Martín Kohan habló con Libros con Ñ de su último libro

(CNN Radio Argentina)- Libros con Ñ recibió al genial escritor argentino, quien hizo referencia a su último libro, una especie de miscelánea pop en la que se entremezclan de manera exquisita, personal y reflexiva cuestiones de la literatura, el cine, la música y más; miradas y analogías que sólo un intelectual de su calibre es capaz de describir con tamaña destreza y ocurrencia.

Kohan habló este domingo por la noche con el periodista Gustavo Noriega. En el marco de una cálida y extensa conversación, el autor comentó al aire de CNN Radio, cómo fue construyendo este recorrido en el que fue capaz de enumerar y describir sorprendentes observaciones en relación al uso del teléfono hoy, "a la conversación a través del aparato telefónico" (ese mismo que algunos jóvenes casi ni conocen y que ya casi ha caído en total desuso).

Con todo, Kohan es capaz de hacer un relato entero, profundo y sincero a partir de la observación de algún objeto, hábito o historia. Empero, lo que el autor también nos viene a advertir con este libro es todo un puñado de argumentos que demuestran por qué, este aparato con el que andamos todo el dia en la mano, no puede ser llamado teléfono, ya que, como él mismo advierte en la entrevista: "Nos estamos engañando si creemos que lo que hacemos con el celular es hablar por teléfono; estamos equivocados. Este aparato es todo, menos un teléfono".

Acerca de Martín Kohan

Cuando Kohan habla de lo que pensó y escribió, hace mucho más que eso. Y hace mucho más porque mientras relata cómo fue que ideó su trabajo, logra a la vez abrir un mundo entero de ideas que viajan velozmente, se bifurcan, se acercan, se rozan, y dejan al oyente (o lector) cercano a temas latentes en los cuales pensarse y permanecer por un rato.

Kohan es, ante todo, un brillante con humildad; un hombre de letras, de pensamiento, un "abre mentes", uno de los que vive pensando para que pensemos (mejor). Un autor que cuando habla  o escribe, logra atraparnos en sus ideas, y acá estamos, esperando quedarnos con algo de todo esto que nos brindó.

Ya no hay una conversación de a dos

"La verdad es que hoy me encuentro cada vez con menos interlocutores para hablar por teléfono", dijo Kohan, para responder a la consulta sobre cómo se le ocurrió desarrollar este tema en su libro: "Al poner la mirada ahí me dí cuenta que se me abrían muchos mundos; mundos de música, de cine, de literatura, etc... La base es la disposición a la melancolía por algo de lo que nos vamos despidiendo, lentamente".

En esta misma línea, el escritor puntualizó al aire de CNN Radio: "El teléfono es hoy (o parece ser) un objeto caído en desuso; si en algún momento era el principal medio por el cual una persona podía comunicarse con otra y esa era su única función, hoy ha mutado (de “teléfono de línea” a “celular”), y se ha convertido en un dispositivo que sirve para muchas otras cosas, pero no para hablar. Le decimos teléfono, pero es muchas otras cosas antes que un teléfono".

¿Hola, con quién hablo?

"Ese ¿Hola? del título expresa el asombro de eso mucho más relacionado con preguntarnos: Puede ser que esto está pasando?", advirtió el genial autor; para agregar: "El teléfono posibilita una comunicación específica, tanto es así que muy probablemente, esa conversación, en el marco de la cercanía corporal con el otro, no ocurre", observó el entrevistado en referencia  a todo aquello que uno se pierde por naturalizar una comunicación a base de mensajes grabados o de textos  intercambiados  vía celular.

Lo que la tecnología nos arrebató

En relación a los tiempos que corren, el avance tecnológico y los cambios que hicieron que se fueran sucediendo determinados corrimientos capaces de dejar atrás (y casi para el olvido) a ciertas maneras de comunicarnos, Kohan dijo: "Hoy asistimos a ciertos fenómenos que ocurren que nos indican que ,"lo que está en trance, desaparece"; ese hablar con un otro, esa intimidad de la charla telefónica con el otro los chicos de hoy se lo pierden, porque ellos no se llaman para hablar, ellos solo se escriben mensajes".

Escribir y (grabar) para un contacto... No es una conversación

En tren de esclarecer el tema en cuestión con ideas capaces de hacernos entender por qué no es lo mismo escribir un texto o grabar un mensaje en el celular que hablar con un otro para tener una conversación de a dos,  Kohan hizo una analogía y entonces puntualizó: "La escritura es la forma de comunicación en la que se presupone la presencia del otro, pero esto tiene que ver con que el otro no está y uno puede, para el caso, suponer la presencia del otro para escribir. Hoy, con los nuevos modos de comunicación, hemos vuelto a la época del telégrafo, en donde alguien escribía y debía esperar a ser leído. Conversar con el otro por teléfono, es otra cosa".

