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CNN Radio Argentina

A 27 años, el testimonio de Ana Weinstein, sobreviviente del atentado a la AMIA

Por CNN Radio Argentina, Guillermo Panizza

(CNN Radio Argentina) -- Ana Weinstein, sobreviviente del atentado a la AMIA del 18 de julio de 1994, afirmó este domingo en CNN Radio que “con memoria vamos a seguir”, a pesar de que está “muy decepcionada” con el accionar de la Justicia en la investigación.

“El odio puede llegar a ser como una bomba o como el Holocausto”, deslizó la directora del Centro de Documentación sobre Judaísmo Argentino en la mutual israelita. Y se refirió a que con la voladura de la entidad de Pasteur 633 el país fue “violado de esa manera”.

A 27 años del horror que costó 85 vidas, Weinstein expresó: “Soy socióloga y sé que una sociedad sin justicia no distingue entre buenos y malos. Es frustrante”.

Una sociedad sin justicia no distingue entre buenos y malos

“No se hizo justicia. La causa está estancada por temas políticos y por las piruetas de diferentes gobiernos”, comentó en diálogo con Guillermo Panizza durante el ciclo CNN Aire de mañana.

“Mis nietos, en su inocencia, me preguntan si hay algún detenido por el atentado. Yo trato de reflexionar con ellos sin transmitirles desolación. No se ha querido (esclarecer), no es que no se ha podido. Los hechos están certificados”, manifestó, consternada.

“Tengo el fervoroso deseo de que de una buena vez podamos entender que en la Argentina existe justicia. Todos podemos hacer algo desde algún lugar”, expuso.

Trato de reflexionar con mis nietos sin transmitirles desolación

“Ese día, un lunes como todos, había llegado al edificio de la AMIA con mi asistente Mirta Strier. Teníamos asignada una oficina en el segundo piso. En un momento caminé por el pasillo hasta el fondo y al instante sentí caídas tremendas en medio de la oscuridad. El cerebro dejó de tener una percepción real”, relató. Y prosiguió: “Sentía los gritos. No creía que podía ser otra vez una bomba, como antes en la Embajada de Israel. Alguien me atajó. Después pudimos salir al aire libre y trepar a una terraza. Y vimos el edificio cayendo. La sensación de que uno está y no está es parte de esos primeros instantes”.

“Mi convicción me dictó que no me voy a dejar matar. Tenía la posibilidad de contar y de seguir haciendo las cosas que hacía en la AMIA. No puedo entender a esa persona que manejaba la camioneta, que sabía que iba a morir y que quitó tantas vidas”, finalizó.