(CNN) – Los principales super PAC (comité de acción política independiente que recauda dinero para campañas) de la industria de las criptomonedas invirtieron US$ 131 millones en las carreras congresionales de este ciclo electoral en EE.UU. para ayudar a elegir a docenas de legisladores a favor de las criptomonedas, mientras que individuos multimillonarios con intereses en criptomonedas gastaron millones para ayudar a que Donald Trump regresara a la Casa Blanca.
Ahora están decididos a cambiar cómo Washington trata su negocio.
Los objetivos incluyen asegurar que Trump elija un presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) amigable con las criptomonedas para reemplazar a Gary Gensler, cuyas agresivas acciones de cumplimiento durante la administración de Joe Biden enfurecieron a los CEO de criptomonedas. Los grupos de la industria también están haciendo lobby en el Congreso para aprobar un marco regulatorio que dicen es necesario para llevar las criptomonedas al centro del sistema financiero de EE. UU.
El gremio podría estar bien posicionada de cara a la nueva sesión del Congreso. Un rastreador dirigido por un grupo llamado Stand with Crypto dijo que 274 candidatos procriptomonedas habían sido elegidos a la Cámara y 20 al Senado en este ciclo. Los super PAC de criptomonedas gastaron fuertemente en republicanos así como en demócratas clave, incluyendo a dos que ganaron escaños abiertos en el Senado de EE.UU., Elissa Slotkin en Michigan y Ruben Gallego en Arizona.
El poder político bipartidista de las criptomonedas señala un notable rebote respecto a hace solo dos años, cuando la industria estaba tambaleándose por la repentina implosión del problemático intercambio de criptomonedas FTX. En su secuela, los legisladores se apresuraron a desprenderse de donaciones de campaña del líder de la firma, Sam Bankman-Fried, quien ahora cumple una pena de 25 años de prisión por defraudar a clientes e inversores.
Bitcoin, la criptomoneda más grande del mundo, alcanzó máximos históricos tras la victoria de Trump, en anticipación de más políticas pro-cripto de su administración.
Cómo Washington regula la industria tiene enormes consecuencias para este sector en crecimiento, junto con los 52 millones de estadounidenses que ahora poseen activos digitales.
“Las criptomonedas son una fuerza política”, dijo Kristin Smith, directora ejecutiva de la Asociación Blockchain de 98 miembros, a CNN. “Como resultado de esta última elección, tendremos el Congreso más pro-cripto que jamás haya sido elegido, pero también la administración más pro-cripto que haya estado en el poder”.
Smith dijo que la industria está comunicándose con el equipo de transición de Trump “a través de varios canales” para dar a conocer sus opiniones sobre las selecciones de personal y otras preferencias políticas.
“La estrategia es tener tantas conversaciones con tantas personas en el entorno de Trump como sea posible para que todos comprendan en qué está más interesada la industria de las criptomonedas”, dijo.
Actualmente, Smith dijo que las principales opciones del gremio para presidente de la SEC incluyen al excomisionado de la SEC Dan Gallagher, ahora director legal de Robinhood, que tiene una operación que permite a los usuarios comprar y vender criptomonedas en su plataforma.
Paul Atkins, también excomisionado de la SEC, que ahora dirige una firma de consultoría de servicios financieros, también es visto como un fuerte contendiente. Atkins forma parte de la junta asesora de la Token Alliance, que promueve el uso de activos digitales. Ni Gallagher ni Atkins respondieron a las consultas de CNN.
Smith dijo que el grupo de blockchain también espera avanzar en otros cambios, incluyendo potencialmente establecer un zar en la Casa Blanca que pueda ayudar a orquestar la política de criptomonedas a través de las agencias gubernamentales.
La conversión de Trump a favor de las criptomonedas
Trump y varios aliados clave que trabajan en la transición tienen una inclinación decididamente procripto. El expresidente, quien, tan recientemente como en 2021 parecía descartar a Bitcoin y calificarlo como algo que “parece una estafa”, se ha convertido. Desde entonces, ha tenido un acuerdo de licencia para vender NFT o tokens no fungibles.
Durante una aparición en una conferencia de Bitcoin durante el verano, Trump hizo grandes promesas: se comprometió a destituir al presidente de la SEC, Gensler, y a hacer de EE.UU. “la capital cripto del planeta”. (El mandato de Gensler dura hasta 2026, pero es habitual que los jefes de la SEC renuncien cuando una nueva administración toma el poder).
Trump también prometió crear una reserva nacional de criptomonedas.
Trump y sus hijos también han lanzado su propio negocio de criptomonedas, World Liberty Financial. No está claro cómo el presidente electo planea navegar los posibles conflictos de interés con este y otras partes de su imperio empresarial, dado su papel en la selección de los funcionarios federales que supervisarán la industria.
Su conversión, en parte, parece haber sido impulsada por el interés de sus hijos. Durante una transmisión en vivo promocionando World Liberty Financial, Trump describió a su hijo de 18 años, Barron, como un fan de las criptomonedas.
Steve Witkoff, un amigo cercano de Trump y desarrollador inmobiliario, también dijo que estaba involucrado en la empresa.
Los funcionarios de transición de Trump no respondieron a las consultas de CNN.
