(CNN Español) – Joaquín Sperani salió de su casa el 29 de junio camino a la escuela en la ciudad de Laboulaye, provincia de Córdoba. Fue la última vez que su familia lo vio con vida. El cuerpo fue hallado cuatro días después en una casa abandonada. El adolescente de 14 años había sido asesinado. Pero la conmoción para la ciudad, de unos 20.000 habitantes, no terminaba allí. El Ministerio Público Fiscal de Córdoba informó que el principal sospechoso del crimen es otro menor.
“La principal hipótesis de investigación es que se trataría de un homicidio y el presunto autor sería un menor de edad”, anunció en su sitio web la Fiscalía General de la Provincia de Córdoba. La causa fue luego derivada a un juzgado de menores.
El menor identificado sería un compañero de la escuela de la víctima, según dijo César Abdala, intendente de Laboulaye, a Cadena 3 de Argentina.
“Por el momento hay un solo sospechoso involucrado y es inimputable”, confirmó también a CNN Raúl Frencia, abogado de la familia Sperani.
“Los padres están [de la víctima] todavía en shock. Es algo muy, muy doloroso, están destruidos”, relató el abogado de la familia Sperani. “Ella [la madre de la víctima] me dijo ‘Éramos una cadena cerrada y se me cortó un eslabón, ya no se cierra más´. Creo que eso resume el dolor de esta familia”.
¿Qué se sabe de la desaparición y la muerte de Joaquín Sperani?
Según lo reconstruido hasta el momento por los investigadores, Sperani salió de su casa el jueves 29 a las 3 pm, hora local, y recorrió en su bicicleta las seis cuadras que lo separaban de la escuela secundaria donde estudiaba.
“Se hacen 7, 7 y media no llegaba a casa”, relató Mariela Flores, madre de la víctima, al canal de noticias C5N. La mujer dijo que habló con todos los allegados que podrían saber algo de él, pero nadie lo había visto.
Entonces, amigos y vecinos salieron a buscarlo. En el proceso, vieron que la bicicleta del joven aún estaba en la escuela, donde además le informaron a la madre que el menor no había asistido ese día.
“Me alarmó más, fuimos a hacer la denuncia”, dijo la mujer.
Durante los días que siguieron, se realizaron rastrillajes y allanamientos. Además, vecinos y familiares colaboraron con la búsqueda.
El domingo 2 de julio se concretó el hallazgo que acabó con la esperanza de la familia Sperani: el cuerpo de Joaquín fue encontrado en una casa abandonada a 100 metros de la escuela.
Según Flores, madre de la víctima, quien lo halló fue una pariente de su hijo. “Mi sobrina, pobre, se decidió meter en la casa a la vuelta de la escuela y lo encuentra al primo”, contó la mujer en entrevista con medios locales.
Tras el hallazgo, “de inmediato, se ordenó una autopsia, que fue realizada por el Cuerpo Médico Forense de la sede judicial Río Cuarto”, según indicó el Poder Judicial de la provincia de Córdoba.
La conmoción en esta tranquila comunidad del sur de la provincia argentina fue todavía mayor cuando se supo que el responsable podría ser otro adolescente. “Se pudo establecer la presunta participación no punible de un niño de 14 años en la muerte de J. S. F.”, se lee en el sitio web del Poder Judicial cordobés.
Hasta el momento, se desconoce el móvil del crimen.
En Argentina, la ley establece que “no es punible el menor que no haya cumplido 16 años”. Por ese motivo, el caso pasó a un juzgado especial.
Al menor involucrado en la muerte de Sperani se le asignó una defensora pública, para acompañarlo durante el proceso y explicarle sus derechos, informó a CNN una fuente judicial.
La defensora lo asistió este miércoles en una videoconferencia con el juez Sebastián Moro, titular del Juzgado de Control, Faltas, Niñez, Juventud, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género de Laboulaye.
El adolescente continúa alojado en un centro de menores, para asegurar su resguardo, aseguró la fuente. Está previsto que se le practique “una serie de estudios diagnósticos, psicosociales y ambientales”.