La escritura es la forma de comunicación en la que se presupone la presencia del otro, pero esto tiene que ver con que el otro no está y uno puede, para el caso, suponer la presencia del otro para escribir. Hoy, con los nuevos modos de comunicación, hemos vuelto a la época del telégrafo, en donde alguien escribía y debía esperar a ser leído

Además el autor aclaró: "Lo que pasa cuando uno habla por teléfono es que allí se tiene la combinación de la voz (lo que me da la proximidad del otro y al otro de mi presencia cercana pero lejana) y la intimidad de esa conversación cerrada y de a dos, que es muy distinto al intercambio de mensajes escritos para que el otro lea, cuando pueda, y me conteste".

La nostalgia de la comunicación de ayer...

Con todo, Kohan continuó: "Una vez que ponés la mirada ahí, donde las cosas cambian, te das cuenta que hay una relación fuerte entre tecnología y experiencias que deja un sabor un tanto amargo. La experiencia de "la comunicación" constituye una forma de relacionarse que está cayendo en desuso".

Respecto de otros cambios que vienen aparejados con los avances y nuevos usos tecnológicos, el escritor, especificó: "Los cambios que se generan a partir del celular son para pensarlos: Antes no sabías quién te llamada, preguntabas quién era al levantar el tubo. Además, si vos eras quien marcabas, tampoco sabías quién te iba a atender! Ahora eso no ocurre. Ya no sucede que llames para hablar con alguien y que, de repente, te atienda otra persona de la familia y te quedes conversando".

El mal gusto de lo inesperado

En este mismo tono reflexivo kohan, agregó: "Hoy parece de mal gusto llamar a alguien sin avisar previamente. Pareciera que llamar sin avisar está mal; Llamar a alquien se ha convertido en hacer algo del orden de lo inesperado".

Hoy parece de mal gusto llamar a alguien sin avisar previamente. Pareciera que llamar sin avisar está mal por el solo hecho de haberse convertido en algo del orden de lo inesperado

De Martín Kohan

Martín Kohan comenzó a publicar en 1993 libros de ensayo, cuentos y novelas, pero su reconocimiento literario no llegó sino hasta el año 2007, año en el que fue ganador del Premio Herralde de Novela por su novela Ciencias morales, la cual fue llevada al cine tres años más tarde en el filme La mirada invisible.

Es Licenciado y Doctor en Letras por la Universidad de Buenos Aires en la Facultad de Filosofía y Letras. Actualmente trabaja como profesor de Teoría Literaria en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de la Patagonia.

Entre 2004 y 2013, publicó los siguientes ensayos: Zona urbana. Ensayo de lectura sobre Walter Benjamin (2004), Narrar a San Martín (2005) y Fuga de materiales (2014); y las siguientes novelas: Segundos afuera (2005), Museo de la Revolución (2006), Ciencias morales (2007, ganadora del Premio Herralde), Cuentas pendientes (2010) y Bahía Blanca (2012). Algunos de sus libros han sido editados en Alemania, Francia, Inglaterra, España, Italia y Brasil. Además ha sido coordinador, junto con Alejandra Laera, del volumen Las brújulas del extraviado, una reunión de ensayos sobre la obra integral de Esteban Echeverría. Ha publicado diversos artículos académicos y periodísticos en medios argentinos y extranjeros. Algunos de sus cuentos han aparecido en antologías publicadas en Argentina, Brasil, España, Colombia.

Kohan es, sin duda alguna un gran escritor. Un intelectual incansable, un futbolero apasionado, entusiasta de todo, aunque pareciera que fácilmente cae en las redes de la nostalgia y la melancolía (y con eso nos atrapa por siempre); Kohan es una de las voces más coherentes e inteligentes que tenemos para escuchar, leer y de quien tomar nota para aprender.

Es indudable que al leerlo (o al escucharlo) uno puede advertir que Martín Kohan tiene, como todo intelectual, inteligencias (varias), coherencia, mucho sentido del humor. y un puñado de características más que no se pueden describir con palabras (como sucede con las buenas canciones). Es cierto también que aunque a veces nos logre convencer (casi sin premeditación ni alevosía) que cierta nostalgia contagiosa constituye toda una virtud (para atraparnos en su relato), él cuenta además con la envidiable habilidad de desactivar fácilmente esa pantanosa zona gris en la que uno suele meterse cada vez que la cosa emprende ese rumbo;

Con todo, podemos decir que Kohan es capaz de activar y desactivar cualquier estado melancólico, traccionando con ideas capaces de lograr que nos pensemos mejor; Porque Kohan trabaja para ayudarnos a mirarnos en el complejo reflejo de la contemporaneidad para, en definitiva, entendernos algo en todo este lío y así podamos, al menos hoy, aprender a comunicarnos mejor. Todo un real desafío en los tiempos que corren.