La escritora madrileña habló en "Compañía de Radio" y compartió su lúcida y profunda visión acerca de temas de la existencia humana.

(CNN Radio Argentina)- Se trata de un trabajo que partió de la iniciativa del festival del género policial galo Quais du Polar. En diálogo con el programa de Cecila Laratro, la genial escritora y periodista española compartió algunos detalles de cómo se fue construyendo esta historia en la cual, de manera intercalada, cada uno de los creadores sumaba idea, relato y acción a la historia en común, al tiempo que daba vida y experiencias a personajes prestados.

Además, la entrevista sirvió de oportuna excusa para tocar temas profundos de la existencia humana como: la salud mental, el miedo a morir, la ansiedad, la soledad y algunas otras cuestiones inherentes a nuestra propia y vertiginosa vida en esta contemporaneidad en donde la revolución digital y tecnológica nos va cambiando el panorama muy por delante.

Que Rosa Montero tenga un nuevo libro para embellecernos la vida, dentro de toda su prolífica e inacabable obra, no es una novedad demasiado grandilocuente; ahora, que dicho trabajo marque el regreso de la talentosa autora a la novela negra y que la misma haya sido escrita junto a su colega francés, eso sí es algo oportuno de compartir.

Para conocer más detalles respecto de este nuevo libro, el programa conducido por Cecilia Laratro, Compañía de Radio, tomó contacto con la escritora este domingo, quien, al aire de CNN Radio, fue desplegando una cantidad maravillosa de ideas, con un decir más que admirable y sincero, al tiempo que contó cómo se fue hilvanando esta escritura compartida, encargo del reconocido festival del género policial.

Los tambores de Calanda, en la Semana Santa aragonesa

La gran escritora española, lista para sumarse a la "rompida de Samper de Calanda". Foto: Instagram.

Recién llegada de su viaje a Teruel, Montero fue recorriendo lo que vivió recientemente al participar (con tambor en mano y elegante traje) de la tradicional “rompida de Samper de Calanda”. De modo que, la escritora, hizo un colorido recorrido de lo que le significó asistir a este rito potente y singular que da comienzo en las vísperas pascuales.

“La semana santa en España tiene un montón de ritos muy diversos. Algunos son procesiones con esas capuchas medievales (esas que luego el ku klux klan se copió). Hay muchas más cosas y ritos sincréticos, porque son ritos de celebración de la primavera que luego la Iglesia Católica los tomó como la muerte de Cristo y esas cosas”, expresó la también periodista en el comienzo de la nota, al tiempo que agregó: “Aquí hay una enorme afición a este tipo de tradiciones de semana santa, de algunos, todavía creyentes, aunque la gran mayoría de quienes participan son no creyentes, como yo, que no lo soy en absoluto, incluso soy un tanto anticlerical”.

Así Montero continuó compartiendo lo que constituyó esta aventura y entonces dijo: “Yo desde hace tiempo quería ir a Calanda. Se trata de una zona en Teruel, cerca de Zaragoza (que era la patria chica de Buñuel, el gran realizador); Esto se hizo famoso porque allí la semana santa, en ese pueblo y en ocho más de la región, (el jueves por la noche en general, aunque en Calanda es el viernes por la mañana), todo el mundo coge un tambor y participa de la rompida: Es decir, todo el mundo toca el instrumento sin parar, y lo hacen como desesperados. ¡Y esto dura tres días!”.

Estuve allí en la rompida, es un rito realmente atronador. Es que eso hace que te vibre todo el cuerpo; es emocionantísimo porque el ser humano tiende, y hay estudios hechos al respecto, a la sincronización, a seguirnos rítmicamente los unos con los otros. Y algo de lo que ocurre en este rito es que, al estar todos juntos tocando los tambores y bombos, te conviertes como en un corazón gigante que palpita al mismo tiempo, es súper emocionante, muy bonito”.

Cabe destacar que con Calanda existen nueve pueblos más que llevan adelante este tipo de celebraciones y tamborradas. Y que esos repiques rituales de tabores fueron inscriptos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (Unesco 2018).

