(CNN) –– La pareja de muchos años de Francisco Oropesa, el hombre acusado de disparar mortalmente contra cinco personas en una casa vecina de Texas, parecía estar cooperando con las autoridades, pero en realidad le estaba ayudando al sospechoso a evadirlas durante la búsqueda que se extendió por varios días, informó un fiscal este miércoles.
Al presunto atacante lo arrestaron en la noche del martes y enfrenta cinco cargos de asesinato en relación al tiroteo masivo del pasado viernes, dijeron las autoridades.
Oropesa, de 38 años, dijo muy poco mientras le leían los cargos este miércoles en la cárcel del condado de San Jacinto. A través de un intérprete, “básicamente dijo: ‘Ya veo, ya veo, ya veo’”, señaló el juez de paz del condado Randy Ellisor.
La fianza se fijó en US$ 1,5 millones por cada cargo, lo que implica un total de US$ 7,5 millones, detalló Ellisor.
Oropesa permanecía en la cárcel del condado de San Jacinto la noche de este miércoles. Actualmente no tiene un abogado, pero se están completando los documentos para que pueda obtener uno, dijo Ellisor.
Los cargos de Oropesa podrían agravarse a asesinato con pena de muerte, dijo a CNN una fuente de la oficina del fiscal de distrito.
Los otros arrestados
Las autoridades también revelaron este miércoles nueva información sobre las otras dos personas arrestadas en relación al caso.
Divimara Lamar Nava, pareja de Oropesa durante mucho tiempo, enfrenta un cargo por obstaculizar la detención o el enjuiciamiento de un delincuente, un delito grave, según muestran los registros en línea del sheriff.
“La señora Nava parecía estar cooperando hasta el momento en que la arrestamos”, dijo el fiscal de distrito del condado de San Jacinto, Todd Dillon. Sin embargo, “lo que creemos que estaba haciendo la señora Nava es que le estaba proporcionando ayuda, elementos, comida, ropa y había arreglado el transporte de él a esta casa”.
El fiscal, al igual que otros funcionarios, se ha referido a Nava como la “esposa” de Oropesa, aunque los registros públicos sugieren que no está casada. “No sé si es (matrimonio) de derecho consuetudinario o si de hecho han estado casados”, dijo Dillon. “Pero vivían juntos como marido y mujer”, agregó.
A Nava la arrestaron en el mismo lugar del condado de Montgomery donde hallaron a Oropesa la noche del martes escondido en un armario debajo de una pila de ropa sucia, según los registros del caso y el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers. No quedó claro de inmediato si tenía un abogado o cuándo debe comparecer ante la corte.
La policía había rastreado a Nava hasta la casa, que estaba vinculada a un pariente de Oropesa, dijo a CNN una fuente policial. Esa casa está a unos 20 minutos en auto al oeste de donde ocurrió la masacre en Cleveland, una ciudad al noroeste de Houston.
Domingo Castilla, el otro individuo acusado de ayudar a Oropesa, fue arrestado e ingresado en la cárcel del condado de San Jacinto, dijo Ellisor.
A Castillo lo detuvieron por un cargo de posesión de marihuana y “esperamos que se presenten más cargos”, dijo Dillon.
La masacre en Cleveland, Texas, se encuentra entre los más de 180 tiroteos masivos que se han registrado en Estados Unidos este año. También llamó la atención sobre los recursos limitados que tienen los departamentos de sheriff rurales.
La tragedia subraya los desafíos de las agencias policiales en zonas rurales
La oficina del sheriff local ha estado bajo escrutinio por el tiempo que tardo en responder a la escena del tiroteo.
Wilson García, el dueño de la casa donde dispararon a las víctimas, estimó que pasaron de 10 a 20 minutos entre el momento en que se hizo la primera llamada al 911 sobre el sospechoso que estaba disparando su arma afuera y cuando llegaron las autoridades.
Para el tiempo en que la ayuda finalmente llegó, su casa se había convertido en una escena de carnicería.
