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Reconstruyendo vidas en Fukushima
Luego del accidente nuclear de Fukushima en 2011, los fotógrafos y documentalista Carlos Ayesta y Guillaume Bression hicieron varios viajes a la zona prohibida, y fotografiaron a antiguos residentes de la región casi cinco años después. Aquí, Midori Ito fue colocada en un supermercado abandonado en la ciudad prohibida de Namie. Justo después del desastre, Midori Ito se trasladó a Minami Aizu por los riesgos a la salud vinculados con la radioactividad.
"Era muy importante que no fueran modelos", le dijo Bression a CNN en un correo electrónico. "Todos ellos tienen una historia relacionada con el accidente. Les pedimos a antiguos residentes o habitantes de la región de Fukushima, y en algunos casos, a los dueños reales de ciertas propiedades, que nos acompañaran dentro de la zona prohibida y abrieran las puertas de estos lugares ordinarios, pero ahora poco amigables".
Kanoko Sato se encuentra en un gimnasio destruido en Ukedo.
Masayoshi Kawada se sienta en un restaurante de ramen en Namie.
Mikaze Risa Sato y Kumakura fueron colocadas en un bar de karaoke en Namie. Ellas son originarias de Koriyama y no habían visitado la región desde que fue abandonada durante el desastre nuclear.
A Yasushi Ishizuka la colocaron en un pachinko (sala de juegos japonesa) en Tomioka
Hidemasa y Michiko Otaki fueron colocados en Tomioka, un pueblo afectado por el tsunami y evacuado después del accidente nuclear. "Después del accidente, nos trasladamos de refugio a refugio, empecé a hacer cortes de pelo y un día, mientras hablaba con otra refugiada, me dijo que había una casa disponible en el barrio de Nakoso de la ciudad de Iwaki. Aquí es donde he vivido los últimos dos años".
Noboru Eda se encuentra en una tienda de música abandonada en Namie.
Bression dice que el proyecto podría haberse enfocado en cualquier crisis, donde la gente tiene que dejar la seguridad de sus propios hogares y la familiaridad de su entorno cotidiano. "Lo que realmente queríamos era enfocar la discusión en lo que los habitantes expresan ahora mismo y tendrán que expresar en el futuro".
Shigeko Watanabe administraba una pequeña imprenta en el centro de la ciudad de Namie. Desde el desastre, nunca reanudó su negocio.