(CNN Radio Argentina)- En el marco de la gira internacional de la obra, el actor se presentará en la sala Martín Coronado del complejo teatral de Buenos Aires, con la pieza “Una noche sin luna”, bajo la dirección de Sergio Peris-Mencheta. Habrá cinco únicas funciones, del 21 al 25 del corriente.
Este sábado por la tarde, Aduana de palabras se puso en comunicación con el actor Juan Diego Botto, ganador de muchísimos premios, protagonista de películas como la icónica e inolvidable, Martín (Hache), (Aristarain, 1997). Botto, quien recientemente debutó con su ópera prima (con mucho éxito, por cierto), En los márgenes, se puso en contacto con CNN Radio, para hablar de esta obra, al tiempo que compartió cuestiones personales que atravesaron su vida. En el marco de una charla amena con los conductores de CNN Radio, Flores y Mactas, el actor hizo un breve pero contundente relato de cómo fue posible continuar hacia adelante tras el exilio, y construir una vida abrazando también los dulces recuerdos del pasado.
En este sentido, las palabras de Botto son muy sabias, ya que han sabido destacar la importancia de la capacidad humana que nos permite crecer, aunque aparezcan la bronca, la desesperación y el llanto, pudiendo abrazarnos a aquellas pasiones y amores que, sin dudas, operan de herramientas para hacer de esta, una vida mucho más llevadera y maravillosa.
¡Te damos la bienvenida a nuestro país que es también el tuyo!
- “Yo tengo 47 años, casi 48. Tengo este acento de Madrid (que no puedo disimular). Yo nací en Buenos Aires. Mi mamá se exilió con todos nosotros, mis hermanas y yo y, 44 años del total de los que tengo, los he vivido en la capital española. Sin embargo, mantengo mi cédula argentina, mi pasaporte, mis vínculos, mi origen y mis raíces; y no quiero perder esa parte de mi identidad argentina que también es parte de lo que soy”.
El exilio (en primera persona del plural)
Al hacer referencia a su historia, Botto no pudo dejar de lado el recuerdo (y con él, el dolor de lo sucedido) de los años más oscuro y horroroso, en los que el país se vio envuelto bajo las botas del terrorismo de Estado; el actor, destacado protagonista de cintas como Martín (Hache) o Los europeos, relató: “Nuestra historia es así. Nosotros nos tuvimos que exiliar. Bueno, en verdad mi mamá es quien debió tomar esa decisión a partir de la desaparición de mi papá. A él lo desaparecieron el 21 de marzo de 1977; Aquel atardecer fue llevado a la escuela de mecánica de la armada (ESMA), es decir que él es uno de los 30.000; Eso fue lo que forzó el exilio de mi vieja”.
La importancia de sostener la identidad
“Nosotros siempre tratamos de hacer honor a su recuerdo; tratamos de honrar la memoria de mi padre, y por eso este vínculo con mi país yo lo quiero seguir manteniendo, porque eso significa tener un lazo con esta parte de mi identidad”, dijo el actor, al tiempo que advirtió: “En mi juventud yo sentí esto de sostener la identidad argentina más bien desde el dolor, no obstante, hay un momento que se recuerda esa parte de la identidad y, en este sentido, no sé si es que puedo llegar a decir que uno intenta transformarla en alegría, porque no es precisamente así, pero sí en el optimismo del homenaje a, bueno…A los que fueron, a los que soñaron con un futuro mejor. Esa es la parte con la que me quiero quedar de esa herencia”.
Una mirada de “los hijos del exilio”
“Han sido muy importantes mis días aquí, en el país. Yo vine con mi mujer, con mi hija, con mi madre, mis hermanas. Hemos hecho un pequeño recorrido en el que fuimos al Parque de la memoria, fuimos a la ex-ESMA; fuimos con ABUELAS y, ver el peso de la memoria frente al olvido en esta ciudad, es reparador, y lo está siendo para los hijos del exilio, como lo puedo ser yo”.
-Qué te pereció el Parque de la memoria?
“Me pareció un sitio muy bonito. Creo que está muy bien construido, muy bien logrado. El día que llegamos nosotros había unos jóvenes que estaban recorriéndolo, haciendo preguntas, disfrutándolo también, y yo pensé: ¡Qué bien que este espacio hoy sea un lugar de disfrute y que invite, sobre todo, a las nuevas generaciones a acercarse a la historia a tener registro de lo que ocurrió!”.
-Las presentaciones en el San Martín. Pocas funciones, sala llena y mucha emoción
-“Se que son pocas funciones, pero era lo único que teníamos disponible para hacerlas y las tomamos. Vamos a hacer cinco días en el Teatro San Martín del 21 al 25 de junio y presentamos esta obra de Federico García Lorca “Una noche sin luna”. Esta es una pieza que venimos haciendo en España los últimos dos años y medio, casi tres años. Ha sido un bonito éxito allí, no solo de premios (que también eso se agradece) sino también, y sobre todo de público. Lo que sucedió con quienes la fueron a ver fue muy bonito. Tengo mucha ilusión de presentarla aquí en Buenos Aires”.