Calanda y sus tradiciones

En esta misma línea Montero compartió: “Yo estuve hace días con una amiga en la rompida. Ella, que es de ese pueblo junto a toda su familia, desde siempre han participado de estas celebraciones, por lo tanto, tenía los trajes de sus ancestros, con los gorros, los instrumentos, todo. Así que me puse esa especie de traje de samurai y me sumé a tocar el tambor. Eso ha sido alucinante ¡Me la he pasado genial!”.

Los buenos resultados de “Dejarse tentar”

“Soy capaz de resistirlo todo menos la tentación, decía Oscar Wilde. Y a mí me pasa algo parecido”, contestó la genial entrevistada al ser consultada por los motivos que la llevaron a dar vida a esta iniciativa que la ubicó, junto con su colega francés, Olivier Truc, en el agotador, divertido y electrizante camino (según su descripción), de embarcarse en esta historia.

Asímismo la artista confesó algo de lo que sucedió previo a dar comienzo a este trabajo de escritura de a dos: “De repente nos dieron las condiciones de cantidad de capítulos, de caracteres, esto fue justo en un momento en el que ambos estábamos súper ocupados. Oliver cubriendo la guerra en Ucrania como periodista que es, y yo promocionando en Buenos Aires El peligro de estar cuerda”.

“Fue tremendo al principio porque los dos teníamos que ponernos de acuerdo en el tema. Luego teníamos que escribir cada uno un capítulo en su lengua. Después los traductores lo pasaban al inglés, y una vez terminado esto, nosotros nos poníamos en contacto para acordar por dónde continuar y qué elementos íbamos a utilizar”, comentó Montero.

A todo esto, la autora de grandes títulos como La buena suerte, agregó: “Escribíamos intercaladamente. Nos decían que la experiencia era algo así como un cadáver exquisito, pero está claro que tú no puedes hacer una novela negra en esa clave porque justamente este género es todo lo contrario. Tiene que ser una pieza de relojería la novela negra”.

Hablar el idioma del acuerdo, para crear una historia

“Por suerte los dos nos fuimos poniendo de acuerdo en la historia que queríamos contar. Estábamos como drogados por la adrenalina de escribir. Escribíamos en los trenes, los bares, en cualquier sitio que pudiéramos”, confesó Montero.Era necesario ir conversando los puntos donde nos íbamos a apoyar, sobre todo para que la novela no fuera un disparate. Entonces como la idea original fue mía, por lo cual, los capítulos impares me pertenecen, y a él los pares, para comunicarnos, lo hacíamos en inglés, así que, imagínate lo que debía ser eso. Tenemos una cantidad de E-Mail impresionante entre los dos; un volumen de material tal que hasta la editora francesa dijo que eso ya constituía una obra en sí misma”, recordó la escritora.

“La desconocida es una historia que transcurre en dos escenarios, España y Francia. La misma comienza en el puerto de Barcelona, donde una joven aparece inconsciente y deshidratada en el interior de un contenedor no declarado. Ella no recuerda quién es, tampoco cuál es su lengua materna, no obstante, aunque la memoria no está de su lado, ha logrado sobrevivir y tiene una serie de poderes que la gente desconoce. Ese es el punto de partida de la novela”, adelantó la creadora de la conmovedora y profunda historia La ridícula idea de no volver a verte.

En relación a algunas de las anécdotas de la conjunta creación literaria, Montero expresó: “Era muy sorprenderte encontrarte que de repente tu personaje había tomado destinos impensados por ti, como si una vez inventados en la escritura ellos hubieran logrado tomar vida propia. Era muy fascinante ver lo que hacía el otro con ello”. Además, la escritora confesó: “Algo que hicimos sin ponernos siquiera de acuerdo fue que, a cada capítulo, fuimos poniéndole un crater de emoción para dejarle esa papa caliente al otro, para ver qué hacía con ello”.

“El peligro de estar cuerda”, la importancia de hablar de la salud mental

Al ser consultada por el tema que la autora aborda con total audacia en El peligro de estar cuerda, Montero dijo: “Es un libro que contesta preguntas que retumbaban en mi cabeza desde niña. Este, nada que ver al que veníamos hablando. Aquel fue un divertimento de tres meses, pero este es un libro que, de alguna manera, yo he escrito durante toda mi vida, para mí es uno de mis mejores libros, sin dudas”.

