CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Noticias de EE.UU.

OPINIÓN | Los policías que mataron a Tyre Nichols son negros, pero el racismo igualmente pudo motivarlos

Por Van Jones

Nota del editor:  Van Jones es presentador de CNN, comentarista político y fundador de Dream.org, organización nacional sin fines de lucro dedicada a la reforma de la justicia penal. Las opiniones expresadas en este artículo le pertenecen únicamente a su autor.

(CNN) -- Hace tres décadas, cuando cuatro policías blancos de Los Ángeles fueron grabados golpeando a Rodney King, el clamor público dio la vuelta al mundo. De hecho, la primera vez en la vida en que me arrestaron fue durante las protestas que siguieron. Y posteriormente dediqué mi carrera como abogado a ayudar a demandar a policías corruptos, cerrar prisiones y reformar el sistema de justicia penal. Fue un momento decisivo para la nación y para el mundo.

Lo que le ocurrió a King fue horrible, pero al menos sobrevivió al calvario. Tyre Nichols, trágicamente, no: el hombre negro de 29 años murió a principios de este mes tras una parada de tráfico policial y una violenta detención en Memphis, Tennessee. Según los resultados preliminares de una autopsia encargada por los abogados de la familia de Nichols, este sufrió "una extensa hemorragia causada por una fuerte paliza". Este viernes, la madre de Nichols, RowVaughn Wells, dijo a CNN: "Sigue siendo como una pesadilla".

Desde que se conoció la noticia de la muerte de Nichols, el mundo ha estado conteniendo la respiración colectivamente a la espera de la publicación del video que registró la violenta agresión, y la posibilidad de que una nueva avalancha de protestas se extienda por las calles de todo el país. Se espera que el video se haga público este viernes por la noche.

Cinco expolicías de Memphis, despedidos por su presunta actuación durante la detención de Nichols, han sido acusados de privación ilegal de la libertad y homicidio intencional sin premeditación. Este viernes, la jefa de policía de Memphis, Cerelyn "CJ" Davis, declaró a CNN: "Yo estaba en la fuerza durante el incidente de Rodney King, y está muy alineado con ese mismo tipo de comportamiento. Diría que es casi igual, si no peor". El jueves, el director de la Oficina de Investigación de Tennessee, David Rausch, describió estar "asqueado por lo que vio".

Según todos los indicios, Nichols era un buen tipo: un patinador de unos 65 kilogramos, un fotógrafo de Instagram, un aficionado a Starbucks. Enterarse de que la vida de su hijo le fue robada sin sentido es la pesadilla de todo padre negro. Pero, sorprendentemente para muchos, los cinco agentes acusados de golpearle con tal saña también eran negros.

¿Cómo se explica el horrible homicidio de Nichols, presuntamente a manos de policías que se parecían a él?

Desde la paliza a King hasta el asesinato hace casi tres años de George Floyd, la sociedad estadounidense se ha centrado con frecuencia en la raza de los agentes, muy a menudo blancos, como factor en sus deplorables actos de violencia.

Pero la narrativa de "un policía blanco mata a un hombre negro desarmado" nunca debería haber sido la única lente a través de la cual intentáramos comprender los abusos y la conducta indebida de la policía. Es hora de pasar a un debate más matizado sobre el modo en que la violencia policial pone en peligro las vidas de los negros.

Los negros no son inmunes a los mensajes antinegros

Una de las tristezas del racismo contra los negros es que los propios negros no son inmunes a sus perniciosos efectos. El mensaje de la sociedad de que los negros son inferiores, indignos y peligrosos es omnipresente. A lo largo de muchas décadas, numerosos experimentos han demostrado que estas ideas pueden infiltrarse en las mentes tanto de los negros como de los blancos. El odio a uno mismo es real.

Por eso el dueño de una tienda negra puede mirar con recelo a los clientes de su misma raza, mientras trata con deferencia a sus clientes blancos. Los negros pueden albergar sentimientos antinegros y actuar en consecuencia de forma perjudicial.