La Oficina del Sheriff del Condado de San Jacinto respondió lo más rápido posible, dijo Capers, y señaló que solo hay unos pocos agentes para cubrir más de 1.800 kilómetros cuadrados.
Y señaló que a los agentes les tomó unos 15 minutos en llegar al lugar.
“Pero para esa área, eso es excelente”, explicó Tim Kean, jefe adjunto del sheriff. Incluso si una patrulla encendiera sus luces y sirena, Kean estimó que podría tomarle 30 minutos en llegar a la escena.
“Este no es un condado rico”, dijo Kean. “Tenemos carreteras en mal estado. Estamos escasos de personal… Bienvenidos a las agencias policiales rurales”.
Un equipo de CNN confirmó que algunas carreteras en el área están plagadas de grandes baches o son difíciles de transitar.
Kean también dijo que la llamada inicial al 911 no involucró a ninguna víctima baleada.
“Tienen que recordar: la llamada inicial de esto fue que alguien disparó un arma en el patio. Eso no es, en ese momento, no fue un ataque”, dijo el jefe adjunto.
En ese momento, un agente estaba respondiendo a un robo agravado, “una llamada seria”, dijo Kean.
“Entonces, el robo agravado supera al tipo que disparó en el patio en ese momento… Después esa otra llamada se intensificó”.
Fue justo cuando el agente se apresuró a la escena del tiroteo, dijo Kean.
Dijo que el departamento del sheriff, como muchas agencias policiales rurales, no tiene suficiente personal y ha sido difícil atraer y retener a sus miembros por un salario modesto.
“Hacemos lo que podemos con lo que tenemos”, dijo Kean.
Una búsqueda que se extendió por dos países
Los esfuerzos para encontrar a Oropesa se extendieron desde el sur de Estados Unidos hasta México.
Durante días, las autoridades instaron al público a presentar cualquier información y dedicaron recursos sustanciales para rastrear al sospechoso. Entre ellos, más de 250 agentes y una recompensa de US$ 80.000 por pistas que condujeran a su arresto. También se ubicaron vallas publicitarias en español con la recompensa por toda la ciudad de Cleveland, de acuerdo a la Policía. Por su parte, el gobierno de EE.UU. comunicó la información a los medios de todo México en caso de que Oropesa estuviera allí, dijo la fuente policial a CNN este lunes.
A Oropesa lo acusan de abrir fuego mortalmente contra cinco personas la noche del pasado viernes, entre ellas una madre y su hijo de 9 años, después de que le pidieran que dejara de disparar su rifle cerca de la casa de su vecino.
Las víctimas, todas de nacionalidad hondureña, han sido identificadas como Sonia Argentina Guzmán, de 25 años, y su hijo Daniel Enrique Laso-Guzmán, de 9; Diana Velázquez Alvarado, 21; Julisa Molina Rivera, 31, y José Jonathan Cásarez, 18.
Alrededor de 15 personas, incluidos amigos y padrinos, estaban reunidos el viernes en la casa en Cleveland, una ciudad de unos 8.000 habitantes al noreste de Houston, dijo Wilson García, cuya esposa e hijo fueron asesinados.
Entre 10 y 20 minutos antes de la masacre, Wilson García y otros dos hombres se habían acercado al patio de Oropesa para pedirle que dejara de disparar su rifle tan cerca de su casa porque su bebé estaba durmiendo, según declaró García a CNN. Le habían pedido a Oropesa que disparara al otro lado de su propiedad, dijo.
El sospechoso se negó y García dijo que llamaría a la policía.
“Entramos y mi mujer estaba hablando con la policía, y llamamos cinco veces porque cada vez era más amenazador”, recordó García.
“Lo vimos, estaba saliendo de su propiedad y amartilló su arma”, dijo el padre. “Le dije a mi mujer que se metiera dentro porque había amartillado la pistola y podía venir a amenazarnos. Así que mi mujer dijo: ‘Entra tú, no creo que me dispare porque soy mujer, yo me quedaré aquí en la puerta’”.
