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CNN Radio Argentina

Los trabajadores del Teatro Colón, los alquimistas del Mundo del Arte en cada función

Por CNN Radio Argentina

(CNN Radio Argentina)- En el marco del programa Historias del Colón, este domingo de pascuas, el conductor, Martín Leopoldo Díaz conversó con Carlos Pérez, Jefe de la Sastrería del Teatro Colón, quien dió detalles a propósito de la mecánica de trabajo del cuerpo de diseñadores, sastres, costureras, bordadores, artesanos y demás trabajadores de su departamento. También por su parte, Pascual Palmiro Criniti, Jefe Técnico de Escenario y de Maquinaria Escénica del imponente Coliseo, contó detalles de lo que significa para él ser parte del Teatro, al tiempo que compartió una anécdota inolvidable.

Carlos Pérez, quien heredó su profesión por parte de padre, contó a CNN Radio que fue el primer miembro de su familia en ingresar, hace ya veinte años, a formar parte del cuerpo del importante departamento artístico del teatro. En este sentido, el Jefe de Sastrería expresó, con mucho orgullo, lo que significa llevar adelante semejante tarea al frente de este equipo de artistas y artesanos, que realizan una labor especializada y excepcional, que escasea en el mundo entero.

Un oficio para confeccionar el arte

"Hoy no hay muchos sastres a nivel mundial y menos, sastres teatrales", advirtió el Jefe de este departamento de vestimenta del Colón, para agregar: "El trabajo no sólo es el de las costureras y los diseñadores, todos los involucrados son imprescindibles porque cada uno colabora dejando lo mejor de sí por amor al Teatro".

"En la sastrería hay diversas áreas como son: depósito de trajes, talleres de producción, lavandero, la sección de depósito de tela, y demás"...Contó Carlos Pérez a CNN Radio este domingo. Por otra parte, al ser consultado acerca de cómo es el proceso, desde que se idea el vestuario hasta que se termina de confeccionar el último traje de los artistas para una compañía, el jefe de los sastres, puntualizó: "Todo comienza cuando  llegan los figurines, allí se hacen el pedido de materiales y  ya se empieza a trabajar para confeccionar todo el vestuario". Esto es muy importante porque hay que trabajar mucho en los detalles tales como: La época de la obra, qué tipo y calidad de telas se necesitan conseguir, cuáles serán los accesorios, y demás; luego ya se empieza a enfocar la energía sobre las bases o moldes  para finalmente dar paso a la etapa de producción".

 

Todo comienza cuando  llegan los figurines, allí se hacen el pedido de materiales y ya se empieza a trabajar para confeccionar todo el vestuario

 

Carlos Pérez, Jefe de Sastrería del Teatro Colón.

Ser Sastre del Teatro Colón

En otro orden de cosas, Carlos Pérez puntualizó de su tarea: "La jefatura reparte las tareas para que cada uno esté abocado en un grupo de trajes". Asimismo explicó que "los sastres deben tener la capacidad de interpretar lo que piden los figurines, esto implica la capacidad de ir más allá y darle forma y efectos, teniendo en cuenta muchísimos detalles de la obra y de las escenas de la misma". Con todo y por tantos elementos que hay que tener en cuenta es que Carlos destaca que "ser Sastre del Colón implica un oficio que requiere de entrega y entrenamiento absoluto. Un trabajo que significa estar abocado a todo lo que ocurre antes, durante y en cada una de las puestas en escena de cada obra, sea una Ópera o un Ballet".

 

Ser Sastre del Colón implica estar al servicio del oficio, lo cual requiere un entrenamiento absoluto, abocado a todo lo que ocurre antes, durante y en cada una de las puestas en escena de cada obra, sea una Ópera o un Ballet

El vestuario, el depósito y las pruebas

Respecto de las pruebas previas, Pérez puntualizó que "una vez que las confecciones logran acercarse lo más posible a lo que se requiere para estar a la altura del pedido, se hacen dos pruebas, ambas son anteriores al ensayo pre-general".

Al ser consultado por el lugar de guardado del vestuario, Carlos explicó que "cuando finaliza la temporada, en el Ballet de repertorio, los trajes van a un gran depósito porque normalmente la versión se vuelve a repetir más adelante en el tiempo y, algo de allí seguramente, se puede volver utilizar", al tiempo que agregó: "En la Ópera también se guarda todo, porque si se repite, se remoza y se repone aquello que sea necesario".

Los incidentes cotidianos de cada día

Al referirse a algunas anécdotas de urgencia y corridas en el marco de sus veinte años de trabajo en el Teatro Colón, el Jefe de sastrería del imponente Coliseo contó: "Una vez, en la Ópera Don Carlos, no hubo tiempo de elaboración de trajes y no fue sino hasta dos minutos antes de salir a escena, que esa hermosa capa del protagonista llegó de los talleres".

Para finalizar, Pérez destacó: "El trabajo de sastrería es una pasión, una alquimia, una labor continua que construye, elabora y subsana en todas las etapas, hasta en las funciones. Nosotros tenemos que estar porque todo se trata de teatro y en este punto, todo puede pasar de un minuto a otro".

 

Nosotros tenemos que estar porque todo se trata de teatro y en este punto, todo puede pasar en un minuto

 

Pascual Palmiro Criniti, Jefe Técnico de Escenario y Jefe de Maquinaria Escénica del Teatro Colón.

Una noche, la orquesta siguió tocando (para el Jefe de Maquinaria)

Por su parte, el Jefe de Técnicos de escenario y Jefe de Maquinaria Técnica del Teatro Colón, Pascual Palmiro    Criniti, también contó esta noche de domingo alguna de sus tantas experiencias vividas. Según Palmiro: "Una noche, mientras se encontraba trabajando para adelantar el montaje de obra, en medio de la oscuridad del escenario, escuchó a La Orquesta del Teatro tocar. En principio no le dió relevancia pero, cuando reparó que técnicamente eso era imposible, volvió a observar que se encontraba solo allí  y automáticamente, buscó su campera y se retiró rápidamente a su casa, sin saber (pero sí con sospechas) de lo que había ocurrido.

Para finalizar, Palmiro concluyó: "Nosotros amamos lo que hacemos, amamos al Teatro Colón. Y lo que llevamos adelante, lo que pasa acá en los talleres, no se hacen en ningún otro lugar del mundo, porque los trabajadores del Colón son Alquimistas del Mundo del Arte. Ellos trabajan con el corazón y con el alma. No hay horarios, solo hay tareas que cumplir para la felicidad de todos".