Nueva York (CNN) – The Wall Street Journal le debe algo mejor a sus lectores y al público.
El diario de negocios publicó y promocionó una historia el miércoles en la que afirmaba que “a puerta cerrada”, el presidente Joe Biden ha mostrado “signos de deterioro”. El artículo ponía en duda la agudeza mental de Biden, haciendo eco de una versión impulsada por el Partido Republicano según la cual el presidente de 81 años carece de la aptitud necesaria para ocupar el cargo más alto de la nación.
Pero un análisis del reportaje revela un problema flagrante: la mayoría de las fuentes en las que se basaron las reporteras Annie Linskey y Siobhan Hughes eran republicanas. De hecho, enterrado en la historia, las periodistas mismas reconocieron que habían sacado su conclusión arrolladora basándose en fuentes del Partido Republicano que, obviamente, tienen un incentivo para hacer comentarios que dañen la candidatura de Biden.
“La mayoría de los que dijeron que Biden tuvo una actuación pobre eran republicanos, pero algunos demócratas dijeron que en varios de los intercambios dejó entrever su edad”, reconocieron Linskey y Hughes. El dúo también señaló que habían hablado con fuentes de la administración “que no encontraron ningún fallo” en la forma en que Biden se comportó en las reuniones en las que estuvieron presentes.
Que los republicanos acusen a su enemigo político de carecer de la aptitud mental necesaria para ocupar un cargo no es nada sorprendente. Tales acusaciones se hacen cada noche en Fox News. Y Donald Trump, que a sus 77 años también ha dado sobradas muestras de estar mermando sus facultades mentales, como quedarse dormido en repetidas ocasiones en su propio juicio por sobornos, ha hecho de esta acusación el eje de su campaña. En otras palabras, estas acusaciones de la derecha no son exactamente una novedad.
“Es un poco sorprendente que The Wall Street Journal pensara que era una noticia de última hora que los republicanos del Congreso les dijeran las mismas afirmaciones falsas que han vertido en Fox News durante años”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, “pero también es revelador que los únicos individuos dispuestos a difamar al presidente en esta historia sean oponentes políticos temerosos de usar sus nombres, además de un mentiroso probado”.
Aún más inexplicable es por qué se cita en el artículo del diario al expresidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy como una persona seria que habla de buena fe. McCarthy es, de hecho, un republicano partidario de MAGA que durante años ha mentido en nombre de Trump. Estoy seguro de que las periodistas de The Wall Street Journal reconocerían el historial extremo de deshonestidad de McCarthy en privado. Entonces, ¿por qué presentarlo a los lectores como un árbitro honesto de la realidad?
Katie Rogers y Annie Karni, de The New York Times, incluso informaron el año pasado de que McCarthy había elogiado las facultades mentales de Biden cuando hablaba entre personas de confianza, una melodía totalmente diferente de la que canta ahora en público. “En privado, el Sr. McCarthy ha dicho a sus aliados que ha encontrado al Sr. Biden mentalmente agudo en las reuniones”, informaron Rogers y Karni en marzo de 2023. Rogers volvió a publicar esa información el miércoles a raíz de la historia de The Wall Street Journal.
Extrañamente, al citar a McCarthy, el diario aparentemente ignoró declaraciones de demócratas de alto rango.
La expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi reveló que había hablado con el diario, pero no fue citada en el artículo. Otros demócratas hicieron públicas el miércoles experiencias similares. En su lugar, una de las únicas citas oficiales de todo el reportaje fue la del exlíder republicano que mentiría sobre el color del cielo si eso complaciera a Trump.
“The Wall Street Journal ignoró el testimonio de los demócratas, se centró en los ataques de los republicanos e imprimió un artículo de ataque”, protestó Pelosi en X.
Hughes respondió a las críticas el miércoles, diciendo a “CNN News Central” que su trabajo “es ser el agente del lector” y que ella no va a “publicar la cita proporcionada a mí o a nosotros por cada uno de los demócratas”.
Un portavoz de The Wall Street Journal me dijo que el diario propiedad de Rupert Murdoch, que está bajo la dirección de la nueva editora Emma Tucker, “se mantiene firme en su información”. Si Tucker se siente cómoda con un periodismo tan mal hecho, es preocupante.
Es difícil imaginar que el diario, o cualquier otro medio, publique una historia similar declarando que Trump está “despistándose” a puerta cerrada basándose en la palabra de altas figuras demócratas, a pesar del hecho de que el liderazgo demócrata ha demostrado una relación mucho más fuerte con la verdad en los últimos años que sus homólogos republicanos.
En términos más generales, el artículo de The Wall Street Journal apuntaba a un problema continuo que sacude a los medios de comunicación mientras cubren las elecciones de 2024. A Trump se le permite dormirse en los tribunales y hacer declaraciones públicas sin sentido de forma rutinaria sin que se plantee ninguna cuestión seria sobre su agudeza mental. Mientras tanto, a Biden se le juzga con un rasero totalmente distinto.
¿Dónde están las historias sobre el antiguo círculo íntimo de Trump planteando dudas sobre su aptitud mental? Alyssa Farah Griffin, que fue su directora de comunicaciones, ha declarado públicamente que Trump “no es tan agudo” como antes. Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur que fue embajadora ante las Naciones Unidas bajo el mandato de Trump, también ha planteado repetidamente cuestiones sobre la aptitud mental del candidato republicano, describiéndolo como “en declive” y “disminuido” y “no la misma persona que era en 2016”.
“Espero que The Wall Street Journal se sienta libre de ponerse en contacto con cualquiera de nosotros que trabajó en el Gobierno de Trump. Estaremos encantados de hablar sobre la agudeza mental de Trump y su aptitud para el cargo”, escribió sarcásticamente en X Olivia Troye, una exfuncionaria del gobierno de Trump. “Podemos empezar con las discusiones a puerta cerrada sobre los batidos durante las sesiones informativas de inteligencia, los molinos de viento que causan cáncer, lo que hace y lo que no hace la lejía y seguir a partir de ahí”.