Gabriela Mayer: "Siento que escribo cuando aparece el deseo"
(CNN Radio Argentina)- Libros con Ñ entrevistó a la periodista y escritora Gabriela Mayer a propósito de su último libro de cuentos Sueños como cuchillos. Mayer trabaja como redactora en Infobae Cultura. Y también se desempeña en el @GoetheInstBsAs.
Mayer se graduó de Licenciada en Comunicación Social. Es periodista. Tiene escritos con anterioridad títulos como: Todos los signos transparentes, Todas persianas bajas, El pasado sabe esperar y éste cuarto y último, Sueños como cuchillos.
Este domingo por la noche, Gustavo Noriega tuvo el agrado de conversar con la escritora argentina a través del aire de CNN Radio. En el comienzo de la nota el conductor le consultó a propósito de su manera de inventar cuentos tan cercanos al costumbrismo, con ciertos elementos potentes y hasta perturbadores y con una infaltable cuota de humor capaz de desviar al lector de la inercia que suponen las historias que llevan a lugares comunes de aburrida predestinación.
Lo cotidiano y lo fantástico
"Yo siento que en mis cuentos hay mucho de lo cotidiano pero creo que también hay mucho por donde se cuela lo fantástico, y hasta a veces, lo siniestro", dijo Mayer en el comienzo de la entrevista, para agregar: "Considero que algo del humor siempre está presente. Y siento que este último trabajo particularmente tiene una línea con los anteriores".
Asimismo la escritora advirtió: "Una vez que terminé el libro me di cuenta que, sin proponermelo de antemano, le di voz a protagonistas femeninas. Hay voces de nenas chiquitas, otras más crecidas, claro que también hablan mujeres adultas".
Yo siento que en mis cuentos hay mucho de lo cotidiano pero creo que también hay mucho por donde se cuela lo fantástico, y hasta a veces, lo siniestro
De qué están hechos sus cuentos
Tal vez sea incontestable la pregunta acerca de cuáles son los materiales que la autora toma (al tiempo que desecha otros) para la construcción de cada una de sus historias. Es por eso que Libros con Ñ fue directo a la fuente más autorizada para poder contarnos, de qué están hechos sus cuentos; Y Gabriela Mayer contestó al respecto: "Algunos de mis cuentos cuentan con ingredientes autobiográficos; en varios de ellos aparecen elementos y lugares que, por ejemplo, son sitios donde yo viví; estos a veces también conviven con algunos elementos que se repiten y logran seguir un hilo".
La conductora salvaje y la narradora inesperada
En este último trabajo de la autora, hay un cuento en particular, en el cual la protagonista se ve sumida en una situación en la que conduce sin parar, y esto es porque no puede frenar el auto; conforme avanza por el camino, se desata en ella una especie de verborragia desenfrenada, propia de un salvajismo que para empezar, podríamos describir como, -poco civilizado-. Al ser consultada por qué cuestiones la llevaron a escribir este tipo de narración, Mayer confió: "A veces cuando manejamos uno siente esas sensaciones extremas, lo cual no quiere decir que yo reaccione al volante como la protagonista, pero debo confesar que hacerlo fue muy liberador de alguna manera".
A veces cuando manejamos uno siente esas sensaciones extremas, lo cual no quiere decir que yo reaccione al volante como la protagonista, pero debo confesar que hacerlo fue muy liberador de alguna manera
En esta misma línea, Mayer agregó: "La voz de la protagonista es muy descarnada. No lo escribí con una meta determinada sino que lo hice con esa desesperación que uno siente cuando está en medio del tránsito sin poder resolver la situación; hacerlo fue muy catártico. Se trata de un cuento más bien incómodo, salvaje e incorrecto".
Por otra parte, la periodista adelantó: "También hay otro cuento, el de una embarazada que protagoniza una historia que nada tiene que ver con la idea que tenemos de -la dulce espera-, lo que ocurre allí es más bien todo lo contrario. Creo que esa idea de lo inesperado es lo en verdad me llevó a escribirlo".