Otros aliados de Trump también son optimistas sobre los activos digitales, incluido el multimillonario Elon Musk, quien invirtió casi US$ 119 millones en la elección de Trump y ha sido elegido para ayudar a liderar un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental cuya abreviatura, DOGE, ofrece un juego de palabras con Dogecoin, una criptomoneda promovida por el magnate.
Howard Lutnick, quien se desempeña como copresidente de la transición presidencial, supervisa el banco de inversión Cantor Fitzgerald con una lista de clientes que incluye a la empresa de moneda digital Tether.
Los super PAC que apoyan la candidatura de Trump también atrajeron donaciones de figuras líderes de la industria. Los magnates del capital de riesgo Marc Andreessen y Ben Horowitz, cuya firma ha invertido en startups de criptomonedas, donaron cada uno US$ 2,5 millones durante el verano a Right for America, un super PAC liderado por el aliado de Trump, Sergio Gor, que promovió la candidatura de Trump en estados clave.
En un podcast reciente, Andreessen celebró el resultado electoral, diciendo que “se sintió como quitarse una bota del cuello”.
Ambos inversores han sido críticos de la postura regulatoria de la administración Biden, que según argumentaron sofocó la innovación en EE.UU. También ayudaron a financiar Fairshake, un super PAC de la industria de criptomonedas lanzado el año pasado que estuvo activo en contiendas congresionales.
Otros donantes de la industria que apoyan a Trump incluyen a Tyler y Cameron Winklevoss, hermanos gemelos magnates de las criptomonedas que donaron cada uno 250.000 dólares a un super PAC pro-Trump supervisado por Musk y alrededor de US$ 1 millón cada uno en Bitcoin a un comité conjunto de recaudación de fondos de Trump.
Ráfaga de gastos
Gran parte de la actividad para influir en las carreras congresionales en este ciclo provino de tres PAC financiados por la industria de las criptomonedas: Fairshake y dos super PAC afiliados, Defend American Jobs y Protect Progress, que emitieron anuncios publiciatorios para impulsar a sus candidatos favoritos.
Aunque su dinero marcó la diferencia, no está claro que la agenda pro-cripto haya persuadido a los votantes, ya que la mayoría de sus anuncios ni siquiera mencionaron las criptomonedas, sino que promovieron otros temas como las historias personales de los candidatos.
La influencia política de la industria se hizo evidente a principios de este año tras su gasto de aproximadamente US$ 10 millones contra la representante demócrata Katie Porter, una aliada cercana de la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, una crítica prominente de la industria. Porter perdió su primaria para el Senado en California ante el también demócrata Adam Schiff.
Un super PAC de la industria gastó US$ 40 millones para apoyar al candidato republicano al Senado Bernie Moreno en Ohio, quien derrotó al senador demócrata Sherrod Brown, que llevaba tres mandatos.
Brown, quien preside la poderosa Comisión Bancaria del Senado, había pedido más regulación del sector. Moreno, un exjefe de concesionario de autos de lujo, fundó una empresa de blockchain y ha sido un defensor vocal de la tecnología.
Entre los cambios que podrían revisarse en el próximo Congreso está la legislación para trasladar parte de la supervisión federal de la industria de la SEC a la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC por sus siglas en inglés), lo que algunos críticos argumentan podría reducir la supervisión.
En mayo, la Cámara de Representantes, por un amplio margen bipartidista, aprobó convertir a la CFTC en el principal regulador de los activos digitales. Aunque la medida no obtuvo la aprobación del Senado, los conocedores de la industria insisten en que el amplio apoyo en la Cámara y el aumento del gasto en campañas del sector ayudaron a transmitir a los candidatos, incluidos aquellos que buscan la presidencia, el mensaje que las criptomonedas han emergido como una fuerza política.
Los grupos del gremio cripto insisten en que no buscan evadir la regulación, sino que quieren más claridad a medida que su negocio prospera.
“Para construir, necesitas saber cuáles son las reglas que rigen lo que estás construyendo”, dijo Colin McLaren, director de compromiso de la Fundación de Innovación Cedar, una organización sin fines de lucro alineada con las criptomonedas.
Los grupos de consumidores, que temen que las propuestas legislativas buscadas por la industria puedan resultar en protecciones inadecuadas para los consumidores, dicen que la ráfaga de gastos políticos de este año encendió alarmas sobre el nuevo poder de un solo sector.
“Lo que mostró la elección fue que la industria está dispuesta a gastar masivamente para inclinar a los políticos a favor de un producto inseguro que no ha demostrado un propósito económico significativo”, dijo Robert Weissman, copresidente del grupo de tendencia izquierdista Public Citizen, en un comunicado.
La industria está señalando que tiene la intención de convertirse en una presencia duradera en Washington.
Los funcionarios de Fairshake dicen que ya han acumulado, junto con super PAC afiliados, US$ 78 millones para las elecciones congresionales de mitad de período de 2026, aún a dos años de distancia. Eso incluye US$ 30 millones en efectivo político sobrante de las contiendas de este año, además de compromisos financieros tempranos de la firma Andreessen Horowitz y Coinbase, una de las plataformas de comercio más grandes de la industria.
Kara Calvert, jefa de política de EE.UU. en Coinbase, dijo que el sector quiere asegurar un apoyo continuo para su agenda. “Tenemos que invertir año tras año, y tenemos que asegurarnos de que el Congreso entienda la importancia crítica de esta industria”, dijo.
Con información de David Wright de CNN.