CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery

Crimen

Crimen

Joven inmigrante nicaragüense murió decapitada 3 meses después de casarse; su esposo es sospechoso del homicidio

Por Liliana Escalante

Nota del editor: este artículo contiene detalles que pueden resultar perturbadores.

(CNN Español) -- El nombre de Anggy Díaz, la joven de 21 años que murió decapitada el 11 de enero, se suma a la lista de víctimas de violencia doméstica en Estados Unidos. La vida de Díaz terminó en el condado Waller, al noreste de Houston, Texas, en la casa que ocupaba con su esposo Jared Dicus, también de 21 años, con quien se había casado en octubre y es el sospechoso del homicidio.

El hombre les dijo a las autoridades que mató a Díaz, en circunstancias que están bajo investigación. De acuerdo con información proporcionada a CNN por el sheriff del condado Waller, Troy Guidry, el 11 de enero las autoridades recibieron una llamada alertando sobre una posible muerte en una vivienda en la ciudad de Magnolia.

Al llegar al lugar, los agentes encontraron una escena escalofriante: la cabeza de Díaz estaba en la parte posterior de la casa y el cuerpo en el interior de la vivienda, según el sheriff.

El área estaba cubierta de sangre en "una escena espantosa", dijo Guidry, quien agregó que anteriormente se habían recibido llamadas desde el mismo lugar reportando disturbios. Dicus y Díaz vivían en la propiedad de los padres del sospechoso, en una pequeña casa contigua a la casa principal, y fueron precisamente los padres de Dicus quienes sintieron que algo no estaba bien, se acercaron a la vivienda de la joven pareja y, al darse de lo sucedido, llamaron a la policía.

Según Troy Guidry, Dicus se encontraba en la casa y confesó a las autoridades que le quitó la vida a su esposa. El sospechoso fue detenido sin ofrecer resistencia y su familia se sometió a los interrogatorios como parte de las investigaciones. Las autoridades informaron que Dicus usó un cuchillo de cocina para matar a Díaz; el arma está en poder de las autoridades.

En conversación con CNN, el sheriff del condado Waller informó que la fianza de Dicus subió de US$ 500.000 a US$ 1 millón. El fiscal del distrito Sean G. Whittmore dijo que la garantía inicial no era lo suficientemente alta por la naturaleza de la muerte de la joven.

También recordó el comportamiento violento del sospechoso durante un arresto en noviembre por conducir en estado de ebriedad, dos meses antes de la muerte de su esposa. Whittmore dijo que, en ese arresto, Dicus exhibió cambios de humor y comportamiento violento, incluyendo golpear ventanas, hasta que finalmente lo colocaron en una silla de inmovilización. En aquella ocasión el sospechoso fue liberado con una fianza de US$ 1.000.

La fiscalía del condado Waller ya presentó cargos por asesinato contra Dicus, quien permanece en prisión en espera de que se determine una fecha para que inicie su juicio. Angelica Fitzgerald, empleada de la oficina del abogado penalista Travis Fleetwood, que representa al sospechoso, dijo que la defensa de Dicus no tenía comentarios en este momento.

Un video de vigilancia captado el mismo día de la muerte de Díaz aparentemente muestra a Dicus saliendo del supermercado en donde trabajaba la mujer.

El sospechoso saca una bebida, sale del local sin pagar, toma un sorbo y sube a su vehículo y se va, según la policía, que sostiene que no está claro si esto sucedió antes o después de que su esposa fuera decapitada, pero sí ese mismo día.

Díaz llegó a Estados Unidos desde Nicaragua a los 18 años y trabajaba en un supermercado en donde conoció a Dicus. Meses después, la pareja sorprendió a sus familiares y amigos al casarse de manera privada en octubre pasado, dijo a CNN Irvin Orellana , tío de la víctima.

El juez que los casó, Trey Duhon, expresó en sus redes sociales que se sentía triste por la noticia, y dijo que en el corto tiempo que convivió con la pareja fueron muy agradables. Según el sheriff Guidry, Díaz era indocumentada.

En el servicio funerario de la víctima, sus familiares la recordaron como una joven trabajadora, optimista, que llegó en busca del sueño americano: le gustaba la comida china, el color rosa y su árbol favorito era el cerezo japonés. Trabajaba para ayudar a su madre de crianza en Nicaragua.

Su madre biológica y sus familiares que residen en Houston han quedado devastados con la perdida de Díaz, una joven muy activa en sus redes sociales en donde se mostraba alegre con mensajes positivos y de superación personal, aunque según sus compañeros de trabajo a veces la veían triste y preocupada pero nunca se quejó de que tuviera problemas con su esposo.

Sus familiares lanzaron una campaña en GoFundMe el 12 de enero y recibieron poco más de US$ 37.000 para el funeral de Díaz en Nicaragua. Los restos de la joven fueron recibidos por sus familiares y amigos que había dejado con muchas ilusiones, sin imaginar el triste final que le esperaba.

Irvin Orellana, tío de Díaz y organizador de la iniciativa en GoFundMe, dijo a CNN que la familia de la joven trata de superar esta pesadilla. A la pregunta de qué, si alguna vez notaron algún momento de enojo o arranque de ira por parte de Dicus, Orellana dijo que no.

En 2022 pasaron el Día de Acción de Gracias y la Navidad juntos, y fue Dicus quien compró los regalos para la familia.

Orellana dice que Dicus le expresó su satisfacción de estar compartiendo con ellos estas fechas porque su familia era muy reservada.

Pero de los buenos recuerdos la familia pasa a la realidad perturbadora de saber que la noche de Navidad ellos tuvieron en su casa a un hombre que, solo dos semanas después, confesó el crimen, según las autoridades.

La familia de Díaz está agradecida por las muestras de solidaridad y cariño de parte de la comunidad y ahora les toca seguir el proceso de la resignación y saber qué fue lo que sucedió el 11 de enero en la vivienda de los recién casados para que las autoridades impartan justicia.

Elena Konstat, una psicóloga clínica de Van Nuys, California, dijo a CNN que este es otro ejemplo de violencia doméstica que se torna aún más dramático cuando la víctima tiene desventajas por el hecho de ser mujer, contar con escasos recursos económicos, con muchas responsabilidades en sus países de origen y sin documentos para trabajar en Estados Unidos.

Konstat agrega que es importante buscar ayuda cuanto antes porque el silencio no es una opción en estos casos.