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CNN Radio Argentina

Santiago Llach habla de la figura de Carriego en Borges (y viceversa)

Por CNN Radio Argentina

(CNN Radio Argentina)- El escritor y también docente habló con Libros con Ñ a propósito de cómo llegó a tener relación con la obra de Jorge Luis Borges, a la vez que dio detalles, como voz totalmente autorizada respecto del tema, de lo que significó para el autor de El Aleph la obra y la figura de Evaristo Carriego.  

Santiago Llach

De los 10 a los 18 años tomó clases con una tía abuela que le hacía memorizar poemas y fragmentos enteros de cuentos de Borges. Es fanático de Rosario Central y, por supuesto, del autor de El libro de los seres imaginarios.

Cursó la carrera de Letras en la UBA. Es autor de 8 libros de poesía y de Crónicas Canallas, donde cuenta historias de sus idas a la cancha a ver a Central con su papá, sus hermanos y sus hijos. También fundó dos pequeñas editoriales y trabajó en Emecé/Planeta.

De un tiempo a esta parte encontró en internet lo que necesitaba para expandir un juego que había nacido en uno de los tantos talleres literarios que da: La iniciativa apunta a que las personas compitan para escribir el mejor texto del posible. Se trata del Mundial de escritura.

Este domingo por la tarde, Llach conversó con Gustavo Noriega para, a través del aire de CNN Radio, dar detalles de uno de los temas de los que parece más disfruta hablar: La obra de Borges.

¿Cuándo y cómo es que llegó la obra de Borges a tu vida?

"Mi relación con Borges me fue inoculada por una tía abuela; Yo acudía con frecuencia a su casa a tomar unas clases en las que ella me hacía memorizar sus poesías, a la vez que me facilitaba el camino para leer algunos de sus cuentos. Yo estaba en quinto grado, y por aquel entonces recuerdo que mi madre había tomado esa decisión (de refuerzo extracurricular) porque consideraba que mi maestra no era lo suficientemente buena".

Mi relación con Borges me fue inoculada por una tía abuela; Yo acudía con frecuencia a su casa a tomar unas clases en las que ella me hacía memorizar sus poesías, a la vez que me hacía leer algunos de sus cuentos. Yo estaba en quinto grado, y por aquel entonces recuerdo que mi madre había tomado esa decisión (de refuerzo extracurricular) porque consideraba que mi maestra no era lo suficientemente buena

Lo que Borges pretendía y por suerte, no le salió

"Yo creo que, en algún sentido Borges pretendía y quería escribir historias para adolescentes, un poco para ubicarse en un lugar contra los escritores serios de aquella época, quienes, por supuesto, se dedicaban a escribir literatura seria, como por ejemplo Proust. Claramente que, su pretensión, no le salió en absoluto, pero aún ahí hay algo en él muy fantástico que conforma eso que lo caracteriza, que siempre termina siendo tamizado por este leguaje suyo medio insólito, algo muy prestigioso y elevado, casi sin proponérselo".

Yo creo que, en algún sentido Borges pretendía y quería escribir historias para adolescentes, un poco para ubicarse en un lugar contra los escritores serios de aquella época, quienes, por supuesto se dedicaban a escribir literatura seria, como por ejemplo Proust. Por supuesto que a él su pretensión no le sale en absoluto, pero aún ahí hay algo en él muy fantástico que siempre termina siendo tamizado por este leguaje suyo medio insólito, algo muy prestigioso y elevado, casi sin proponérselo

Es que la obra de Borges parece deslumbrar con la misma intensidad que intimida. Y no es menor que se lo ubique no solo como el mejor escritor de Latinoamerica, sino de la literatura universal contemporánea, equiparando su obra con la de Cervantes y Shakespeare.

Evaristo Carriego: ¿Por qué se te ocurre que Borges arranca sus ensayos en 1930 con lo que podía parecería ser un poeta menor?

"Técnicamente no es así porque Borges no arranca por Carriego a escribir ensayos. Hay tres libros de este género previos, que son: El tamaño de mi esperanza; El idioma de los argentinos, Inquisiciones que Borges publica entre los años 1926 y 1930; Son los libros de los que él reniega para siempre. Y esto algo tiene que ver con Evaristo Carriego.

"Es verdad que Borges oculta estos ensayos (incluso los niega en el marco de una anécdota que ocurre en Harvard cuando le consultan por los trabajos, y él los niega). Además, son difíciles de hallar; No están en el tomo verde, en ningún lado. Pero los escribió".

"Y fue su viuda, María Kodama quien los vuelve a editar tras la muerte del escritor". Al hacer referencia al estilo de aquellos ensayos, el entrevistado aseveró: "Creo que en ellos un poco abusaba de algunas licencias "criollistas", no como narrador cuchillero, sino que por ejemplo dentro del ensayo uno se encuentra con un trabajo prácticamente escrito al estilo criollo".

