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CNN Radio Argentina

Silvina Giaganti, autora de, Donde brilla el tibio sol: "Este trabajo habla de lo que estoy hecha y alguna vez negué"

Por CNN Radio Argentina

(CNN Radio Argentina)- Libros con Ñ tomó contacto con la escritora y poeta Silvina Giaganti por la salida de su último libro de Editorial @MANSALVA_.

Silvina Giaganti nació en Avellaneda en 1976.  Ella se tomó esto muy en serio, tanto, que se valió de su ciudad natal para poder contar una historia y además, con lo que le gusta, hablar de su pasión por el fútbol. En verdad, además de escritora, filósofa y delantera de fútbol, tal vez Giaganti sea una jugadora de toda la cancha, ya que, a través de la escritura hizo posible la construcción (o reconstrucción, según cómo se lo mire) de todo un mundo que le permitió hablar de mucho más que su amor por la pelota y por el juego deportivo; Un relato sensible, íntimo y cercano, en el que la excusa es la pasión por este deporte.

Independiente, Avellaneda y familia

Independiente, Avellaneda y familia parecería ser la formación de este trabajo literario que, narrado en primera persona, cuenta una intimidad que pareciera salir del fondo de un mar que no siempre estará en calma, pero que, sí se sabe, siempre estará ahí, observando y siendo observado.

Cabe destacar que en la contratapa de este libro, el artista, Santiago Llach se refiere al trabajo de Giaganti y al hacerlo expresa a su respecto: “Barrio, fútbol, padre, un cóctel que podría producir desastres, pero no”.

Donde brilla el tibio sol

Este domingo por la noche la autora habló de su trabajo con el conductor de Libros con Ñ, Gustavo Noriega, y entonces dijo: "El libro intenta dar cuenta de una pasión que a lo largo de mi vida nunca disminuyó. Tiene que ver con una pasión... Con una pasión muy prematura por un equipo; a mí me tocó en la vida que Independiente me tomó. De todos modos, debo decirlo: Es a través de independiente que tuve  la excusa para tirar de un hilo y así hablar de muchas otras cosas".

El libro intenta dar cuenta de una pasión que a lo largo de mi vida nunca disminuyó. Tiene que ver con una pasión... Con una pasión muy prematura por un equipo; a mí me tocó en la vida que Independiente me tomó. De todos modos, debo decirlo: Es a través de independiente que tuve  la excusa para tirar de un hilo y así hablar de muchas otras cosas

La pasión (heredada), la pasión aprendida

Se trata de una historia personal que no elude (ni pretende hacerlo) temas sensibles y profundos; una historia que logra recorrer en su larga extensión anécdotas y momentos que expresan cuestiones personales, familiares, vinculares, atreviéndose a revisar temas tales como los miedos propios, el sentimiento de no aceptación, la mirada de los otros ante la propia elección sexual. Por fortuna el trabajo abraza (y es abrazado) por el tema que hilvana la historia, la pasión por el fútbol (la de su padre, la heredada), su Avellaneda, su familia. Con todo, la excusa es el fútbol, pero lo que está en juego es mucho más que quién gana un partido.

Respecto de esto último, la escritora advirtió: "Le agradezco a mi papá  porque me transmitió la pasión por el fútbol, no por un cuadro o una camiseta porque mi papá amaba el fútbol; Es más, íbamos juntos a la cancha uno al lado del otro, partido a partido; lo que hacíamos era camuflar que éramos de cuadros diferentes. Él fue quien me habilitó a sentir esta pasión, aunque nunca nos abrazamos para festejar un gol porque nosotros, cuando la pelota entraba en el arco, nos mirábamos de reojo".

Le agradezco a mi papá  porque me transmitió la pasión por el fútbol, no por un cuadro o una camiseta porque mi papá amaba el fútbol; Íbamos juntos a la cancha uno al lado del otro, partido a partido; lo que hacíamos era camuflar que éramos de hinchadas diferentes. Él fue quien me habilitó a sentir esta pasión, aunque nunca nos abrazamos para festejar un gol porque nosotros, cuando la pelota entraba en el arco, nos mirábamos de reojo

Lo que me constituye

Casi al final de la entrevista, Giaganti  expresó de Donde brilla el tibio sol: "Este trabajo habla de lo que estoy hecha y alguna vez negué", al tiempo que agregó: "Yo a mi papá lo observé mucho toda mi vida; creo que él no se dió cuenta que yo lo estaba mirando. Siempre lo vi como un tipo no fanático; ese tipo que, en la mesa familiar, alguien  hablaba mal de algún otro y él, bajaba  la tensión". Asimismo añadió: "Un tipo muy medido, sin fanatismos; siempre poniéndose del lado del que estaba siendo criticado en su ausencia".

Una amable traidora

"Seguramente en esa falta de esmero de mi padre por imponer sus convicciones fue que no me impuso cuadro, color, nada", reiteró Giaganti, para además aclarar: "A él le gustaba el juego, el fútbol; te marcaba cuando tal equipo jugaba bien, aunque se tratara de uno que no fuera el propio; Creo que ese mismo tono  medio fue el que me dió el pié para que yo me enamorara de independiente como lo hice".

Primero el juego, luego, la pasión

"Primero vino el fútbol, patear la pelotita y luego vino la pasión por el juego. Mi papá compraba El Gráfico y yo me la leía toda de principio a fin; Creo que en mi casa también me veían y advertían que yo andaba por esa línea, mientras que la supuesta coquetería, que nunca llegaba, no tenía lugar", confesó la autora. Asimismo recordó: "Yo, a mis catorce años jugaba al fútbol, me encantaba;  en aquel momento había una asociación muy fea entre "niña y pelota, mujer y fútbol". Estaba mal visto si jugabas, y mucho peor si encima jugabas bien".

En este mismo marco y, como anécdota final, antes de que el árbitro pitara para el cierre del partido, la habilidosa autora y delantera concluyó: "Yo recuerdo que jugaba bastante bien y lo que pasaba era que venían chicos de otras cuadras y se quedaban mirando. En una ocasión uno de ellos no me quitaba los ojos de encima; en un momento me pegaron un grito desde casa al mejor estilo: Entrá ya! Yo entré, pero todo aquello que ocurría a mi alrededor, lo entendí muchos años después".