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Análisis

ANÁLISIS | Por qué Moldova teme que podría ser el próximo objetivo para Putin

Por Rob Picheta

(CNN) -- Las tensiones aumentan en Moldova, un pequeño país en la frontera suroeste de Ucrania, donde Rusia ha sido acusada de sentar las bases para un golpe que podría arrastrar a la nación a la guerra del Kremlin.

La presidenta de Moldova, Maia Sandu, acusó a Rusia de utilizar "saboteadores" disfrazados de civiles para avivar los disturbios en medio de un período de inestabilidad política, extendiendo advertencias similares hechas por el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.

Mientras tanto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó sin fundamento a Kyiv de planear su propio asalto a un territorio prorruso en Moldova, donde Moscú tiene un punto de apoyo militar, aumentando los temores de que esté creando un pretexto para una anexión al estilo de Crimea.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con la presidenta Sandu al margen de su viaje a Varsovia la semana pasada, con motivo del primer aniversario de la invasión de Rusia.

Aunque no hay señales de que haya aceptado su invitación a visitarla, la Casa Blanca dijo que reafirmó su apoyo a la “soberanía e integridad territorial” de Moldova.

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Esto es lo que necesitas saber:

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¿Qué pasa en Moldova?

A principios de este mes, Zelensky advirtió que la inteligencia de Ucrania interceptó un plan ruso para desestabilizar una situación política ya volátil en Moldova.

La reciente renuncia de la primera ministra del país siguió a un período continuo de crisis, encabezado por el aumento de los precios de la gasolina y una inflación altísima. El nuevo primer ministro de Moldova continuó con la campaña a favor de la UE del gobierno, pero desde entonces se producen protestas a favor de Rusia en la capital, Chisinau, respaldadas por un partido político marginal pro-Moscú.

En medio de las tensiones, la presidenta de Moldova, Sandu, lanzó una acusación directa de que Rusia buscaba aprovecharse de la situación.

Sandu dijo que el otoño pasado el gobierno había planeado “una serie de acciones que involucran a saboteadores que han recibido entrenamiento militar y están disfrazados de civiles para llevar a cabo acciones violentas, ataques a edificios gubernamentales y toma de rehenes”.

Sandu también afirmó que personas disfrazadas de "la llamada oposición" intentarían forzar un cambio de poder en Chisinau a través de "acciones violentas". CNN no puede verificar de forma independiente esas afirmaciones.

“Está claro que estas amenazas de Rusia y el apetito por intensificar la guerra hacia nosotros es muy alto”, dijo a CNN lulian Groza, exviceministro de Relaciones Exteriores de Moldova y ahora director del Instituto de Políticas y Reformas Europeas con sede en Chisinau.

“Moldova es el país más afectado después de Ucrania (por) la guerra”, dijo. “Todavía somos un país pequeño, que aún tiene una economía subdesarrollada, y eso crea mucha presión”.

¿Qué planea Rusia?

A pesar de las declaraciones de inocencia de Moscú, sus acciones con respecto a Moldova tienen un parecido sorprendente con los movimientos que hizo antes de su anexión de Crimea en 2014 y su invasión a gran escala de Ucrania el año pasado.

El martes, Putin revocó un decreto de política exterior de 2012 que reconocía en parte la independencia de Moldova, según Reuters.

Luego, el jueves, el Ministerio de Defensa de Rusia acusó a Ucrania de “preparar una provocación armada” contra la región separatista prorrusa de Transnistria en Moldova “en un futuro cercano”, informó el medio estatal TASS.

No se ofrecieron pruebas ni más detalles para respaldar la acusación del ministerio, y Moldova la ha descartado.

Pero el reclamo puso a los líderes occidentales en alerta, casi exactamente un año después de que Putin hiciera afirmaciones similares y sin fundamento de que los rusos estaban siendo atacados en Donbás — el flanco este de Ucrania donde Moscú había apoyado a militantes separatistas desde 2014 — lo que le permitió lanzar su invasión del país como una cuestión de legítima defensa.

“Era el caso antes: hemos visto actividades constantes de Rusia tratando de explorar y explotar el espacio de información en Moldova usando propaganda”, dijo Groza.

“Con la guerra, todos estos instrumentos que antes usaba Rusia se han multiplicado e intensificado”, dijo. “Lo que vemos es una reactivación de los representantes políticos rusos en Moldova”.

“Veo muchas huellas dactilares de las fuerzas rusas, los servicios rusos en Moldova”, dijo el domingo pasado a CBS el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki. “Este es un país muy débil, y todos debemos ayudarlos”.

¿Por qué Rusia tiene un punto de apoyo en Moldova?

El centro de los intereses de Rusia en Moldova es Transnistria, un territorio disidente que se desliza a lo largo del flanco este del país y alberga tropas rusas durante décadas.

El territorio — un enclave de 3.366 kilómetros cuadrados en la orilla oriental del río Dniéster — fue el lugar de un puesto militar ruso durante los últimos años de la Guerra Fría. Se declaró república soviética en 1990, oponiéndose a cualquier intento de Moldova de convertirse en un Estado independiente o de fusionarse con Rumania después de la desintegración de la Unión Soviética.

Cuando Moldova se independizó al año siguiente, Rusia se insertó rápidamente como una de las llamadas "fuerzas de mantenimiento de la paz" en Transnistria, enviando tropas para respaldar a los separatistas a favor de Moscú.

Siguió la guerra con las fuerzas moldavas y el conflicto terminó en punto muerto en 1992. Transnistria no fue reconocida internacionalmente, ni siquiera por Rusia, pero las fuerzas moldavas la convirtieron en un estado separatista de facto. Ese punto muerto ha dejado al territorio y a sus 500.000 habitantes estimados atrapados en el limbo, con Chisinau prácticamente sin control sobre él hasta el día de hoy.

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¿Por qué importa Moldova?

Moldova es un país en una encrucijada entre el este y el oeste. Su gobierno y la mayoría de sus ciudadanos quieren vínculos más estrechos con la UE, y el país logró el estado de candidatura el año pasado. Pero también es el hogar de una facción disidente cuyo sentimiento Moscú ha tratado ansiosamente de irritar.

Ha sido un punto crítico en la periferia de la invasión rusa de Ucrania durante el año pasado, con misiles rusos cruzando el espacio aéreo moldavo en varias ocasiones, incluso a principios de este mes.

Una serie de explosiones en Transnistria en abril pasado aumentó la preocupación de que Putin buscaba arrastrar el territorio a su invasión.

El vacilante progreso militar de Rusia desde entonces había disipado temporalmente esos temores. Pero los funcionarios de Moldova han advertido a Occidente que su país podría ser el próximo en la lista de Putin.

Varias casas resultaron dañadas en la aldea moldava de Naslavcea el mes pasado después de que un misil ruso interceptado por las fuerzas ucranianas impactara en la parte norte de la ciudad, dijo el Ministerio del Interior de Moldova. (Crédito: Ministerio del Interior de Moldova)

El mes pasado, el jefe del Servicio de Seguridad de Moldova advirtió que existe un riesgo "muy alto" de que Rusia lance una nueva ofensiva en el este del país en 2023. Moldova no es miembro de la OTAN, lo que la hace más vulnerable a la agenda de Putin.

Si Rusia lanza una ofensiva de primavera que se centre en el sur de Ucrania, es posible que busque nuevamente avanzar hacia Odesa y luego conectarse con Transnistria, esencialmente creando un puente terrestre que atraviese el sur de Ucrania y se acerque aún más al territorio de la OTAN.

Tim Lister, Hannah Ritchie y Niamh Kennedy de CNN contribuyeron con el reportaje.