Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Es especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento, productora de cine y columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion.
(CNN Español) – “No tengo la culpa que adore la belleza”, me dijo el diseñador Valentino Garavani en nuestra primera entrevista años atrás. Y cuando ambos reímos (él, muy discreta y educadamente; yo, a carcajadas) sentamos el tono de nuestras encantadoras conversaciones a través de los años. Entrevistas que atesoro como lecciones en buen gusto y en una auténtica y muy pura creatividad.
Y ahora –cuando el maravilloso e icónico diseñador ha cumplido 90 años– el mundo de la moda y de las celebridades se ha volcado en felicitarlo y homenajearlo con entusiasmo. ¡Como se merece!
Porque pocos creadores tienen un color con su nombre: el Valentino Red o rojo Valentino –un rojo puro e intenso, que por años fue su favorito y con el que creó los vestidos más divinos del mundo. ¡Y pocos diseñadores han vestido a las mujeres más famosas, y a las novias más bellas, como la reina Máxima de los Países Bajos; Jackie Kennedy, en su boda con Aristóteles Onassis; Anne Hathaway, Jennifer Lopez, en su boda con Chris Judd; Elizabeth Taylor, en su boda con Larry Fortensky; la princesa Marie-Chantal de Grecia, y recientemente Nicola Peltz, en su matrimonio con Brooklyn Beckham, entre muchas.
Desde que era niño, en el pequeño pueblo de Voghera –en la región italiana de la Lombardía– a Valentino le fascinó la moda. “Era algo mágico”, me dijo una vez, y poco a poco trabajó incansablemente para lograr sus triunfos. Y desde la fundación de su marca, en 1960, las mujeres de medio mundo se han fascinado con sus diseños, con los que Valentino nos ha querido “hacer tan bellas como sea posible”, tal como me comentó la última vez que nos vimos, en el lanzamiento de uno de sus perfumes, en Nueva York. Diseños (caros sin duda) con telas y cortes de una calidad excepcional, gran pureza de líneas y una encantadora dosis de feminidad y elegancia. 100% perfección.
Después de su retiro, en el 2007, Valentino –quien vive como un verdadero “emperador de la moda”, en una maravillosa finca/palacio francés y un divino apartamento en Roma– continúa apoyando y siguiendo las colecciones que llevan su nombre, especialmente desde que Pier Paolo Piccioli comenzó a crearlas solo, en 2016. De 2007 a 2008, las creó Alessandra Facchinetti, y de 2008 a 2016 Pier Paolo las creó junto con Maria Grazia Chiuri, quien después pasó a diseñar Dior.
De nuevo… ¡¡Felicidades, Valentino!!