Poco después, el atacante llegó a la casa de García y disparó contra su mujer, Sonia Argentina Guzmán, en la puerta, antes de matar a otros tres adultos y al hijo de García, Daniel Enrique Laso-Guzmán, según relató el padre afligido.
“Una de las personas que murió vio cuando mi esposa cayó al suelo”, dijo García a CNN.
“Ella me dijo que escapara por la ventana porque mis hijos ya se habían quedado sin mamá. Así que uno de nosotros debía sobrevivir para cuidarlos. Ella fue la persona que me ayudó a saltar por la ventana”, añadió.
La mujer que ayudó a García a huir no sobrevivió, dijo.
“Dos de las personas que murieron estaban protegiendo a mi hija de dos años y medio y a mi hijo de un mes”, dijo García entre sollozos. “Lo protegieron con un montón de ropa para que el atacante no lo matara también. Así que imagina lo que estamos sintiendo ahora. Fue horrible”.
Cuando la policía llegó, encontraron que las víctimas habían recibido disparos “casi estilo ejecución” a corta distancia por encima del cuello, dijo el sheriff Greg Capers, a los medios locales.
Antes del enfrentamiento mortal en la casa de García, se habían realizado cinco llamadas al 911 para informar que el hombre armado disparó su rifle al aire libre, dijo el padre.
“Este es, de lejos, el peor caso que conozco personalmente”, dijo Ellisor, el juez de paz del condado. “Es un comentario triste sobre la sociedad”.
Así lograron el arresto
Un informante que proporcionó pistas a través de la línea del FBI ayudó a guiar a los investigadores hasta la casa donde se encontró a Oropesa, dijo Jimmy Paul, agente especial adjunto del FBI a cargo, la noche de este martes.
La oficina del sheriff indicó que la casa donde estaba el sospechoso se encuentra ubicada en la pequeña ciudad de Cut and Shoot, mientras que la oficina del FBI en Houston tuiteó que está en la vecina Conroe.
Miembros del Departamento de Seguridad Pública de Texas, el Servicio de Alguaciles de EE.UU., el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la unidad táctica de la Patrulla Fronteriza, conocida como BORTAC, ingresaron a la casa y detuvieron al sospechoso, dijo un portavoz del FBI en Houston.
La unidad BORTAC ha desempeñado un papel clave en varias operaciones estadounidenses de alto perfil, incluyendo el tiroteo masivo del año pasado en una escuela primaria en Uvalde, Texas, donde sus agentes abatieron al atacante, dijeron las autoridades.
No está claro si se ha recuperado el arma utilizada en el tiroteo masivo. “A partir de ahora, es posible que tengamos el arma, pero tenemos que esperar a las (pruebas) balísticas”, dijo Kean el miércoles.
Los agentes condujeron a Oropesa a través del patio de una casa, luego lo rodearon mientras estaba sentado en un vehículo policial, según muestran videos de testigos.
Las autoridades ahora tienen 90 días para acusar a Oropesa, y el consulado mexicano será notificado formalmente el miércoles de sus circunstancias, dijo una fuente policial involucrada.
En al menos cuatro ocasiones desde 2009, Oropesa ingresó ilegalmente a Estados Unidos y fue deportado, de acuerdo a una fuente de ICE. Un juez de inmigración ordenó que fuera retirado del país por primera vez en marzo de 2009, antes de ser deportado nuevamente en septiembre de 2009, enero de 2012 y julio de 2016, dijo la fuente.
No se sabe cuánto tiempo llevaba Oropesa en Estados Unidos antes del ataque de la semana pasada. Él y Nava han estado juntos durante unos 12 años y comparten un hogar y un hijo, dijo a CNN una fuente que conoce a la familia.
La próxima comparecencia de Oropesa en la corte no será hasta después de que sea acusado, lo que no se espera hasta dentro de semanas, dijo el juez de paz.
Elizabeth Wolfe, Amanda Jackson, Rosa Flores, Andy Rose, Sharif Paget, Claudia Domínguez, Raja Razek y Nicole Chavez de CNN contribuyeron a este reporte.