medida de dos factores: el nivel actual de inmunidad de la población y nuestro comportamiento.

Alrededor de la mitad de las personas que pueden recibir una dosis de refuerzo en EE.UU. ya la han recibido, y millones más fueron infectados por la variante ómicron, lo que da a casi el 95% de los estadounidenses cierto grado de protección contra el coronavirus, según los CDC.

Pero, para aquellos que perdieron su inmunidad con el paso del tiempo, porque la protección de sus dos dosis de vacunación originales ha disminuido o porque se infectaron hace un año o más con una variante más antigua, el virus podría encontrar una forma de propagarse.

"Creo que si la BA.2 puede encontrar la susceptibilidad, eso se traducirá en un crecimiento de los casos", dijo Kucharski.

Pero subraya que mucho dependerá de lo que hagan los estadounidenses en este momento.

"Creo que la cuestión es lo que ocurra mientras tanto, si realmente las campañas de refuerzo y otras cosas se alinean, entonces eso podría compensar [la subvariante]. Pero creo que, basándonos en lo que estamos viendo en muchos países de Europa, si hay susceptibilidad, ya sea porque la gente no se ha vacunado o lo hizo hace tiempo, entonces eso puede traducirse en una epidemia creciente", dijo el epidemiólogo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.