La primera frase del trabajo es “siempre he sabido que algo no funcionaba bien dentro de mi cabeza”. Todo surge desde ahí. Desde pequeña me he preguntado cosas; Como también me he preguntado por qué los novelistas nos tenemos que sentar en un rincón de la casa, apartados, durante semanas y meses y años para inventar mentiras y más mentiras, lo cual es una actividad tan estrafalaria que en realidad necesitas hacer para poder sobrevivir, para poder aguantar la oscuridad de la vida”, confió Montero.

El miedo a la locura

Cuando aquel título salió a la venta (en 2022) la prensa no tardó en hacerse eco del modo en el cual la mejor escritora española había logrado (una vez más) impactar al público, en esta oportunidad con una pieza reveladora, luminosa y en algún punto sanadora que se atrevía a hablar sin tabúes, y a decir cosas de difícil abordaje, en relación a sus propios rincones oscuros de etapas afectadas por una confesa inestabilidad.

En relación a ello, Montero confesó: “Yo tuve momentos muy invalidantes en mi vida en donde me vi muy en soledad por este tipo de trastornos. Yo pensaba que estaba loca. Padecí ataques de pánico entre los 16 y 30 años. Aunque tuve tres etapas de crisis, y cada una que se presentó lo hacía en lo sucesivo en una intensidad más reducida, esto nunca se va del todo, siempre te queda un poco el mundo tocado de alguna manera; el mundo no vuelve a tener la consistencia que tenía antes, lo cual es un aprendizaje de la vida”.

“Yo ahora estoy contenta haber tenido esos ataques de pánico, porque me han permitido conocer lo que es “el trastorno mental”, y aprender tanto de esa soledad que allí se padece; claro que si no has estado en ese sitio no sabes lo que significa. Se trata de una soledad superlativa y eso me ha hecho entender mejor lo que somos los seres humanos y tener más empatía, entonces yo agradezco mucho haber tenido este trastorno. El libro trata de todo eso”, afirmó la autora.

El peligro de buscar encajar en una “horma”

“El libro tiene una parte importante que es la reivindicación de la diferencia. Ser diferente no es patológico, ser diferente no tiene que ver con el trastorno mental. Y todos somos diferentes. De hecho, la normalidad no existe”, afirmó la artista, para destacar un claro ejemplo: “Hay un estudio de la Universidad de Yale en EEUU que se realizó en 2018 que dice que aquello que llamamos normalidad no es más que la media estadística de todas las posibilidades en determinados puntos; y que, partiendo de esa teoría, no debe existir ni una persona en el mundo que atine con esa estadística con todos sus parámetros. Vale decir que todos somos divergentes. Seguro que, comparados con esa norma algunos serán más raros y otros menos. De hecho, esa norma es engañosa, porque nos hace creer que debemos encajar en una horma”.

El ser humano es pura narración -Somos palabras en búsqueda de sentido- decía Epicteto. Con esta frase el filósofo griego explicaba que aquello que nos sucede, no es más que el cuento que decidimos contarnos y que, en verdad, esa propia narración es capaz de alterar la visión del propio mundo, porque puede alterar tu propia vida. Por eso hay tantos tipos de terapia que usan el cambio de narración, como lo hace el psicoanálisis, para poner allí una historia con palabras que logren hacerte bien, y mucho menos daño”, confió Montero.

La Depresión y la predisposición a padecerla

En otro orden de cosas, Rosa Montero se refirió a la depresión como un trastorno de los más frecuentes en la contemporaneidad. Respecto a ello, dijo: “Siempre me acuerdo de un estudio clínico de 2012 que se hizo a muchas personas en unos cuantos países, en el cual se les preguntaba qué temas creían que podían ser disparadores de una depresión grave. El resultado fue que ser viudo o viuda no te predispone a la depresión grave, pero el hecho de ser divorciado, sí. Cuando vi esto me quedé alucinada porque soy viuda y me dije: ¿Cómo es posible? Y si esto es así ¿Qué les falta a los divorciados, que no les falta a los viudos, para caer con mayor facilidad en una depresión profunda? Pues lo que les falta, sin dudas, es un relato consolador capaz de cambiar su realidad tal cual se la cuenta”

A todo esto, Montero puntualizó: “Al enviudar tú puedes construir un relato en ese lugar que ocupaba el otro, pero en el caso de los divorciados no, porque siempre tienes a tu ex, ahí dando la vara, entonces no hay posible relato consolador”.

