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CNN Radio Argentina

Alejandro Katz: "Lo que vivimos en Argentina no son discursos de odio"

Por CNN Radio Argentina, Francisco Olivera

(CNN Radio Argentina) - Alejandro Katz, ensayista y analista político, habló con CNN Radio sobre lo ocurrido con el intento de atentado a Cristina Fernández de Kirchner.

"Lo primero, creo que tenemos que decirlo una y otra vez: lo que ocurrió es terrible y hay que repudiarlo intensamente. Es una situación a la que no se debería haber llegado nunca, el intento de matar a un político en una situación de irritación social, de tensión y malestar general", expresó en diálogo con Hora 10, de Francisco Olivera.

"Esto ya es muy grave. Después sí vienen los análisis, y son de órdenes muy diferentes. Por un lado está el editorial de Télam, por otro la sucesión de convocatorias del oficialismo a acciones públicas, la llamada de atención y capitalización política de la situación...", agregó.

Hay que distinguir discursos de odio de exacerbación de agresiones políticas.

Al respecto, el analista señaló que "no es lo mismo. El discurso de odio está bastante estudiado, está claramente tipificado. No es el rechazo de una figura política, es la construcción sistemática prolongada y extendida en la sociedad durante suficiente tiempo de mecanismos de desprecios de minorías. Es el discurso nazi en Alemania de los años 30, el discurso racista en los Estados Unidos durante buena parte del siglo XX y aún hoy, el discurso de segregación de las comunidades homosexuales...".

"Aunque hay mucha gente que tiene mucho odio, lo que vivimos aquí no son discursos de odio. No son formas en las que mayorías pueden discriminar a minorías. Lo que vivimos aquí, de ambos lados de la grieta, son discursos muy polarizados de una baja calidad argumentativa, un notable vacío, que han pasado crecientemente de discutir programas a discutir movimientos y objetar personas", afirmó.

Según Katz, "los altos niveles de confrontación política son resultado de la incapacidad de ambas coaliciones que dominan la escena pública de encontrar soluciones razonables para que el país funcione mejor. Si alguna de ellas hubiera encontrado caminos para producir un poco de bienestar, prosperidad, crecimiento económico, caminos sustentables; no estaríamos en esta situación. En parte esta situación es el resultado del fracaso. Y cuando el fracaso es sistemático e involucra a todos los protagonistas, en lugar de iniciar una conversación adulta e informada, lo que se hace es buscar culpables".

Cuando lo que está en juego es el poder, entonces lo más fácil es imputarle al otro la responsabilidad del fracaso propio y colectivo.

El ensayista deslizó que "lo que tenemos es una dirigencia política crecientemente mediocre. Quiero decir, con menos formación intelectual, menos experiencia y capacidad de gestión, menos capacidad de hacer política en el buen sentido, y sobre todo menos ideas. Son dirigencias que trabajan para el sentido común de sus tribus".

"Creo que un dirigente político tiene la obligación de expresar el repudio al atentado, porque independientemente de la valoración que tenga de la persona que ha sido objeto del atentado, lo que está en juego son los modos de resolver los acuerdos, no la valoración de la gente. Tengo un profundo rechazo por Cristina Fernández de Kirchner en términos ideológicos, intelectuales, políticos, morales y en todo sentido; pero no tengo ninguna duda de que si yo puedo contribuir a que otras ideas se establezcan en la sociedad en relación a lo que ella propone, voy a hacerlo. Ello tiene sentido siempre y cuando esté viva y actuando en la política. No me interesa discutir con la violencia, la muerte, la discusión, la exclusión", aclaró.

En este sentido, apuntó contra Amalia Granata y explicó que "lo que tenemos con Granata es una muestra más de que llevar advenedizos a la política es una responsabilidad enorme. Los partidos funcionan como gatekeepers. Cuando apuntamos a la popularidad de las personas que pueden llevar votos porque son famosos, atractivos o son imbéciles que dicen lo que nadie dice y llaman la atención, tenemos resultados que empobrecen la vida pública".

"Cualquiera puede expresar cualquier cosa públicamente, pero que uno exprese públicamente las cosas no significa que no se pueda emitir un juicio de valor sobre lo dicho. Lo que diría sobre el comentario de Granata es lo siguiente: a una sociedad no le hacen bien los discursos conspirativos. Si Amalia Granata tiene alguna evidencia de que esto es una puesta en escena, entonces se necesitan evidencias", agregó.

Los discursos conspirativos tienden a desconfiar de las instituciones.

Para Katz, "tenemos que construir confianza en las instituciones. Una sociedad debe tener algunos puntos de verdad compartidos. Si la mitad de esta sociedad pensara que la Tierra es plana, tendríamos un problema inmenso. La palabra científica es algo en lo que comúnmente creemos, y la palabra jurídica debería estar en ese orden. Cuesta que sea así porque gran parte de la Justicia tiene poca credibilidad".

Además, indicó que "cada organización política establece los marcos de la autonomía de los representantes que integran la lista. Nuestro sistema electoral es de lista sábana, las bancas son de la organización y las ocupan los dirigentes elegidos por la organización. Yo no conozco las reglas internas respecto a la autonomía de los representantes, pero todas las asociaciones políticas tienen normas y límites para la autonomía, uno no llega a la Cámara de Diputados y dice lo que se le da la gana. El pueblo no la votó a ella, el pueblo votó la lista del partido".

"Ningún hecho público, del orden que sea, puede ser esgrimido para silenciar a nadie ni para impugnar una acción judicial", cerró.