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Análisis

ANÁLISIS | Así fue cómo el presidente de Colombia Gustavo Petro encontró su oportunidad en Washington

Por Stefano Pozzebon

Bogotá, Colombia (CNN) -- Una regla eterna en la hospitalidad es que las conversaciones incómodas deben evitarse a toda costa, al menos hasta que sea la hora del postre. No querrás que tus invitados tengan un mal sabor de boca antes de servir la cena.

La misma regla bien podría aplicarse en la política, ya que los líderes a menudo se enfocan primero en “puntos en común” con sus contrapartes en lugar de adoptar una postura de confrontación cara a cara.

La semana pasada, cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió en la Casa Blanca a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, un exguerrillero de izquierda y crítico frecuente del compromiso internacional de EE.UU., los dos hombres hicieron exactamente eso, promocionando sus puntos en común y disimulando las diferencias.

La reunión se produjo cuando una serie de visitas diplomáticas arrojó luz sobre América Latina como una región estratégica, con el canciller ruso Sergey Lavrov recorriendo Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba, y cuando el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, se dirigió al parlamento de México, pidiendo apoyo.

En el peso pesado de la región, Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, mientras tanto, ha estado impulsando una coalición de naciones no alineadas para resolver la crisis de Ucrania y cortejando a Beijing como socio económico.

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Entonces, ¿cuál fue el terreno común más sólido que el presidente Biden, como anfitrión, pudo encontrar para su invitado? El cambio climático.

Petro Biden

El presidente de Estados Unidos Joe Biden se reunió con el presidente de colombia Gustavo Petro en la Oficina Oval de la Casa Blanca el 20 de abril de 2023. (Crédito: Kevin Lamarque/Reuters)

El mensaje más significativo de Washington durante la visita de Petro no fue dirigido a Petro, sino a toda la región de América Latina, con la administración de Biden prometiendo hasta US$ 500 millones, pendiente de aprobación del Congreso, a un fondo internacional de conservación de la Amazonía establecido por Brasil en 2008 y que no había logrado atraer mucho interés, y mucho menos donaciones, en los últimos años.

La selva amazónica se extiende por nueve países de América del Sur, por lo que el impacto del fondo tiene verdaderamente una dimensión regional. Y el compromiso de Biden es diez veces mayor que lo que prometió EE.UU. hace apenas dos meses, cuando fue el turno de Lula en la Oficina Oval.

El anuncio indica que la administración Biden está escuchando atentamente los mensajes provenientes de América Latina, donde la lucha contra el cambio climático ha sido durante mucho tiempo una prioridad para los gobiernos de izquierda y derecha. Los líderes de la región tienden a ver el tema climático como su plataforma en las cumbres internacionales.

Petro usa una estrategia de 'péndulo'

Programada para coincidir con la visita de Petro, la promesa de financiamiento también insinúa que el líder colombiano ha encontrado su oportunidad en la competencia actual entre las superpotencias del mundo.

Al igual que muchos países de América Latina, Colombia ha recibido inversiones considerables de empresas chinas en los últimos años, principalmente en los sectores de transporte y minería. Un consorcio chino construirá el sistema de metro en Bogotá, la capital de Colombia, uno de los proyectos de infraestructura más estratégicos del país durante las próximas dos décadas.

En enero, una nota del embajador de Rusia en Colombia elogió la decisión de Petro de no enviar armas de fabricación rusa propiedad de Colombia a las fuerzas armadas de Ucrania, posición similar a la de otros países de la región como Argentina, Brasil y Perú, que se ha resistido a entrar en la coalición de potencias occidentales en apoyo a Ucrania.

“Petro entendió que puede desarrollar una estrategia de 'péndulo', cambiando de un lado al otro al mismo tiempo”, dijo Vicente Torrijos, profesor de estudios internacionales en la Escuela Superior de Guerra de Colombia.

“Que Colombia sea capaz, sin perder los beneficios de ser un aliado estratégico de la OTAN, de interactuar con Moscú y Beijing, es una visión muy pragmática de la geopolítica internacional”, dijo Torrijos a CNN.

El jueves pasado, Petro también instó a Biden a lanzar “una nueva Alianza para el Progreso” para promover el desarrollo económico a través de energías más limpias en las Américas, invocando el programa de la década de 1960 dirigido por el expresidente estadounidense John F. Kennedy.

Convertirse en una voz para la acción climática a nivel internacional se alinearía con las ambiciones personales de Petro.

“Petro tiene la aspiración de liderar la nueva etapa de la geopolítica latinoamericana. Hablando de generaciones, [el presidente de México, Andrés Manuel] López Obrador está de salida, Lula ya tuvo su momento, y por otro lado [el presidente de Chile, Gabriel] Boric es muy joven, muy inmaduro… entonces Petro ve que hay una brecha en el liderazgo del frente progresista de las Américas y aspira a llenarla”, dijo Torrijos a CNN.

Y Biden también puede presumir de una concesión considerable de su reunión con Petro, quien siempre se había negado a condenar las acciones de Rusia en Ucrania, hasta ahora.

La declaración conjunta firmada por ambos líderes la semana pasada “condenó todas las formas de autoritarismo y agresión en el mundo, incluida la violación por parte de Rusia de la integridad territorial de Ucrania contraria al derecho internacional”, un cambio considerable en la retórica del discurso habitual de Petro.

“Ambos líderes están mostrando cierto pragmatismo real, y Petro sabe que puede ser pragmático cuando quiere”, dijo Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, una consultora política en Bogotá.

“Petro ha demostrado que quiere ser un líder internacional y representar a América Latina en estos grandes contextos, y la administración Biden estaba lista para reconocerlo como tal. En ese sentido, condenar la guerra contra Ucrania no fue un precio muy alto a pagar”, dijo Guzmán a CNN.