(CNN) – Desde los centros de cuidado infantil en las ciudades hasta los ubicados en las comunidades rurales, muchos proveedores en Estados Unidos aumentan el precio de la colegiatura para combatir la inflación, lo que agrega otro peso para las familias.
En KidzStuff Childcare Center en Baltimore, el costo de los alimentos, el alquiler, la electricidad y los suministros está aumentando. La CEO, Angela Kidane, aumentó los salarios de su personal en aproximadamente un 40% en medio de un mercado laboral ajustado, pero todavía tiene dificultades para contratar maestros. Eso la obligó a cerrar al menos un salón de clases, lo que podría costarle a la organización sin fines de lucro hasta US$ 150.000 al año.
“Probablemente hayamos subido al menos entre un 30 y un 35% en los costos operativos”, dijo Kidane a CNN. “Lo que pasa por mi mente es, ¿cómo va a afectar eso a nuestros padres? Vamos a tener que pasar el costo”.
Este otoño, Kidane aumentará la matrícula por tercera vez en 12 meses, en total, hasta un 30%. Para algunas familias, el cuidado de niños a tiempo completo podría costar miles de dólares más por año.
“No es fácil para nosotros tener que hacer esto, pero es una necesidad”, dijo Kidane. “No podríamos sobrevivir. No permaneceríamos abiertos”.
Los programas de cuidado infantil en todo el país están aumentando las tarifas por las mismas razones.
“Está sucediendo en todas partes”, dijo la directora de la Asociación Nacional de Cuidado Infantil, Cindy Lehnhoff. “[Los programas] no tienen alternativa para mantener las puertas abiertas, esto es lo que tiene que pasar. Y odian hacérselo a los padres, lo odian”.
La inflación no es el único problema
La inflación es solo una parte del problema. Hay un 11,2% menos de trabajadores de cuidado infantil en el sector que antes de la pandemia, a pesar de los fondos federales de ayuda que ayudaron a los programas a aumentar los salarios (al menos un poco), según un informe del Centro para el Estudio del Empleo en el Cuidado Infantil de la Universidad de California, Berkeley. A partir del año pasado, el salario medio en el sector fue de poco más de US$ 13 por hora, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Un estudio encontró que, en marzo de 2021, casi 16.000 programas de cuidado infantil habían cerrado durante la pandemia, aproximadamente el 9% de los programas con licencia de la industria, lo que generó listas de espera más largas y costos de matrícula más elevados para los padres.
“Escuchamos de personas de todo el país que los costos del cuidado infantil son inasequibles, y también escuchamos de padres que trabajan en el cuidado infantil que no ganan salarios dignos”, dijo la directora ejecutiva de MomsRising, Kristin Rowe-Finkbeiner.
“Ya se estima que medio millón de familias en Estados Unidos de América no tienen cuidado infantil debido a la falta de acceso y asequibilidad”, agregó. “Con el aumento de la presión debido a la inflación, incluso más familias se quedan varadas sin cuidado infantil”.
La demanda de cuidado infantil podría aumentar aún más con las vacunas contra el covid-19 ahora disponibles para niños menores de 5 años. La empresa TOOTRiS, con sede en San Diego, que conecta a los padres con proveedores de cuidado infantil con licencia, dijo que ha visto crecer las listas de espera aproximadamente un 25% en los últimos meses.
“Las familias están ansiosas de que sus hijos regresen al cuidado infantil de manera segura”, dijo la CEO de TOOTRiS, Alessandra Lezama. “Junto con el hecho de que tantos programas se vieron obligados a cerrar durante la pandemia por covid, el problema de la oferta y la demanda se ha agravado”.
“No queremos cobrar más a nuestros padres”
En Beach Babies Child Care, que tiene varias sucursales en el área de Rehoboth Beach en Delaware, el propietario Sean Toner está aumentando la matrícula entre un 8% y un 10% este otoño por segundo año consecutivo para combatir la inflación y aumentar los salarios de los maestros a aproximadamente US$ 14 por hora.
“No queremos cobrar más a nuestros padres por un bien que no debería costar tanto”, dijo Toner. “No quiero ser esa persona que aleja a los padres”.
Jessica Gebbia es profesora en Beach Babies. Su hijo de 5 años también va allí a la guardería.
“La mayor parte de mi cheque de pago lo voy a tener aquí”, indicó Gebbia. “Eso es duro, porque ahora tenemos los precios de la gasolina, los precios de los alimentos, todo está subiendo y subiendo”.
Pero Gebbia no quiere dejar su trabajo.
“Me encanta lo que hago”, dijo. “Estos niños necesitan maestros que amen lo que hacen”.
Pero muchas madres han dejado la fuerza laboral. Es parte de una tendencia creciente: a partir de mayo, los trabajos de las mujeres representaron el 88% de los perdidos en la pandemia, según el Departamento de Trabajo.
Si bien los fondos de ayuda para la pandemia ayudaron a estabilizar un poco a los proveedores de cuidado infantil, esos fondos expirarán en los próximos dos años. A los activistas les preocupa que la industria pueda caer en un precipicio e piden una mayor inversión federal en el cuidado infantil para cerrar la brecha entre los estrechos márgenes de los proveedores y el costo creciente para las familias.
“La pandemia ha hecho que sea casi imposible que los proveedores continúen, y las condiciones actuales del mercado lo han hecho aún más difícil”, afirmó Michelle Kang, CEO de la Asociación Nacional para la Educación de Niños Pequeños. “Sin acciones para apuntalar y fortalecer la oferta, nos dirigimos a una catástrofe, que dejaría a las familias sin opciones de atención”.
A medida que aumentan los precios del cuidado infantil, millones de familias enfrentan decisiones difíciles.
To-Wen Tseng y su esposo han tenido problemas para pagar el cuidado infantil de sus hijos con costo de US$ 370 semanales en San Diego desde que su empleador redujo sus horas a la mitad. Así que llevó a sus hijos a Taiwán para quedarse con su familia durante el verano mientras busca un segundo trabajo.
“Si dejo mi trabajo y me quedo en casa y cuido a mis hijos, tal vez todo sea más fácil para mi familia”, dijo Tseng. “La razón por la que todavía luchamos para pagar este cuidado infantil es porque no quiero renunciar a mi carrera. Me esfuerzo mucho porque siento que debo ser un ejemplo para mis hijos”.