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Macroeconomía

El dólar estadounidense es fuerte, pero hay algo que no está del todo bien

Por Nicole Goodkind

(CNN Business) -- El dólar estadounidense está en una racha. Impulsado por la agresiva política de endurecimiento de la Reserva Federal, el valor del billete verde se está apreciando hasta alcanzar máximos de varias décadas y aplastando a divisas de todo el mundo.

Normalmente, son los países de los mercados emergentes los que soportan la carga de un dólar fuerte. Esto se debe a que los políticos, los inversores y las empresas estadounidenses han animado a los países en desarrollo a vincular sus monedas al dólar. El dólar fuerte aplasta a los países más pobres que deben cumplir con sus obligaciones de deuda en dólares y dependen de Estados Unidos para la importación de alimentos.

Pero algo extraño ocurre durante este ascenso. El dólar se está apreciando más frente a las monedas de las economías ricas que frente a las de los mercados emergentes.

Los inversores que buscan una buena rentabilidad de la deuda pública suelen dirigirse a las naciones en desarrollo de alto riesgo porque pagan tasas de interés elevados. Cuando la Reserva Federal sube las tasas de interés, los inversores se dan cuenta de que pueden obtener esos pagos sin el riesgo y trasladan su dinero a Estados Unidos. Esto impulsa al dólar, pero hace que las monedas de los mercados en desarrollo caigan en picada.

Pero los bancos centrales de los países emergentes también endurecen su política monetaria a medida que los países desarrollados mantienen las tasas de interés relativamente bajas, por lo que las reglas han cambiado. Esto, junto con el temor a una recesión inducida por la guerra en Europa, ha llevado a los inversores a invertir en el dólar.

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Se avecinan problemas: el euro está en el nivel más bajo de los últimos 20 años frente al dólar, y la libra esterlina está en su nivel más bajo frente al dólar desde 1985.

El índice del dólar ponderado por el comercio de la Fed, que mide el valor del dólar en función de su competitividad con sus socios comerciales, se ha apreciado un 10% este año frente a las monedas de otras economías avanzadas, su nivel más fuerte desde 2002. En comparación, el dólar solo ha subido un 3,7% frente a las monedas de los mercados emergentes.

El cambio se suma a una serie de retos que ya están aumentando la inflación en Europa, a medida que el continente se adentra en el invierno boreal con una crisis energética inminente. Los precios de las importaciones de energía en Japón también están creciendo, y empeorando a causa del dólar. Las principales empresas del S&P 500, la mayoría con una fuerte presencia global, tampoco están entusiasmadas con todo esto.

El ciclo continúa: los funcionarios de la Reserva Federal han dicho que probablemente seguirán subiendo las tasas de interés hasta 2023, por lo que no habrá un gran alivio en el futuro cercano. "El dólar podría subir aún más si no es contrarrestado por movimientos más asertivos, especialmente por parte del Banco Central Europeo (BCE), que se reunirá esta semana para llevar a cabo una segunda subida de tasas con el fin de combatir la creciente inflación en la zona euro", dijo Quincy Krosby, estratega global jefe de LPL Financial.

Malo para los negocios: las empresas del S&P 500 que tienen una presencia global también tienen que lidiar con la fortaleza del dólar que hace mella en el crecimiento de sus ingresos. Alrededor del 30% de los ingresos de las empresas del S&P 500 se obtienen en mercados fuera de EE.UU., indicó Krosby. Durante la temporada de presentación de resultados, varias empresas dijeron que la fortaleza del dólar ya había afectado al crecimiento de los ingresos. LPL Financial estima que la fortaleza del dólar restó entre 2 y 2,5 puntos porcentuales a los ingresos del S&P 500 en el segundo trimestre.

Conclusión: la fortaleza del dólar debería dejar de acelerarse cuando la Reserva Federal deje de subir las tasas de interés, señaló Krosby. Pero hay fuerzas externas que podrían mantener el valor del dólar por las nubes incluso después de que el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed dé por concluido el proceso: la actual debilidad del euro y de otras divisas no se debe únicamente a la Fed. También refleja el temor de los inversores a una inminente recesión en Europa. Por lo tanto, los inversores se refugian en el dólar, al menos por el momento. Es de esperar que el billete verde se mantenga fuerte durante un tiempo.