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Archivo del FBI revela un complot para asesinar a la reina Isabel II durante una visita a EE.UU. en 1983

(CNN) -- La reina Isabel II del Reino Unido se enfrentó a una posible amenaza de asesinato hace 40 años, antes de un viaje a Estados Unidos, según documentos recientemente publicados por el Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés).

Un conjunto de 103 páginas se publicó este martes en el sitio de registros en línea del FBI, The Vault. Los archivos cubren los preparativos de varios viajes que la difunta reina hizo a Estados Unidos, incluida una gira oficial por la costa oeste con su marido, el príncipe Felipe, en 1983.

Un documento parece detallar una pista recogida alrededor de un mes antes de esa visita de la Policía de San Francisco en relación con una llamada telefónica de "un hombre que afirmaba que su hija había sido asesinada en Irlanda del Norte por una bala de goma".

Y continúa: "Este hombre afirmó además que iba a intentar hacer daño a la reina Isabel y que lo haría o bien dejando caer algún objeto desde el puente Golden Gate sobre el yate real Britannia cuando navegara por debajo, o bien intentaría matar a la reina Isabel cuando visitara el Parque Nacional de Yosemite".

El mismo documento señala que era "intención del Servicio Secreto cerrar las pasarelas del puente Golden Gate cuando se acerque el yate". No se menciona ninguna precaución que pudiera haberse tomado en el parque nacional ni los archivos revelan si se efectuó alguna detención.

La reina también visitó el Parque Nacional de Yosemite durante su gira oficial de 1983. Crédito: Tim Graham Photo Library/Getty Images

Los archivos ilustran la hipervigilancia del FBI ante posibles amenazas a la monarca británica de visita, la colaboración con el Servicio Secreto estadounidense y la preocupación por el Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) y sus simpatizantes durante las visitas reales.

El primo de la reina, Louis Mountbatten, fue asesinado por el IRA Provisional en 1979, utilizando una bomba colocada en su barco pesquero. En la misma explosión murieron otras tres personas, entre ellas dos niños. Muchos de los viajes de la reina a EE.UU. tuvieron lugar en medio de los disturbios en Irlanda del Norte y los documentos revelan que el FBI vigilaba de cerca los preparativos de las visitas reales a lo largo de los años.

Antes de una visita privada a Kentucky, en 1989, un documento señala que, aunque el FBI no tenía conocimiento de ninguna amenaza específica contra la reina, "la posibilidad de amenazas contra la monarquía británica está siempre presente por parte del Ejército Republicano Irlandés (IRA)".

En otra parte de los archivos, un documento preparatorio de la visita de Estado de la reina, en 1991, esboza la preocupación por los grupos irlandeses que organizan protestas en varios compromisos programados, incluido un partido de béisbol al que la monarca debía asistir y un acto en la Casa Blanca. Citando información impresa en un periódico irlandés de Filadelfia titulado Irish Edition, la página decía: "El artículo afirmaba que los sentimientos antibritánicos están a flor de piel como resultado de las injusticias infligidas a los Seis de Birmingham por el corrupto sistema judicial inglés y la reciente oleada de brutales asesinatos de nacionalistas irlandeses desarmados en los seis condados a manos de escuadrones de la muerte lealistas".

Y añadía: "Aunque el artículo no contenía amenazas contra el presidente o la reina, las declaraciones podían considerarse incendiarias. El artículo afirmaba que un grupo irlandés había reservado un gran bloque de entradas para la tribuna principal".

En otro viaje a EE.UU., en 1991, el presidente George H. W. Bush y la primera dama Barbara Bush se unieron a la reina y al duque de Edimburgo en un partido de béisbol en Baltimore. Crédito: J. David Ake/AFP/Getty Images

Otro documento del archivo, fechado en julio de 1976, menciona una ocasión en la que la reina viajó de vuelta al otro lado del Atlántico para ayudar a celebrar el bicentenario de Estados Unidos, con paradas en Filadelfia, Washington y Nueva York.

Durante ese viaje, revelan los documentos del FBI, se emitió una citación a un piloto por sobrevolar Battery Park con un pequeño avión biplaza que llevaba un cartel que decía "Inglaterra, sal de Irlanda".