“Las clases por zoom me parecen antiartísticas”

(CNN Radio Argentina) -- Silvia Bazilis habló este sábado con Martín Leopoldo Díaz en Historias del Colón sobre su brillante carrera y su incursión en la obra Giselle: “Fue un ballet significativo por la manera en la que se presentó en el inicio de mi carrera profesional, de una manera acompañada de la directora del ballet del teatro colón, que fue Esmeralda Agoglia, era el sueño de toda bailarina”.

“Fue algo maravilloso, ella se encargó de enseñármelo personalmente, se dedicó a transmitirme lo que tenía que hacer, para mí tiene un significado muy especial este ballet, yo era quinto reparto cuando me lo dio para estudiar, había cuatro bailarinas de renombre delante mío, pero ese mismo año lo bailé. Me eligió un partenaire muy maduro para que yo, como novata, me sintiera segura. Eso fue en el año 1974”, señaló la bailarina.

Silvia recordó su participación como primera bailarina en la llegada de Vladimir Vasiliev, en 1977: “El día de la función se enfermó su esposa y me ofrecieron bailarlo, ensayamos a la mañana y a la tarde y salimos a hacer la función. A los dos días me ofrecieron que hiciera la segunda función, y ella estuvo sentada mirando la función”.

La bailarina señaló que “antes de las funciones sentía nerviosismo que se superaba cuando empezaba a bailar. Giselle es un ballet que la bailarina puede empezar a bailar con mucho tiempo anterior para entrar en escena y calentarse, y cuando llegaban las partes difíciles estaba más relajado y la presión había desaparecido”.

Por otro lado, Silvia se refirió a la decisión de dejar de lado su costado profesional para formar una familia “No fue difícil decidir ser mamá, conocí a mi esposo dentro de la profesión, empezamos una relación diferente con Dios, que nos fue guiando con decisiones personales que afectaban a la profesión, sentíamos que la familia estaba primero que la carrera, veíamos a compañeras grandes que se jubilaban y que sufrían porque no le habían dado lugar a enamorarse o sacrificar un año de carera para tener un hijo, y estaban solas. Fue una decisión de a dos, no tuve miedo, al contrario. Mis compañeras me decían que estaba en lo mejor. No me perdí nada, Dios me mostró que cuando pone prioridades él después respalda las decisiones, y nada se pierde, al contrario hoy se gana”.

En relación a la pandemia, la bailarina sostuvo que “a los jóvenes les diría que no se desanimen, no podría dar clase por zoom porque me parece antiartístico y antinatural de lo que es una relación de maestro con alumno. Cuesta mucho mantener motivada a una compañía. Este tiempo es muy triste, un año para un bailarín es como 10 años”.

 

Silvia Baziliis fue una Primera Bailarina y Etolie del Teatro Colón de Buenos Aires, quien junto al bailarín Raúl Candal conformaron unas de las parejas de mayor proyección artística en la historia de la danza de la Argentina. Inició sus estudios formales de ballet en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón; al culminar sus estudios en 1973, integró el Ballet Estable del Teatro Colón. En 1977 ascendió a Primera Bailarina luego de haber protagonizado Giselle junto al ruso Vladimir Vasiliev.

Protagonizó, entre otras, Giselle, El lago de los cisnes y Carmen. Fue partenaire de Raúl Candal, Maximiliano Guerra y Julio Bocca.

Se retiró de los escenarios del Ballet Estable del Teatro Colón en 1994, bailando el estreno del ballet Oneguin, con coreografía de John Cranko, junto a Raúl Candal y Maximiliano Guerra.​ Un año más tarde se despediría definitivamente de los escenarios bailando junto a Julio Bocca el pas de deux de Romeo y Julieta en el Luna Park.

Trabajó como maestra en la Fundación Julio Bocca, también es maestra preparadora de bailarines que desean participar en concursos internacionales.