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Ciencia

Momias de los pantanos europeos revelan la brutalidad de la vida prehistórica

Por Katie Hunt

(CNN) -- En 1984, un cortador de turba descubrió restos humanos en un pantano de Cheshire (Inglaterra). Pertenecían a un hombre que sufrió una muerte brutal hace unos 2.100 años antes de ser colocado en el pantano. El examen de su momia, muy bien conservada, reveló golpes en la cabeza, una posible puñalada y el cuello roto. El tendón torcido que aún se encontraba enrollado alrededor de su cuello también podría haber sido un garrote.

Ahora, en el Museo Británico de Londres, los restos del Hombre de Lindow son quizá los más conocidos de las cerca de 2.000 "momias de pantano" de Europa. Se trata de momias y esqueletos hallados en turberas y pantanos de Irlanda, Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Escandinavia, Polonia y otras partes de Europa del Este.

Estos cuerpos, a menudo magníficamente conservados gracias a las condiciones ácidas y frías de las turberas y a sus compuestos orgánicos, ofrecen una fascinante instantánea del pasado. Arqueólogos estudian su piel, huesos, ropas, pertenencias y, a veces, incluso su última comida. Actualmente, los investigadores han emprendido el primer estudio exhaustivo de las momias de los pantanos -una tradición funeraria que, según creen, se remonta a 7.000 años atrás- para hacerse una idea más completa del fenómeno.

Estos son los restos petrificados del Hombre de Lindow en el Museo Británico. (Sarah Lee/eyevine/ZUMAPRESS.com)

Estos son los restos petrificados del Hombre de Lindow en el Museo Británico. (Sarah Lee/eyevine/ZUMAPRESS.com)

"No debemos centrarnos en unos pocos hallazgos espectaculares. A veces, como arqueólogos, es muy importante alejarse", afirma Roy van Beek, profesor adjunto de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) y coautor del estudio.

"A veces hay que tener mucho cuidado de no sacar conclusiones demasiado rápidas con base en un número muy limitado de yacimientos".

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Van Beek y sus colegas cotejaron los datos de 1.000 momias de pantano halladas en 266 yacimientos diferentes y descubrieron hallazgos intrigantes publicados esta semana en la revista Antiquity.

Finales espantosos

Aunque los pantanos pueden ser lugares traicioneros en los que es fácil perderse, lo que significa que algunas momias de pantano son probablemente los de personas que murieron por accidente, el equipo descubrió que muchas muertes fueron deliberadas y brutales, con los cadáveres arrojados o colocados en los pantanos después del fallecimiento.

"En muchos casos, no es una coincidencia que estas personas acabaran en estos pantanos. Con demasiada frecuencia, la violencia es algo que entra en juego", afirma van Beek.

El equipo pudo determinar la causa de la muerte de 57 personas, y en 45 casos hubo violencia. El mayor número de muertes violentas se produjo en dos periodos: de 5200 a.C. a 2800 a.C. y de 1000 a.C. a 1100 d.C.

Se encontraron puntas de flecha de hueso incrustadas en el cráneo y el esternón del Hombre de Porsmose, una momia de pantano hallada en Dinamarca. Asimismo, el Hombre de Tollund, también hallado en una turbera danesa, estaba ahorcado. Algunos historiadores creen que pudo ser un sacrificio humano.

"La gente siempre se ha inclinado a interpretar la mayoría de estos casos como sacrificios rituales, es decir, que se mataba deliberadamente a personas como ofrendas para poderes superiores", explica van Beek.

Si bien es cierto que hubo violencia ritual y sacrificios humanos, van Beek afirma que hay muchas otras explicaciones sobre cómo acabaron los cadáveres en los pantanos.

"Podrían haber sido robados y asesinados en algún tipo de conflicto. Otra posibilidad es que se tratara de individuos que traspasaron algún tipo de límite social: quizá fueran criminales que fueron ejecutados o personas que se suicidaron o cometieron adulterio".

La Chica de Luttra del Neolítico (Neolithic Raspberry Girl), o Hallonflickan, recibió su nombre porque se encontraron muchas semillas de frambuesa cerca de su estómago, prueba de su última comida. (From Jan Kask/Wikimedia Commons)

La Chica de Luttra del Neolítico (Neolithic Raspberry Girl), o Hallonflickan, recibió su nombre porque se encontraron muchas semillas de frambuesa cerca de su estómago, prueba de su última comida. (From Jan Kask/Wikimedia Commons)

Esqueletos frente a momias

El estudio dividió los restos de los pantanos en tres categorías: momias de los pantanos, los hallazgos más famosos con la piel, los tejidos blandos y el pelo intactos; esqueletos de los pantanos, cuerpos completos pero de los que solo se conservan los huesos; y restos parciales de momias o esqueletos de los pantanos.

Las momias de pantano suelen hallarse en turberas elevadas, es decir, en áreas de tierra húmeda de varios metros de altura sobre el terreno circundante. Los componentes orgánicos de las plantas, como el musgo Sphagnum, que se encuentra en las turberas naturalmente ácidas, pueden preservar los tejidos humanos. En los humedales más alcalinos, como los pantanos, solo los huesos tienden a conservarse.

"La supervivencia de los tejidos humanos también depende de la rapidez con que se sumerja el cuerpo en el agua, la temperatura y la época del año, y la presencia de insectos y microorganismos internos", señala el estudio.

El examen de los tres tipos de restos de los pantanos reveló que el enterramiento de cadáveres en pantanos era una tradición muy arraigada que se remontaba a miles de años. El fenómeno parece haberse originado en el sur de Escandinavia hace unos 7.000 años, y se extendió gradualmente por el norte de Europa.

Los hallazgos más recientes, procedentes de Irlanda y Escocia, demuestran que la tradición continuó en la Edad Media y a principios de la Edad Moderna. La Edad de Hierro y la época romana, desde el 1200 a.C. hasta el 500 d.C. aproximadamente, se consideran el momento álgido del fenómeno de los restos de pantano.

Aunque en la mayoría de los yacimientos solo había un cadáver, no era raro encontrar puntos calientes de momias de pantano en los que se descubrieron los restos de varias personas, a veces acompañados de objetos valiosos. Un yacimiento excepcional es el de Alken Enge, cerca de Skanderborg (Dinamarca), que incluye más de 380 individuos muertos en conflictos violentos y depositados en los pantanos junto con armas hace casi 2.000 años.

"Estos lodazales y pantanos son generalmente conocidos por sus cualidades naturales (...) y su gran biodiversidad. Son lugares donde (viven) plantas y animales especiales y son reservas de carbono muy importantes que protegen contra el cambio climático", dijo van Beek.

"Pero si nos fijamos en este tipo de investigación, podríamos decir que también son archivos culturales extremadamente valiosos, que aportan pruebas de gran calidad sobre el comportamiento humano durante milenios".