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CNN Radio Argentina

Federico Andahazi: "Descubrí a mi padre en la solapa de un libro de poesía"

Por CNN Radio Argentina

(CNN Radio Argentina)- Libros con Ñ conversó con el psicoanalista y escritor Federico Andahazi a propósito de la relación de Freud (y el psicoanálisis) con la literatura. Además, el autor de "El anatomista" abrió su corazón y compartió cuestiones muy profundas de su propia historia familiar, al tiempo que habló de su último trabajo literario "Los amantes bajo el Danubio".

Literatura y Psicoanálisis: ¿por qué escribir?

"Yo llego al psicoanálisis por una pasión previa por la literatura. Lo mío era la literatura!", dijo Andahazi en el comienzo de la charla por CNN Radio este domingo por la tarde, al tiempo que advirtió: "Cuando vos lees a Freud tenés la historia de la literatura. Creo que en Argentina, muchos de quienes teníamos alguna inquietud literaria encontramos en el psicoanálisis la manera de combinarlo. Yo antes de psicoanalista fui paciente, y mi analista era un gran escritor, Germán García; ahí también, como en otros casos, esa relación siempre estuvo presente (él era escritor antes de ser psicoanalista)".

Cuando vos lees a Freud tenés la historia de la literatura. Creo que en Argentina, muchos de quienes teníamos alguna inquietud literaria encontramos en el psicoanálisis la manera de combinarlo

"Freud conversa con la literatura, en principio lo hace con la literatura griega, que es la madre de todas las disciplinas literarias; ahí está el origen de todo", dijo Andahazi al ser consultado por este vínculo entre el padre del psicoanálisis y las letras, al tiempo que destacó: "El modelo que elige Freud para estructurar el psicoanálisis es un modelo narrativo que tiene que ver con esto que se empieza a estructurar como un relato a partir de El Mito de Edipo".

El modelo que elige Freud para estructurar el psicoanálisis es un modelo narrativo que tiene que ver con esto que se empieza a estructurar como un relato a partir de El Mito de Edipo

"El psicoanálisis está fundado en la metáfora del Mito de Edipo, y a partir de ahí se empieza a desgranar este universo freudiano que nunca abandona la literatura; Freud conversa con los poetas, con la mitología griega y también con la literatura de su época", recalcó el entrevistado, al tiempo que agregó: "Él discute e interpela a autores que le eran contemporáneos. En el caso de su obra: "Psicología de las masas y análisis del yo", allí Freud lo que hace es poner en tela de juicio la psicología de las masas del sociólogo francés Le Bon.

El psicoanálisis está fundado en la metáfora del Mito de Edipo, y a partir de ahí se empieza a desgranar este universo freudiano que nunca abandona la literatura

Por otra parte y al hacer una reflexión a propósito de algunos discursos que se construyen desde los medios de comunicación generando toda una construcción de sentido, Andahazi advirtió: "En la actualidad, esto que estoy diciendo, para algunos psicoanalistas parece que no sucedió; hablo acá claramente del caso de profesionales que parecen desconocer que este matrimonio entre el psicoanálisis y el populismo es prácticamente imposible". Asimismo, el escritor, aclaró: "El Freud populista es insultante para la teoría del psicoanálisis".

El Freud populista es insultante para la teoría del psicoanálisis

Este libro sí, este no

"Yo me llamo Carlos Federico, y no es casual con la historia familiar que tengo llamarme así", aclaró Andahazi". Como si nada en su recorrido hubiera sido una casualidad (claramente pareciera que todo tiene una causa), el escritor continuó su relato y dijo: "Mi relación con la literatura tiene que ver con la biblioteca familiar. Mi abuelo, que se llamaba Samuel Merlín, fundó tantas editoriales como las que fundió. Él pertenecía al Partido Comunista. Yo me formé con su biblioteca, con lo cual, crecí leyendo y siempre advertido de lo que no podía compartir con otros".

Mi relación con la literatura tiene que ver con la biblioteca familiar

Agujeros de la historia

"Tengo muchas imágenes de la vida familiar. Sobre todo una, allá por marzo del 76; mi abuelo advirtió qué era lo que estaba pasando y debió quemar su propia biografía, su propia historia, sus libros. Esa imagen jamás me la voy a olvidar; mi abuelo cruzando la calle hacia un terreno baldío para prender fuego el material que había editado; debía hacerlo de la manera más discreta posible", relató el entrevistado, al tiempo que, tras una pausa de esas que se permite la radio para dar lugar a la emoción cuando esta inunda todo, dijo: "En mi memoria aún persiste, y es más fuerte que antes, la foto de aquella biblioteca con los agujeros de los libros que debieron ser bajados". Con todo, el psicoanalista confesó: "Aún hoy en mi fantasía, leer alguno de aquellos libros significa devolverle a mi abuelo algo de lo que le quitaron, de lo que le fue muy difícil reponerse".

