(CNN) — Era un hermoso día en la playa de Cottesloe, en Perth, Australia Occidental, en marzo de 1979. El príncipe Carlos, de 30 años, hijo mayor de la reina Isabel II y futuro rey, estaba de gira por el estado en nombre de su madre.
Al terminar su baño habitual de las 6:30 de la mañana, Carlos fue interceptado por Jane Priest, una modelo en bikini, de 26 años, que –entre risitas– puso sus manos sobre los hombros del tímido príncipe y, para su sorpresa, le plantó un beso en la mejilla.
El momento “Bond” –captado por la cámara– no fue tan espontáneo como podría parecer a primera vista. En un documental de 2013, el fotógrafo Kent Gavin admitió haber pedido a Priest que “corriera y besara” a Carlos para crear la foto.
Pero en una entrevista de 2012 con el periódico londinense Evening Standard, Priest explicó cómo la cita, destinada a “hacer a Carlos más accesible”, no salió exactamente como estaba previsto.
“Cuando me vio, se zambulló en el agua, así que pensé en seguirle, pero al entrar, él salió”, contó Priest al periódico. “Así que le seguí, con el pelo destrozado y el maquillaje arruinado, y me sentí como una idiota. De hecho, fui y le puse las manos en el pecho para darle un beso y Carlos me dijo: ‘No, no puedo tocarte, no puedo tocarte”.
Sin embargo, la oportunidad de la foto, que fue anunciada como una muestra de la transformación de un joven antes torpe en un príncipe deseable, ciertamente causó furor, apareciendo en las portadas de todo el mundo. Sigue siendo una de las pocas ocasiones en las que un príncipe británico ha sido fotografiado en traje de baño, y más aún con unos shorts tan cortos.
En los últimos años, los pantalones cortos masculinos han disfrutado de una especie de renacimiento. Ya no se consideran un tabú sartorial. Ahora, las fotos virales de estilo callejero de los actores Paul Mescal y Milo Ventimiglia han demostrado que los pantalones cortos merecen ser un básico del verano. En 2020, una petición pública de más hombres con pantalones cortos arrasó en TikTok con cientos de vídeos dedicados al fenómeno. Hoy, el lema cuenta con más de 52 millones de visitas.
La imagen de 1979 también otorgó fama de la noche a la mañana a Priest, entonces una joven madre de un niño, que pasó a tener una exitosa carrera como modelo y en televisión. “Aquí estaba uno de los hombres más poderosos del mundo y era absolutamente adorable”, recuerda al Evening Standard. “Estuve totalmente abrumada durante ese par de minutos”.