Además, entre otras cuestiones que Llach destaca como aquellas por las que Borges decide un poco desentenderse de aquellos primeros trabajos, el escritor destaca: "Hay otro tema que tiene más tinte político y que responde a que, por aquellos años a Carriego le agarra un fanatismo Yrigoyenista, además de que, en la campaña del 28 se hablaba mucho de lo que necesitaba "La Argentina", y en este sentido se decía que era imprescindible contar con un líder  (algo que, para Borges, claramente sonaba de corte nacionalista); entonces, es por este tema en relación con algún componente de "caudillo nacionalista" que Borges quiere borrar cuestiones como estas de la biografía. De modo tal que, ahí está Carriego".

Hay otro tema que tiene más tinte político y que responde a que, por aquellos años a Carriego le agarra un fanatismo Yrigoyenista, además de que, en la campaña del 28 se hablaba mucho de lo que necesitaba "La Argentina", y en este sentido se decía que era imprescindible contar con un líder  (algo que, para Borges, claramente sonaba de corte nacionalista); entonces, es por este tema en relación con algún componente de "caudillo nacionalista" que Borges quiere borrar cuestiones como estas de la biografía

Borges: Entre la vida deseada y la vida soñada

Según Llach, "es muy interesante observar esto que a Borges le ocurría. Porque él mismo decía que se había criado en Palermo, cuando en verdad nada de ese aire de cuchilleros y matones estaba impregnado en su carácter, sino más bien, sus días trascurrían en el seno de una cómoda familia, con una nutrida biblioteca y una envidiable capacidad para imaginar una vida y tantas vidas que no le eran posible vivir, y que conocía a través de obras literarias, como en este caso, las de Carriego".

Los primeros ensayos

"Volviendo a los ensayos previos al de Carriego, se trata de obras que terminaron siendo escritas con un estilo "criollista". En ellas Borges escribía, por ejemplo: "libertá" (sin la "d" final). Yo creo que, por cuestiones atribuibles a aquel estilo del cual Borges se arrepintió luego de abordar en esos ensayos, es que el genial escritor se negó a mostrarlos. Claro que también existieron cuestiones políticas que no son un tema menor. Es más, creo que Borges deja atrás con voluntad propia toda esa cosa tan acriollada. Y creo además que, al hacerlo, ahí comienza a gestarse "un Borges" que llega para quedarse".

Volviendo a los ensayos previos al de Carriego, se trata de obras que terminaron siendo escritas con un estilo "criollista". En ellas Borges escribía, por ejemplo: "libertá" (sin la "d" final). Yo creo que, por cuestiones atribuibles a aquel estilo del cual Borges se arrepintió luego de abordar en esos ensayos, es que el genial escritor se negó a mostrarlos

Cuando Carriego nombra heredero a Borges

Por otra parte, según contó Llach, Borges hace un guiño hacia la imagen de Carriego, en tanto menciona en alguna instancia que aquel autor, como amigo cercano a la familia, fue capaz de escribir un poema a la madre del escritor de Ficciones, anticipando que su pequeño hijo sería un laureado poeta.

Borges entre la fascinación y el espanto

Hacia el final, Llach contó que Borges padre mandaba a Jorge Luis con los pibes de la esquina. En este sentido el autor puntualizó: "El padre quería que su hijo se juntara con los reos para que este, como joven, tuviera algún roce con toda una masculinidad propia de la época, cuestión a la que su madre se oponía. Y esto es muy fuerte, porque toda esta fantasía o mismo... todo aquello que va por los bordes de la fantasía que tejen sus cuentos delirantes y de matones, dan cuenta de cierta tensión y de cierta como aspiración a despegar un poco de ese vínculo primario en el que se vio inserto hasta entrados sus años de adulto (él vivió casi toda su vida con su madre)".

El padre quería que su hijo se juntara con los reos para que este, como joven, tuviera algún roce con toda una masculinidad propia de la época, cuestión a la que su madre se oponía. Y esto es muy fuerte, porque toda esta fantasía o mismo, todo lo que va por los bordes de la fantasía que tejen sus cuentos delirantes y de matones, dan cuenta de cierta tensión y de cierta como aspiración a despegar un poco de ese vínculo primario en el que se vio inserto hasta entrados sus años de adulto (él vivió casi toda su vida con su madre)

Así es la última estrofa de “Vulgar sinfonía”, en la cual Carriego predice que el niño Borges se convertiría en un poeta:

“Y que tu hijo, el niño aquel

de tu orgullo, que ya empieza 

a sentir en la cabeza

breves ansias de laurel

vaya, siguiendo la fiel

ala de la ensoñación

de una nueva anunciación 

a continuar la vendimia 

que dará la uva eximia 

del vino de la Canción”