Ricky Jackson era un adolescente de Cleveland en 1975, cando fue condenado a muerte por un asesinato que no cometió. Él estuvo a dos meses de su fecha de ejecución cuando se le redujo la condena a cadena perpetua por un error de papeleo. Fue exonerado y salió en libertad en 2014, tras cumplir 39 años de prisión... la sentencia más larga de un exonerado en la historia de Estados Unidos.