Cómo confiar en la realidad

Yo no confío en la realidad. Ella es algo muy poco fiable. Yo me he salido de la realidad para terminar con mis ataques de pánico. La realidad es una construcción cultural, individual y además social y tiene mucho de imaginario, en muchos sentidos”, destacó la escritora.

Todos tenemos imaginación

Respecto de la posibilidad del ser humano de desarrollar la imaginación, Montero advirtió: “Todos tenemos imaginación, incluso aquellos que niegan tenerla; lo que sucede es que no se dan cuenta hasta qué punto se están imaginando su pasado. La memoria es un puro invento; un cuento en construcción. Yo tengo un hermano con el que a veces hablo de cosas de mi infancia y te aseguro que sus padres no son los míos, cada uno se ha inventado unos padres. La imaginación es salvadora, sin ella, como decía Shakespeare, la vida sería puro ruido insoportable. Aunque sí es verdad que algunos tenemos más imaginación que otros”.

La maduración cerebral

En esta línea, la genial creadora se refirió a ciertos procesos madurativos de la naturaleza humana y para dar una explicación respecto del tema, hizo foco en lo siguiente: “El cerebro tarda treinta años en madurar. Hay primeramente un punto de maduración importante en la primera pubertad, cuando son adolescentes; hasta ese momento el cerebro de los niños es una tormenta eléctrica, por eso los chicos tienen tanta imaginación. Entonces, en esa primera pubertad se produce lo que se denomina poda, la cual es muy importante porque el cerebro aquí lo que hace es cortar las conexiones que cree que no son útiles para concentrase en las que sí lo son, a fin de que este le garantice la supervivencia de la especie. Resulta que hay un veinte por ciento de la población que se salta esa poda. Es allí donde encontramos a quienes tienen trastornos mentales y al grupo de gente que nos dedicamos a cosas creativas y que tenemos algo más de imaginación que el otro ochenta por ciento”.

“La ridícula idea de volver a verte”

Por otra parte al ser consultada por el uso de la inteligencia artificial, Rosa Montero opinó: “Considero que todo avance es una herramienta ni buena ni mala, depende del uso que hagamos de ella; Con un martillo clavas un clavo y con un martillo matas a alguien también”. En este sentido, añadió: “La cuestión es que la revolución tecnológica que estamos viviendo hace veinticinco años, es la mayor que jamás haya experimentado el ser humano. Es la más  rápida, radical y enorme. Es gigantesca, mucho más grande y profunda que la revolución industrial”.

La vida con prisa, una dinámica constante

La vida hoy va tan deprisa, que no estamos pudiendo más que ir tras de todo. Esto hace que no estemos teniendo el tiempo de reflexionar y de adecuar incluso nuestras leyes. Vamos por detrás de los avances. Queda mucho tiempo para que esto que uno puede imaginar de la rebelión de los electrodomésticos sobre nosotros, ocurra. Eso no está cerca, lo que sí está próximo, es la cantidad de problemas que trae la inteligencia artificial”.

“Un ejemplo de ello es lo que les sucede a mis amigos ilustradores que están desesperados porque muchos editores de libros hacen sus dibujos tan solo dando órdenes informáticas, por cosas como estas es que se está discutiendo implementar leyes al respecto”. advirtió Montero hacia el final de la nota, al tiempo que concluyó: “En EEUU se está trabajando ante el vacío legal que existe en el mundo digital, y para encontrar la manera de mejorar la falta de educación respecto del tipo de herramientas que lo conforman, desde la niñez. Creo que es necesario educar a todos para que sepan que aquello que ven en una imagen puede no ser la realidad de un momento o persona. Hoy sabemos que una imagen puede ser creada de manera artificial y nostros al observarla, podemos no darnos cuenta de ello”.