Aunque el público argentino te conoce mucho más por tus trabajos en el cine ¿Podemos decir que el teatro es tu amor especial?
-“Claro que sí, que podemos decirlo. El teatro es sin dudas un lugar donde me siento muy cómodo. Yo, además de actuar, que es lo que más he hecho en mi vida, también escribo teatro; y esta es mi sexta obra. Creo que el lugar donde más cómodo me siento es el escenario. Por otra parte, advierto que las mejores cosas que he hecho las he logrado en el teatro y los trabajos de los que más orgulloso me siento, los he hecho allí, arriba, y para el público. Es que se trata de una experiencia que no tiene comparación, esto lo puede decir cualquiera que alguna vez haya actuado en las tablas. Una vez que te subes allí, por mucho que te guste el cine (y a mí me gusta mucho) la adrenalina y el placer de actuar para y con el público; eso que uno siente es transformador y a la vez es una experiencia que difícilmente pueda ser comparable con otra cosa”
“El teatro tiene esto particular en donde uno siente, porque en verdad es de este modo, que cada noche es única, y no es menor la reacción del público que responde de inmediato a lo que allí sucede. Una vez en acción, allí tienes esa respuesta de quienes van a verte y a ser parte de la propuesta; El teatro pone a la cosa en otra dimensión. Porque ahí tienes participación del otro, del público, que es capaz de hacerte sentir que de repente pudiste clavar esa frase en el lugar adecuado, y cuando eso ocurre, es algo mágico”.
El teatro siempre da revancha
“Además, el teatro tiene esa característica única que siempre te da otra oportunidad de mejorar; Todo lo que salió mal hoy, mañana tienes la chance de corregirlo; Claro que también la cosa da un poco de pena, porque también tiene la cuestión de la fugacidad; Vale decir: Esa función en la que todo salió en su lugar, en la que todo fue sincronizado y armonioso, ya pasó, y no ha quedado ni registro que lo haya podido documentar (como en el cine) más allá de lo que sintió y tomó de allí cada uno como público. Cuando eso sucede, cuando tenemos la suerte de que se den estas mágicas condiciones, el reto consiste en conseguir esos mismos resultados en la próxima función. Por esto decimos que el teatro, como el fútbol, da siempre revancha”.
El teatro como el juego (y viceversa)
“Por otra parte en esta profesión, al igual que ocurre en el fútbol, el público es un factor importantísimo. Y hay públicos y públicos. De repente encuentras a unos más a favor, mientras que en otra oportunidad o sitio te tocan otros más encendidos, o más apagados, y eso hace que cada partido, en este caso cada función, sea distinta. Es que en el teatro nunca nada es igual. Lo que ve el espectador hoy no es exactamente lo que va a ver el espectador que compró el ticket para mañana. Y eso, creo, es la magia del Teatro”.
Una noche sin luna para la humanidad
Cuentan que la última noche del poeta, aquella en la que fue fusilado, fue de lo más oscuras que uno pueda imaginarse. Esa misma noche, en el molino cerca de Víznar la muerte lo encontró al autor de “Oda a Salvador Dali” (1926) con la cruel, horrorosa y deshumanizada intención de borrar su vida y obra de la historia. Lo primero, con la cobardía de las armas y la superioridad del poder con botas, sí fue posible, lo segundo, todo lo contrario.
A pesar de haber sido arrojado su cuerpo sin vida a una fosa común, para intentar gritarle con miserable cobardía: ¡no eres nadie! La humanidad y el universo no han hecho más que revalidar y reparar el sitio donde, quienes han vivido para construir mundos mejores, y posibles, merecen estar. Consagrados al recuerdo eterno, con su nombre y su obra.
Aquella circunstancia oscura y trágica da título a este espectáculo escrito y protagonizado por Juan Diego Botto, una suerte de recorrido por algunos episodios en la vida de Federico García Lorca, pero revisados a la luz de nuestro tiempo.
Una noche sin luna recorre fragmentos de su obra, charlas, conferencias y entrevistas del poeta que resultan particularmente reveladoras hoy en día, como si tuviéramos al propio Lorca en escena hablándonos en primera persona y guiándonos por un juego constante de espejos e ilusiones entre pasado y presente.
El espectáculo de La Rota producciones, Barco pirata producciones, Concha Busto producción y distribución, cuenta con asistencia de dirección de Xenia Reguant, diseño de espacio sonoro de Pablo Martín Jones, música original de Alejandro Pelayo, dirección y diseño de producción de Nur Levi, diseño de escenografía de Curt Allen Wilmer, diseño de iluminación de Valentín Álvarez y diseño de vestuario de Elda Noriega. Se trata de cinco únicas funciones entre el miércoles 21 y el sábado 24 de junio, a las 20 hs, y el domingo a las 17 hs.