Los policías negros suelen socializarse en departamentos de policía que ven ciertos barrios como zonas de guerra. En esos departamentos, pocos agentes reciben medidas disciplinarias por impartir "justicia callejera" en determinados distritos, a menudo poblados por negros, morenos o personas con bajos ingresos, donde existe el entendimiento tácito de que el "reglamento" simplemente no se aplica.

Policías de todos los colores, incluidos los agentes negros, interiorizan esos mensajes y a veces los ponen en práctica. De hecho, en los barrios negros, el fenómeno de policías negros brutales que señalan a jóvenes negros para abusar de ellos no es nada nuevo. Ya en 1989, el grupo de rap NWA puso de relieve el problema en un himno clásico del hip-hop, en el que Ice Cube rapeaba:

“But don’t let it be a Black and White (cop)/
Coz they’ll slam ya/
Down to the street top/
Black police showing out for the White cop”.

(Pero que no sea un (policía) negro y blanco/ porque te golpearán / te dejarán en la calle / la policía negra representa a la policía blanca)

En lo que respecta a la violencia policial, la raza sí importa, pero posiblemente no de la forma que piensas.

A fin de cuentas, es la raza de la víctima brutalizada y no la raza del policía violento lo más relevante para determinar si el sesgo racial es un factor en la violencia policial. Es difícil imaginar a cinco policías de cualquier color golpeando hasta la muerte a una persona blanca en circunstancias similares. Y es casi imposible imaginar a cinco policías negros propinando a un detenido blanco la paliza que presuntamente recibió Nichols.

Es necesaria una supervisión más estricta, independientemente de la raza de los agentes.

En resumen, la antipatía racial puede seguir siendo un factor, incluso cuando los autores son todos negros. Y esto es especialmente cierto si estas acciones forman parte de un patrón y una práctica más amplios dentro del Departamento de Policía de Memphis.

Es un hecho triste, pero tan antiguo como el tiempo mismo: la gente suele oprimir a quienes se parecen a ellos. La inmensa mayoría de los abusos contra los derechos humanos son cometidos por personas que se parecen exactamente a las personas de las que abusan.

Wells, que no ha visto el video de la golpiza que recibió su hijo, declaró a CNN entre lágrimas que siente pena por los agentes: "Han puesto a sus propias familias en peligro. Han avergonzado a sus propias familias. Han avergonzado a la comunidad negra... Lo siento mucho por ellos, porque no tenían por qué hacer esto". En cuanto a la raza de los agentes, Wells también señaló a CNN que la violencia como la que le ocurrió a su hijo tiene que ver con cómo algunos malos policías utilizan su poder sobre las víctimas negras y morenas.

La clave para reducir la incidencia de la violencia policial es una supervisión más estricta y un castigo más rápido. Me alegro de que los agentes agresores fueran rápidamente despedidos y acusados. Necesitamos más de eso, y no solo cuando los policías son negros. Los defensores de los derechos civiles abogaron en su día por una mayor integración racial en los departamentos de policía, con la esperanza de que un mayor número de policías negros reduciría la brutalidad policial. Pero aunque la integración racial es importante para la equidad y las oportunidades básicas, no es la panacea contra los abusos policiales.

Cualquier sistema necesita establecer controles y equilibrios adecuados. Sin inspectores de carne, habría muchas más intoxicaciones alimentarias. Sin inspectores de edificios, habría muchos más edificios derrumbándose. Y la policía necesita tanto o más una supervisión interna rigurosa que elimine a los malos policías y exija a todo el departamento de policía los más altos niveles de conducta.

A menos de que exista una verdadera supervisión, con consecuencias reales para las malas conductas, los malos agentes se aprovecharán, rebajarán los estándares prácticos para todos y nos pondrán a todos en peligro. Y sin una supervisión agresiva y un castigo rápido, seguiremos presenciando actos de violencia policial contra hombres negros, por parte de policías de todos los colores, que nos revolverán el estómago.