En mi memoria aún persiste, y es más fuerte que antes, la foto de aquella biblioteca con los agujeros que dejaron los libros que debieron ser quemados por mi abuelo

La niñez y los libros

Al referirse a su primer contacto con la literatura, Andahazi confesó: "Las primeras lecturas tienen la voz de mi madre. Recuerdo que me leía Momotaro, un cuento japonés muy lindo que es la historia de un héroe. Yo repito de mil maneras (y con modos más velados) esa estructura del cuento que ella me contaba". También recuerdo los libros de la biblioteca de mi abuelo, algunos de tremendas historias; los cuentos de Horacio Quiroga y los libros de Jack London, al cual considero un referente absoluto. A este autor vuelvo siempre porque creo que allí se resume toda la referencia de la literatura norteamericana que luego se expandió por el mundo. Después, llegué a Borges, quien sigue siendo para mí el gran autor argentino (aunque es mucho más que eso)".

En otro orden de cosas, el escritor advirtió: "No es casual nombrar a London y a Borges; Borges a penas se movió del lugar que ocupaban sus libros, su biblioteca; En cambio London estaba en las antípodas. Él era un aventurero, militante del PC que, sin tener una formación académica, se erigió como uno de los mayores escritores referentes del mundo.

En el estante aquel

Al ser consultado por las cuestiones prohibidas que sobrevolaban su hogar, el psicoanalista, contó: "Una vez, buscando en la biblioteca de mi casa, me encontré con un libro de poesía firmado por un Andahazi, un libro sutilmente escondido. Lo abrí y me encontré con un apellido, el mío. Esa fue la primera imagen que tengo de mi padre, en la solapa del libro. Yo tenía 18 años”.

El silencio como condena

"En mi casa el tema de mi viejo era una conversación prohibida. Había muchos celos por parte de mi madre y de ninguna manera yo pregunté alguna vez por qué sucedía esto. Ese silencio hacia la figura de mi padre era, efectivamente, toda una condena" confesó el autor de "Los amantes del Danubio" al tiempo que agregó: "Había muchos celos ahí por parte de mi madre. Luego también advertí que algo parecido sucedía con mi padre".

Por otra parte, al volver la vista sobre el objeto (poético) que lo llevó a reconocer (y conocer ) a su padre, Andahazi detalló: "Ese libro de poesía que yo había encontrado en la biblioteca de mi casa tenía un poema para su hijo, es decir, para mí".

En mi casa el tema de mi viejo era una conversación prohibida, había muchos celos por parte de mi madre y de ninguna manera yo pregunté por qué sucedía esto

Presentarse ante un padre

Tiempo después, tal vez las causalidades de la vida volvieron a hacer su trabajo y, según contó el propio Andahazi, un día caminando por la calle reconoció al hombre de la foto de aquel libro semi oculto en un estante de su hogar. Entonces se acercó para preguntarle: "¿Sos Bela?”. La respuesta fue un sí. A lo que el entrevistado por CNN Radio contestó: "Soy Federico, tu hijo".

De ese encuentro el escritor (y psicoanalista) confesó haberse llevado grabada la mirada de inspección de norte a sur (esa que los padres solemos hacerle a nuestros hijos para tener la certeza de que la criatura se encuentra entera), un abrazo con una intensidad que difícilmente pudo devolver, y una tarjeta que lo puso en conocimientos que compartía mucho más que un apellido con su padre. La misma delataba que Bela Andahazi era psicoanalista y escritor.

Con todo este peso de su historia compartida al aire, el psicoanalista, hacia el final reflexionó: "Yo nunca quise saber qué había detrás de esa condena a mi padre. Me parecía que esa respuesta se iba a dar en el curso de ese conocimiento. Lo que sí puedo decir es que teníamos una relación muy profunda pero siempre hablábamos de lo literario".

A imagen y semejanza

"Mi padre era muy fumador, él sabía que se iba a morir del cigarrillo y aún así fumaba y leía todo el día.  Esas dos actividades estaban ligadas en su diario vivir; Yo mismo empecé a escribir, a fumar y a leer" confesó Andahazi. Por otra parte, al hacer un repaso por ese vínculo con su padre, Andahazi concluyó: "Mi vida se convirtió en una especie de plan para liberarme de su imagen, pero terminé siendo psicoanalista y escritor igual que él. En mi caso dejé de fumar cuando nació mi hija. Ella me dio el ánimo para hacerlo".

Literatura, psicoanálisis y algunas historias que pudo contar

Los amantes bajo el Danubio cuenta la tormentosa historia de amor de dos parejas en tiempos de guerra. Tal vez ésta sea la historia familiar que el escritor Federico Andahazi, entrevistado esta noche de domingo por Libros con Ñ, sí logró contar: La de su abuelo (Bora en la novela) Andahazi y su esposa Marga, quienes escondieron en el sótano de su casa durante seis meses, a Hanna, la ex esposa de Bora y a su marido, Andris.

Cabe destacar que el abuelo del psicoanalista y autor Federico Andahazi, fue un pintor húngaro que, luego de su llegada a la  Argentina, fue reconocido por la DAIA por haber salvado a muchísimos judíos durante el Holocausto.