(CNN Radio Argentina) – Loris Zanatta, historiador, analizó este sábado en CNN Radio la actualidad del peronismo: “La palabra más adecuada es conventillo y hay un clima de fin de imperio”
En contacto con De ida y vuelta con Laura Di Marco, el profesor de historia puntualizó que el peronismo “suele jugar todos los roles de la película”, tanto como oficialismo como oposición a su propio gobierno.
“El peronismo es un movimiento de raíz religiosa, ritualidad y mitologías”, destacó el analista. En ese sentido, agregó que Cristina se muestra como proscripta, “que evoca un pasado de que supuestamente está impedida” de ejercer la soberanía y la voluntad del pueblo. “La historia muchas veces es ridícula y no necesariamente épica”, agregó.
Respecto a sus fanáticos comentó: “El movimiento popular implica que solamente ese movimiento representa al pueblo mítico, que es el monopolista y es el custodio único de la identidad de la colectividad. Y todos los que no pertenezcan a ese movimiento son como los heréticos, que no reconocen la única verdad de la comunidad y tienen que ir a la hoguera. La palabra que pone a uno fuera de la comunidad internacional es neoliberal, ya es un insulto”.
“Como todos los partidos-iglesia, el peronismo tiene un núcleo duro que es difícil de cuantificarlo y que lo va a votar siempre porque es una cuestión de camiseta y de fe”, subrayó Zanatta. Sin embargo, remarcó que en la actualidad se redujo su capacidad de atraer nuevas bases populares y que viene perdiendo elecciones. Y sumó “Es un populismo sin plata y sin pueblo, pero que conserva la pulsión hegemónica de populismo y es una mezcla bastante explosiva y peligrosa”.
En ese sentido, criticó el último discurso del ministro de Economía, Sergio Massa: “No es que todo le salga mal a Argentina. Nunca existió un complot mundial contra argentina, se siente más importante de lo que es”.
A su vez habló sobre una posible alianza entre el peronismo no kirchnerista y la oposición: “Hay una apuesta a una alianza más amplia y un intento de arrinconar al kirchnerismo más duro”.
Y finalmente se referenció a la influencia de la Iglesia Católica en la política nacional: “Si uno observa el lenguaje, los gestos, los símbolos, los movimientos y las señales enviadas por el Papa, es evidente que no apuesta más al peronismo como el partido católico argentino. El kirchnerismo no garantiza una fidelidad a las raíces católicas del pueblo mítico”.