(CNN Español) – Cuando los duques de Sussex renunciaron a sus deberes reales, hace dos años, la tensa relación que existe entre Meghan y la familia real ya había quedado más que expuesta públicamente. Se apartaron y dejaron el Reino Unido después de una disputa cada vez más intensa cargada de acusaciones de racismo que seguiría en Estados Unidos, a donde decidieron irse a vivir, con una explosiva entrevista y la escandalosa publicación de las memorias de Harry.
Los halagos a la familia real
Meghan ha dicho en varias ocasiones que ella no seguía la vida de los royals y no sabía los detalles de la familia real británica cuando comenzó a salir con el príncipe Harry, en 2016.
La actriz estadounidense y Harry se conocieron en una “cita a ciegas” organizada por una amiga en común en julio de ese año y, para noviembre, Harry ya se había visto obligado a emitir un comunicado en el que pedía a la prensa que pusiera fin al acoso, que calificó de “sexista y racista”, a su entonces novia.
Luego llegó la noticia de su compromiso con una entrevista para la BBC en la que Meghan elogió a la familia real y cuán acogedores habían sido con ella.
“La familia ha sido excelente, y durante el último año y medio la hemos pasado muy bien conociéndolos y ayudándome progresivamente a sentirme parte no solo de la institución sino también de la familia”, dijo.
Pero todos los elogios públicos para la familia real se esfumarían y la tensión con Meghan quedaría expuesta tras la boda de ensueño que tuvieron en 2018.
Un hogar separado
La reina Isabel II les dio a Harry y Meghan su permiso para establecer su propia oficina con su propio personal en el Palacio de Kensington, en la primavera.
Algunos cuestionaron si hubo una pelea entre las parejas reales de alto nivel, pero el Palacio de Kensington insistió en que era parte de un “movimiento planeado desde hace mucho tiempo”.
Los Sussex habían estado viviendo en Nottingham Cottage, una casa dentro de los terrenos del Palacio de Kensington, en Londres, pero debían mudarse a su nuevo hogar en Frogmore Cottage, en Windsor Estate, al oeste de Londres, mientras se preparaban para la llegada de su primer hijo.
¿Sembró el Palacio de Buckingham información en la prensa?
Desde que se supo que Harry y Meghan salían, la relación con la prensa británica fue complicada. Al príncipe le preocupaba que la historia se repitiera como cuando los paparazzi persiguieron a su madre, una noche traumática en la que su padre le dijo que la princesa Diana había muerto a causa de las heridas sufridas en un accidente automovilístico en París.
“No quiero que la historia se repita. No quiero ser un padre soltero. Y ciertamente no quiero que mis hijos tengan una vida sin una madre o un padre”, dijo el príncipe Harry en una entrevista con Anderson Cooper.
En una entrevista con Tom Bradby, de ITV –antes de que se publicara el libro de las memorias de Harry– el príncipe acusó al Palacio de Buckingham de sembrar información en la prensa, lo cual contribuyó a los conflictos con su familia.
“La parte más triste de eso es que ciertos miembros de mi familia y las personas que trabajan para ellos son cómplices de ese conflicto”.
La explosiva entrevista con Oprah
Tras anunciar que se retiraban de sus roles principales en la familia real británica y de mudarse a California, Harry y Meghan le dieron una explosiva entrevista a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey en la que hicieron polémicas revelaciones sobre cómo fue para ella vivir dentro de los parámetros de la monarquía.
Meghan dijo que, en un momento, su vida como miembro de la realeza británica fue tan aislada y solitaria que “ya no quería estar viva”. La duquesa de Sussex se describió a sí misma como la víctima de un Palacio de Buckingham obsesionado con la imagen, que intervenía en todo, desde cuán oscuro sería el color de la piel de su hijo Archie hasta la frecuencia con la que iba a almorzar con amigos.
Meghan, una exactriz estadounidense, dijo que se vio obligada a reprimir su naturaleza franca y renunciar a su libertad personal. Dijo que no tuvo acceso a su pasaporte, licencia de conducir o llaves después de unirse a la familia real, y solo se las devolvieron cuando la pareja se mudó.
Meghan dijo que la situación se vio agravada por los “anticuados matices coloniales” a menudo racistas que aparecían repetidamente en la cobertura de la pareja en la notoriamente mordaz prensa británica.
Ir o no ir a la coronación del rey Carlos III
El Palacio de Buckingham confirmó que Harry asistirá a la la coronación que tendrá lugar en la Abadía de Westminster este 6 de mayo, pero aseguró –a través de un comunicado– que la duquesa de Sussex “permanecerá en California con el príncipe Archie y la princesa Lilibet”.
La confirmación de la ausencia de Meghan terminó con las especulaciones que había en torno a si estaría presente o no en un evento histórico tanto para la familia real como para el Reino Unido.
Aunque se dio por entendido que Meghan decidió quedarse en su casa en Estados Unidos al coincidir la celebración con el cumpleaños de su hijo Archie, esto podría ser también una muestra más de la tensa relación que existe, desde sus comienzos, entre la duquesa de Sussex y la familia real británica.
Max Foster, Amarachi Orie, Mari Rodríguez Ichaso, Lauren Said-Moorhouse, Joshua Berlinger contribuyeron a este reporte