(CNN) – Más de un millón de personas abarrotaron la playa brasileña de Copacabana para asistir a un concierto gratuito de Madonna el sábado, y tuvieron que desafiar el calor para ver el final de su gira mundial “Celebration”.
La arena y el paseo marítimo que rodea la famosa playa de Río de Janeiro estaban llenos durante varias cuadras por una multitud que la ciudad estimó en 1,6 millones.
Muchos habían estado allí durante horas o incluso días para conseguir un buen lugar, mientras los seguidores más adinerados anclaban en decenas de barcos cerca de la playa, y muchos espectadores abarrotaban los apartamentos frente a la playa.
Los bomberos rociaron agua antes del concierto, cuando las temperaturas superaron 30 ºC, para refrescar a los seguidores reunidos cerca del escenario de la reina del pop, y se distribuyó agua potable de forma gratuita. Las temperaturas rondaron los 27 ºC durante el espectáculo nocturno.
Madonna, de 65 años, interpretó canciones como “Like a Prayer”, “Vogue” y “Express Yourself” durante más de dos horas desde las 10:45 p.m., en el cierre de su gira de grandes éxitos que comenzó a finales del año pasado.
“Río, aquí estamos, en el lugar más hermoso del mundo, con el océano, las montañas, Jesús”, dijo Madonna a la multitud, en referencia a la enorme estatua del Cristo Redentor en la cima de la montaña de la ciudad. “Mágico”.
En el espectáculo participaron los artistas pop brasileños Anitta y Pabllo Vittar, así como músicos más jóvenes de escuelas de samba.
Más de 3.000 agentes de policía fueron desplegados alrededor de la zona del concierto, donde los Rolling Stones y Rod Stewart también atrajeron a millones de personas hace unos años. Las autoridades utilizaron una estrategia de gestión de multitudes similar a la que utilizaron en las famosas celebraciones de Nochevieja de la ciudad.
Las autoridades brasileñas intensificaron su vigilancia sobre los problemas de salud relacionados con el calor después de que una joven fan brasileña muriera en un concierto de Taylor Swift el año pasado debido a un agotamiento por calor.
Los gobiernos del estado y de la ciudad de Río dijeron que gastaron 20 millones de reales (US$ 3,9 millones) en el concierto, mientras que el resto fue financiado por patrocinadores privados. Las autoridades estiman que el concierto podría aportar unos 300 millones de reales (US$ 59,1 millones) a la economía de Río.