Vivir de escribir, escribir para vivir
Con la intención de conocer cómo una escritora logra determinada formación literaria; y para saber qué fue aquello que pudo haber nutrido su imaginario para lograr así convertirse en una periodista y -escribidora- de historias (en este caso de cuentos), Libros con Ñ insistió con cuáles fueron aquellos autores que recuerda haber leído de niña Gabriela Mayer. Y la entrevistada contestó: "De chica sí leía muchísimo porque en mi casa se daba una particularidad: No había televisión. Esa situación me llevó a acercarme a la lectura. Para mí era duro; en el cole quedaba siempre fuera de lo que habían visto todos en la pantalla la noche anterior. Pero como sucede con todo en la vida, hay que quedarse con lo bueno".
Recuerdo que leía muchísimo porque en mi casa no había televisión, lo cual hizo que me acercara a la lectura. Para mí era duro; en el cole quedaba siempre fuera de lo que habían visto todos en la pantalla chica la noche anterior. Pero como sucede con todo en la vida, hay que quedarse con lo bueno
Cuando la búsqueda es en singular
A propósito de cuáles fueron los libros de la biblioteca familiar que llamaron su atención en aquellos primeros años de su relación con la literatura, Mayer dijo: "No vengo de una familia con una gran biblioteca; y en ella no había tantos libros que me gustaran; había libros en alemán, porque mis padres eran alemanes. Nosotros fuimos a colegio alemán, con lo cual, es mi segunda lengua; leo en alemán, pero me da un poco de fiaca a veces, prefiero el español".
No vengo de una familia con una gran biblioteca; en ella no había tantos libros que me gustaran
Los autores como norte
"Soy muy fan de Cortázar; supongo que algo de eso puede tener que ver mi forma de escribir, donde aparecen aristas y elementos inquietantes", contó Mayer, para agregar: "Yo fui construyendo un camino alrededor de Cortázar. Leí todos los volúmenes de sus cartas, todos sus cuentos. Es un escritor que me encanta. Me gustó mucho acercarme a personas que lo rodearon como a su hijastro, a la mujer que lo inspiró para dar vida a -La Maga- (de Rayuela), Edith Aron; a uno de sus traductores al inglés. Siento que ese recorrido que fui haciendo fue una manera de acercarme a su literatura muy enriquecedor".
Yo fui construyendo un camino alrededor de Cortázar. Leí todos los volúmenes de sus cartas, todos sus cuentos. Es un escritor que me encanta. Me gustó mucho acercarme a personas que lo rodearon como a su hijastro, a la mujer que en la que se inspiró para dar vida a -La Maga- (de Rayuela), Edith Aron; a uno de sus traductores al inglés. Siento que este recorrido fue una manera de acercarme a su literatura muy enriquecedor
La eficacia narrativa de un cuento
Por último y en tren de enumerar quienes se encuentran entre los nombres más admirados y de referencia, la escritora mencionó: "Me parecen increíbles Jorge Luis Borges; también Viviana Heker, entre otros. En general gusto de la literatura argentina". Asimismo puntualizó: "Como lectora las novelas me encantan, pero cuando escribo, por ahora solo creo cuentos; tal vez mi cabeza piensa siempre en modo cuento".
Como lectora las novelas me encantan, pero cuando escribo, por ahora solo son cuentos; tal vez mi cabeza piensa siempre en modo cuento
"Siento que en el cuento no hay tiempo para digresiones, si te equivocas, difícilmente puedas volver atrás porque cada elemento tiene que tener una razón de existir allí. La novela tal vez da más tiempo para desarrollar y justificar todo aquello que aparece", agregó la autora.
El plan es "No tener plan"
Para finalizar, Mayer se refirió a su propio deseo a la hora de escribir y respeto de las circunstancias que la atraviesan y mueven de manera singular para hacerlo, expresó: "Yo no tengo plan, simplemente lo hago cuando encuentro el espacio de tiempo para que eso ocurra; hay cuentos que no tengo urgencia de terminarlos. Siento que voy escribiendo conforme va apareciendo el deseo". A todo esto destacó: "Me tomo mucho tiempo para revisar los cuentos y repensarlos; en esta oportunidad, varios quedaron afuera".
Yo no tengo plan para escribir, simplemente lo hago cuando encuentro el espacio de tiempo para que eso ocurra; hay cuentos que no tengo urgencia de terminarlos. Siento que escribo cuando aparece el deseo
